No servía de nada llorar, pero no pudo evitar hacerlo cuando llevaba el quinto día sin estar con el rubio, el árbol seguía estando ahí, y por más que se hubiera arrodillado frente sus raíces y pedir a súplicas algún mensaje de saber que Stave no se había ido por siempre.
¿Cómo podía ser tan rápido todo? Realmente se sentía impotente de no poder hacer nada, era solo un ser humano mortal que se había enamorado de un ánima, intentaba como podía pero al releer los transcritos que hizo de las palabras que el rubio le había dicho antes de desaparecer solo entraba en más preguntas sin respuestas.
Él se fue porque había cumplido su labor, aquel árbol ya no lo necesitaba, no obstante, no había florecido, no habían rastros de hojas saliendo, lo único que hacía de él que hubiera vida eran los recuerdos de las gotas que cayeron en ese día.
Rendido, alzó su espada y la enterró en la tierra a la mitad de ambas fronteras, era su último día trabajando allí. Pero en vez de irse a su casa, pasó al otro lado, casi corrió con tal de llegar a la última alternativa.
Tocó la puerta de la cabaña que estaba en medio del bello bosque, de ahí salió Dream que al parecer estaba durmiendo, de todos modos era muy temprano. Outer no había dormido.
— ¿Qué hace aquí tan temprano...? ¿Ocurrieron problemas?
— Dijiste la primera vez que vine acá que podrías hacer algo como agradecimiento... ¿Verdad?
El rubio parpadeó, pero pronto asintió sonriendo dulcemente.
— Claro, es lo menos que puedo hacer por ayudar a todos a iniciar con la revolución.
— Cuéntame sobre el árbol que divide las fronteras... Por favor.
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Flor Andante. ¦ OuterStave
Fanfiction› Capítulos cortos. ›› Outer es un guardia entre las fronteras de razas contrarias, todo era una rutina de negar y discriminar, hasta el día que un joven rubio se acercó a él, y le hizo ver la belleza de la realidad.
