Outer leía el periódico, era su día libre donde podía relajarse en su casa y no exponerse a que el pueblo descubriera que él escribió el poema que tanta conmoción provocó.
Sin embargo, algo le había hecho sentarse de su colchón, y era una noticia que le dejó sorprendido, una persona del consejo quería hablar con quien había escrito tal cosa, más que nada interrogar.
Tragó saliva, pero las sorpresas aún no acababan, habían varios apartados de gente que también apoyaban sus pensamientos, que estaban cansados de que todo fuera una guerra sin sentido.
No se podía creer que sólo su pequeño acto hizo que varias personas también salieran a la luz queriendo ser escuchadas.
Se levantó, y fue a la dirección del hombre del consejo, no sabía qué había en su porvenir, pero ocultarse no serviría de nada, tarde o temprano verían su junta con aquel joven rubio y si iba ahora, podría evitar la muerte.
Tocó la puerta del pequeño apartamento, y de ahí salió un hombre que conocía muy bien, era Nightmare, quien apenas cruzó miradas con el peliazul, Sonrió.
— Ciertamente no esperaba que un guardia de la frontera sea quien escribió tal carta.
El de cabello negro miró a los lados antes de invitar a entrar a Outer, agregó palabras de que estaba seguro allí adentro, así que sin tener otra opción, entró.
— ¿Por qué desea ver a quien escribió el escrito?
— Para hacer una sentencia y mandarlo a la horca. —Vio de reojo la reacción de Outer, le dio la espalda alzando ambas manos a la altura de la cabeza— Es broma. Pero tú sabes como empleado de la ley que eso hubiera sucedido si hay traición.
— Nunca he traicionado a mi especie.
— Pft. ¿Especie? Esto, no es una especie, solo una estúpida civilización.
Nightmare se sentó en una silla, invitando a que Outer también lo hiciera, éste se sentó en el sofá, moviendo el pie quitando la ansiedad de estar con quien más miedo causaba en el consejo.
— Explaye.
El mayor rió con sorna.
— Solo si tú hablas. ¿Tú escribiste ese poema?
El guardia no titubeó, sólo cerró sus ojos al pronunciar.
— Sí.
— ¿Por qué? Se supone que un guardián de la frontera mata a quien quiera cruzar, y han habido varios atentados según nos han informado.
— Los normales de cada día. —Se detuvo un poco— Yo... Bajé mi arma.
La sonrisa del otro incrementaba, siendo ladina y burlona.
— Con eso me basta. Ahora cumplo mi parte, que también son simples palabras. Todo esto en una invención del hombre discriminatorio, y estoy en contra de todo esto; creí que siendo parte del consejo podría hacer un cambio pero no es tan fácil como te imaginas. Así que me uní, hice la amenaza de quien traicionara el pueblo moriría solo para ver si tenían el coraje suficiente. Y mira, tenemos a un mismísimo guardia. Me serás útil.
Outer se levantó.
— ¿Estás diciendo que los del otro lado son iguales a nosotros?
— Claro.
El de cabello azulado tuvo que respirar profundo, no debía estar sorprendido pero todo lo que aprendió se iba al traste con tal aseveración.
— ¿Y que prueba tienes...?
— Qué incrédulo eres. Pero a veces serlo no es bueno. —Extendió su mano— Acepta lo que deseo y te daré la prueba.
La sonrisa que ahora marcaba Nightmare en su boca mostraba parte de sus dientes, casi contrastando con su oscura cabellera, sus dientes cual perlas sólo le acordó a la sonrisa de Stave, no quería hacer algo que lo lastimara, solo le tocaba confiar.
Outer estrechó su mano, sellando el trato, y como guardia no podía desobedecer a un superior. Nightmare soltó su mano apenas hubo un pequeño apretón, levantándose.
— No podrías infiltrarte, como guardia harías mucho escándalo y solo empeorará las cosas. Pero como has dejado tu espada abajo podrías conseguir a alguien que haga el trabajo por ti. —Nighmare continuó, cruzándose de brazos— Necesito saber si alguien de ese lado está vivo.
— ¿Tengo que avisaros si lo está?
— No. —Negó— Quiero que le mandes una carta. Es más seguro, si se acuerda de mí entonces podremos proseguir, es bastante sencillo. Será hacer un especie de golpe a las fronteras y forzarla a unir, acá ya está comenzando que muchos opinen igual que nosotros, y mi prueba será suficiente.
— ¿pero cual es?
— Mi hermano.
Ambos quedaron en silencio, Outer no debía preguntar nada más para entender. Aceptó su trabajo y le dieron la carta, ya en casa pudo leer a quien estaba destinado... Lo conocía.
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Flor Andante. ¦ OuterStave
Fanfiction› Capítulos cortos. ›› Outer es un guardia entre las fronteras de razas contrarias, todo era una rutina de negar y discriminar, hasta el día que un joven rubio se acercó a él, y le hizo ver la belleza de la realidad.