Negocios.

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--- Lo haces muy bien Hiro... Pero... Te hace falta fuerza. ---

--- P-Pero senpai... ¡Usted me dijo que la agilidad era mi fuerza! ---

--- Si, se lo que dije y es cierto, tu punto fuerte es la agilidad ya que eres pequeño y delgado... Pero no puedes descartar la fuerza, los músculos son importantes y en ocasiones la agilidad no puede ser siempre la respuesta... ¿Que tal si no tienes un arma? ¿Que planeas hacer? --- Le preguntó. --- Si de alguna forma logro inmovilizar te ¿Que harás? No podrás correr para solucionarlo. ---

--- Tengo que... Pelear. ---

--- Exacto, y tiene que ser cuerpo a cuerpo así que te enseñaré a dar golpes. Tienes que aprender algo de todo para no quedar tan indefenso. --- Sonrió mientras le acariciaba la cabeza. --- ¿De acuerdo? Ve a por tus amigos, es bueno que todos aprendan esto... Y... Consígueme algo de beber ¿Quieres? ---

Hiro solo se despidió cual militar y corrió a toda velocidad a acatar las órdenes de su mayor. Jounochi solo se le quedó viendo a la distancia con una sonrisita algo burlesca, las acciones de ese chico en ocasiones le hacían gracia, pero también estaba muy feliz por que precisamente debido a él su estadía en ese horrible lugar podía describirse como más amena.
En eso, un pequeño niño entré los 7 y 8 años se le acercó.

--- Ha hola pequeño. --- Le hablo para arrodillarse muy lenta y cuidadosamente, sus heridas seguían siendo recientes y prácticamente Hirutani le hacía despertar con nuevas a cada día que pasaba pero... Por suerte para el últimamente no se estaba metiendo con sus extremidades. Al menos no en los puntos delicados como las articulaciones. Por lo que el arrodillarse era doloroso pero... Por lo menos no tanto. --- ¿Quieres algo? --- Le preguntó con una sonrisa, a lo que el niño tímidamente respondió.

--- ¿Quiere jugar con nosotros? --- A Jounochi se le hizo divertido y bastante tierno que le preguntará. De alguna manera ¿Esa era su forma de agradecerle?

--- No gracias, ahora mismo estoy algo enfermito. Pero te prometo que si más adelante me encuentro mejor, jugamos. --- El niño ante esto se puso muy contento, le sonrió, hizo una reverencia y se marchó, corriendo hacia donde estaban sus amigos informando la noticia.
A Jounochi se le hizo demasiado tierno, ganas de abrazar un peluche le invadieron pero volvió en sí cuando el nerd había traído a los demás niños para la "Clase"

--- Ah bien ¿Estos son todos? ---

--- No, los demás ya vienen. ---

--- De acuerdo. Solo te enseñaré algo básico pero primero, muéstrame como golpeas. ---

Y así se fueron las horas hasta que el sol comenzaba a ocultarse, en la puerta de la base creando una linda vista del atardecer a la lejanía. De las mejores cosas que Jounochi tenía para hacer cuando se terminaba el día.

--- ... Como quisiera que estuvieran aquí... --- Musitó con tristeza para agarrar con fuerza su pecho. --- Ja... Jajaja... ¿Que estoy diciendo? Lo último que quiero es que se vean metidos en este problema... Es... Doloroso que la mejor alternativa sea que estemos separados. Supongo que ahora... Comprendo mucho mejor a Atem... --- ...
Luego de atravesar su diaria acción de ver el atardecer decidió regresar ya que no querría meterse en un problema.
Al entrar en este no había nada fuera de lo normal, para su sorpresa todos obedecían sus órdenes sin negar y al pie de la letra. Ya que todos los que estaban con el seguían aparentando tener esa aura triste y amargada que les provocaba la base.
Para Jounochi en este momento era muy importante mantener las apariencias, y no quería levantarle sospechas a Hirutani de lo que estaba logrando por lo que sus muchachos actuaban como siempre y solo se juntaban en pequeños subgrupos a hablar tonterías y dialogar programas o temas de interés para ellos...
En 3 días había tenido el tiempo suficiente para reclutar a niños, adolescentes y algunos adultos que no seguían a Hirutani... Solo que los primeros y últimos no tenía planeado que pelearán, solo que se mantuvieran a salvó ya que en el grupo de adultos se encontraban muchas madres desesperadas...
Los niños ya eran otra cosa, nada de qué preocuparse pues... Después de todo son niños así que el que estén felices y enérgicos no es nada raro, solo han tenido que comer y con qué cubrirse para dormir lo cual al parecer era suficiente.
Sus heridas habían mejorado demasiado, obviamente habían tenido algo de ayuda debido a que algunos de sus chicos le habían colaborado con... Cuidados básicos. Como la hidratación del brazo y pierna que recién había tenido enyesado con cremas humectantes especiales... (Ya que la piel seguía estando algo castrosa y seca) y algunas medicinas desinflamatorias que ayudaban con el cuidado y progreso de sus moretones y a que desaparecieran levemente sus cicatrices.

Algo malo ocurre con Jounochi-kun. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora