Entré en aquella puerta. Esperaba encontrar pronto el alma pérdida.
Atravesé la puerta de roble. La sala en la que me encontraba tenía demasiado color, me dolían los ojos, todo brillaba demasiado. Estaba acostumbrada a ver la vida en blanco y negro. La idea que tenía sobre la vida era muy pesimista, me extrañaba ver tanto color.
Observé todo lo que había a mi alrededor, era yo. Pero apenas me acordaba de lo que estaba pasando. Intenté acercarme a la cuna que mi madre mecía...
Apenas tenía 1 año. Mi madre me estaba cuidando, mi padre me estaba arropando, me querían, me había pasado con ellos. No se merecían pasar malos momentos, solo estaban intentando rehacer su vida con esa nueva niña, yo no era quién para destrozar su nueva vida. Al fin y al cabo mí recorrido en la vida había terminado, estaba muerta y mi única meta era alcanzar la luz que me llevaría de vuelta a mi nuevo hogar. Estaba tan arrepentida...
Mi cara empezó a enrojecer, mis ojos se cubrían de lágrimas. Me sentía la persona más cruel que había existido.
-Dichosos los ojos alguien me dijo. Pero no vi a nadie.
Todo era demasiado raro.
-Si tú, es a ti. ¿No oyes? ¿Que es lo que haces aquí?
No veía a nadie, es cómo si la niña que estaba en la cuna dormida me estuviera hablando. Pero lo veía cómo algo imposible. Era tan solo un bebé.
¿Cómo podría hablar?
¿Cómo podría verme? Estoy muerta es imposible.
Y me di cuenta de que yo era la única que podía verme. Me iba a ir juntando con mis yo del pasado, ellas me irían diciendo que era lo que había perjudicado a las personas que había querido. Yo era la única persona con la que podía hablar y yo era la única que me podía ayudar.
Sí, esa alma que me crucé, me podía ayudar pero yo tenía que poner de mi parte.
Continué en busca de los errores de mi vida, iba ser el camino más largo que nunca había hecho. Seguí entrando en aquellas puertas que me llamaban. ¿En cuál estaría mi entrada hacía la luz?
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Un último adiós
ParanormalUn" supuesto" coma acabó con su vida, pero sus esperanzas de vivir seguían siendo infinitas. Su única manera de seguir era cruzando la luz, pero no todo es tan fácil como en los cuentos de hadas. Me gustaría dedicar este libro a ella IVRS.