(5) Ponte en las manos de Dios; deja que Él te levante.

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Oye tú, si tú mismo/a, sé muy bien que la herida es fuerte, que tus rodillas han tocado suelo y que has pensado dejarlo todo, pues la caída te ha dejado sin fuerzas y sin ganas de vivir. Sé que has buscado apoyo en familiares y amigos; «Ninguno de ellos me entiende», piensas. Pero hay uno que todavía tiene los ojos puestos en ti, Él te está extendiendo las manos hoy para que las tome y te apoyes en Él, ya que Él te quiere levantar de ese sucio suelo. Ese alguien se llama Dios y te dice en esta misma hora:"Yo estoy aquí para afirmarte en mis pies, para darte nuevas fuerzas; déjame sanar tu corazón. Sé muy bien que crees que no eres merecedor/a de otra oportunidad, pero si lo eres hijo/a mía. Te amo."

Deja de apuñalarte y quejarte por lo que hiciste. No te encierres en el hoyo de la opresión, átate a la voluntad de Cristo. Escucha su voz en el susurro del viento:"Yo soy Jesús de Nazareth y vengo a por ti. No quiero que sigas en ese lugar, yo di mi vida por ti para que te gozaras en mí. Sé que has caído, no obstante, yo te he escogido para pelear la buena batalla de la fe. Así que como buen soldado acepta mi ayuda y ponte de pie. Porque esa posición que estas tomando no es la que debes tener.

Sátanas te ha pisado con violencia diciendo que eres débil, que nunca podrás levantarte, que no sirves para nada; todo eso es mentira. Cuando yo di mi vida pensaba en ti como una obra de arte que debía ser esculpida por la gracia de Dios. Veía un valor muy poderoso en ti. Algo que debía salir a la luz con los toques de un amor verdadero. Eras aquella pasión que llevaría mi palabra a muchos lugares; en pocas palabras: un perfume a mis pies con olor fragante. Y me debes creer cuando te digo que aún te sigo viendo así."

Compañero/a aún tienes tiempo para correr a los brazos de tu Salvador y aceptar su ayuda. No escuches mas la voz del enemigo, es más demuéstrale de que estás hecho y quién es tu dueño. Dile sin miedo:«Yo soy hijo/a del Rey de Reyes y Señor de Señores, así que tú no tienes potestad sobre mí.»

Sí tienes que empezar desde cero, hazlo. De eso se trata, tus errores quedarán en el pasado y volverás a vivir una nueva vida en Cristo. Donde Él vive y reina en ti. Llenándote cada día del Espíritu Santo. Él cuál es tu consolador, tu fuente de refugio y guía. El Espíritu Santo te llevará a lugares inimaginables y te convertirá en propiedad de Dios. Apartado/a para Cristo. Cada día sentirás como su amor te llena, saltarás de alegría y te gozarás aún en la tormenta.

Palabra:
"Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal."
PROVERBIOS 24:16

Los que se levantan y reinician en Cristo son los justos, pero los que se rinden y se pierden en los placeres del mundo aún oyendo la voz de Dios, son los impíos.

¿Eres de los justos que se ponen de nuevo en las manos de Dios o de los impíos que se rinden y acuden al mundo como si fuera medicina aún teniendo la oportunidad de volver a Cristo?

"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo."
FILIPENSES 1:6

El Señor los perfeccionará a ustedes si se ponen en sus manos. Hará que sean su reflejo. Y todo el que los vea se sorprenderá de lo que el Señor ha hecho en ustedes. Desearán sentir lo que ustedes sienten al estar ante Dios. Querrán brillar con la gracia de Cristo.

¡Dios les bendiga!
Att.Y.E.M.C.

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