Vueltas y vueltas.

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Que molestia, en verdad.
Acabo de terminar el plan, son las 6:30pm y voy en camino al hospital del perro para poder quitarme un peso de encima, de lo contrario siento que mataré a alguien.
Es... Estresante lidiar con ese tipo de tonterías, nunca me han agradado, es el lado de la fama que más odio sin duda alguna.
Miraba mi teléfono una y otra vez a pesar de que no recibiera notificaciones o que algo mínimamente cambiará, solo lo veía como algún reflejo de ansiedad que nunca había tenido... Que es esto ¿Emoción quizás? No lo sé. Supongo que sentirse algo inquieto es normal... ¿Cierto...?

Me sentía algo incómodo por estar conduciendo un auto tan... Civil. La idea era no llamar la atención así que salir en mi limusina o en mi auto personal es demasiado llamativo para los simplones de esta ciudad. Compre un auto cualquiera de último minuto para llevar esto a cabo, realmente no era necesario que yo conducierá ya que fácilmente podría haber enviado a Isono y aunque confíe en él quiero asegurarme de que todo salga según lo planeado, ya que no pienso tolerar errores.
Estaba en el área de estacionamiento, esperando a que mis empleados trajeran a Katsuya al auto y al ser bajo techo era muy baja la iluminación por lo tanto nadie podría verme aquí.

Solo como medida preventiva, polaricé las ventanas para evitar fotografías externas.

La excusa era la de seguir su tratamiento en casa y poco más, no planeaba dar muchos detalles, de todas formas su hospitalización está bajo el nombre de la compañía así que tenía libertad para mover ciertos hilos... Solo que tendré que borrar los registros pensándolo mejor, solo en caso de.

Espere unos minutos hasta que lo ví acercándose a la distancia, caminaba de forma floja y algo torpe pero podía mantenerse en pie por si solo aunque fuera evidente la preocupación de la enfermera a sus espaldas, no pude evitar pensar en un pingüino al verlo caminar.
En un momento se tropezó con sus propios pasos y cayó al suelo, no de forma estrepitosa, pero la mueca de dolor en su rostro me hizo pensar que o estaba exagerando de forma monumental o seguía  en una condición física altamente preocupante por lo que no pude apartarle la vista de encima durante ese corto trayecto, uno de los guardias que lo acompañaban lo tomo de piernas y le cargó en brazos como si de una mujer se tratara, incluso al otro lado del estacionamiento pude escuchar sus forcejeos por soltarse y comprendía ese sentimiento, cuando yo lo hice tampoco reaccionó bien.
Pero por alguna razón me molestó, quizás sea que su torpeza aparte de hilarante se me hace molesta... Si, seguramente es eso.
Finalmente llegaron, el guardia lo acomodo como pudo en la parte de atrás y las enfermeras guardaron algunos maletines en la cajuela.
Al cerrar la puerta escuché su voz y por alguna razón me sobresalté.

--- Je... Llevo tiempo que no me subo a un auto ¿Y... A dónde me lleva? Mokuba no me dijo nada acerca de un traslado. Aunque bueno, supongo que incluye a mi hermana también ¿No? --- ¿Que acaso no me reconocía?... Bueno, era un estacionamiento oscuro y tenía un sombrero puesto por lo que supongo es entendible, pero no tengo interés en pretender ser alguien más, así que de inmediato me lo quité y su rostro cambio a uno completamente diferente. No me gire para verlo, simplemente lo veía a través del retrovisor y su expresión era en verdad un reto de descifrar.

--- Hubo un pequeño cambio de planes perro, irás a mi mansión por un tiempo. --- Rápidamente se sentó erguido, intento arreglar su ropa que estaba bastante desordenada debido al ajetreo previo y con una cara de idiota, me contestó, de forma torpe pero lo hizo.

--- K-Kaiba ¿Que haces aquí...? Pensé que seguías en América... ---

--- Ya era hora de que regresara a Japón. Odio a los americanos. --- Murmuré distraído mientras encendía el auto, odiaba estos cacharros tan molestos. --- ¿Que acaso Mokuba te hablo al respecto...? ---

--- S-Si... ¡Pero no lo dijo por decir! Yo le insistí... Por favor no lo culpes por eso. --- Realmente no me preocupaba tanto, confío en Mokuba y en lo que hace, el que tuviera la necesidad de aclararlo si captó un poco mi atención. --- No pensé que volverías de esta manera... Aunque... --- Su expresión finalmente dejo de ser tan tonta y dijo algo con sentido. --- ¿Kaiba...? ¿Que estás haciendo? ¿Por qué estamos en un auto así...? ---

Algo malo ocurre con Jounochi-kun. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora