Su corazón latía más rápido que el ritmo de sus pasos al correr, no le había importado mucho avanzar en tal frontera que era totalmente desconocida, solo seguía pequeñas indicaciones que le había dado Dream antes de partir, negando respetuosamente su ayuda para guiarse, quería ir cuanto antes.
Casi un mes sin verle, semanas pensando que a quién más apreciaba siquiera estaba vivo, saber que estaba despierto hicieron todo un nudo de sentimientos en su cabeza, y las quería destensar, ver al rubio, ver a Stave.
Tras llegar al lugar, fue atendido por un hombre de cabellos castaños que alcanzaban ser de aquel lado de la frontera, estaba haciendo algunas cosechas y para no parecer un vándalo se acercó a él, éste al notar la presencia de otro dejó sus labores y sonrió, parecía bastante consciente de quién era.
- Eres Outer... ¿Verdad? -Habló tranquilamente el de ojos verdes.
- Sí. Lo soy.
- Te estábamos esperando, soy el hermano de Stave, Blard.
El mayor le ofreció un vaso con agua, Outer la tomó agradeciendo, recuperando su compostura y respiración más calmada, no hubo más palabras, solo una pequeña indicación de donde estaba el dormitorio, el peliazul se sentía nervioso, pero al estar frente la puerta, ya no había vuelta atrás.
Tocó dos veces, y un "pase" fue respuesta, no pudo soportar más la tranquilidad, su voz era real, era idéntica a la de antaño, abrió el umbral entonces cumpliendo todos sus sueños, en la cama yacía sentado el joven de pecas y su cabello crecido y suelto, parecía que su llegada había sido inesperada por el rubor que aumentó en sus pómulos, pero su expresión fue lo que más necesitaba, una tierna sonrisa con sus ojos brillando, su risa nerviosa y su tono que ya no poseía la misma seguridad que la primera vez, pero seguía siendo perfecta.
- ¿Acaso corriste hasta acá...?
- No pude evitarlo, te extrañé... demasiado.
Stave miró su propio estado; tras sobarse la nuca, alzó sus brazos algo temblorosas, Outer atinó a su apenada petición y a zancadas se acercó para poder proporcionarle un suave abrazo, uno que brindaba muchos sentimientos, el tierno amor que se tenían al darse un pequeño beso, ambos lloraron, pero de emoción.
El rubio pudo contarle algunas cosas sobre él, pudieron conocerse más, a Outer no le importaba que algunas cosas no hubiesen sido ciertas, no era lo importante al gustar todo de él, el peliazul veló en la noche, sin querer separarse del ensueño, Blard le invitó un poco de comida, sin interrumpir mucho de su reencuentro.
Resultaba que Stave no podría levantarse durante un tiempo, debido a su poca fuerza que quedó, pues tras todo su tiempo "fuera de su cuerpo", había estado en una especie de coma, solo que seguía respirando. Ese tiempo había gastado mucho de sus energías. Un día mientras se reponía; Outer le visitó, escribieron el resto de la historia del guardián y el elegido para cuidar del árbol además de la paz, y le dieron la carta a Dream quien sonriendo escribió ello para completar el libro del mito.
Podía la paz llenar sus corazones.
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Flor Andante. ¦ OuterStave
Fanfiction› Capítulos cortos. ›› Outer es un guardia entre las fronteras de razas contrarias, todo era una rutina de negar y discriminar, hasta el día que un joven rubio se acercó a él, y le hizo ver la belleza de la realidad.