Capítulo 15

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Les comenté a mis dos compañeros lo que me había pasado, pero cuando estuve a mitad de la historia, mi padre volvió a mi cabeza, recordándome que no tenemos un nombre secreto o en clave, sino que tenemos un nombre real, como cada persona en el mundo. Mis amigos me dijeron que que me había pasado y yo se lo conté.
Albert se opuso a la idea, pero Large quería tener un nombre real y yo quería que me llamaran Alvin, así que a Albert no le quedó otra opción más que aceptar el cambio de nombres, la incógnita vino con Large, que no recordaba nada de su infancia.
-Creo que me llamaré David.- dijo tras largos minutos de debate.- Siempre ha sido un nombre que me ha gustado.
-Vale, entonces ya estamos todos.- dije yo - Pero nos falta algo de personal, creo que no podemos parar la guerra de dos megaorganizaciones.
-¿Cuáles?- dijo Albert, que hablaba hoy por primera vez.
-La de Light, y la de los "sombríos".
-Pero le debemos la vida a esa organización.
-En el momento que cumplamos 18, esa organización nos borraría los recuerdos y seguramente nos harían pensar que somos atletas de alto rendimiento.
-Ah- concluyó David esta conversación.
-Bueno, ya que veo que habéis acabado os voy a mandar a la Tierra de nuevo, conozco a un par de amigos que son unos genios.
-A ver tío, yo sé que nos puedes teletransportar a cualquier lado con nuestro permiso, pero si no te lo dam...
Tiré a David y a Albert a la Tierra de nuevo, específicamente a Zaragoza.
"Me toca a mí" pensé yo, y las sombras recorrieron mi cuerpo como nunca, pero se me olvidó una cosa, si los enfrentamientos eran con armas blancas ya que era imposible que nos dieran con armas de fuego, decidí sacar un escudo del tamaño de mi tronco, que como ya os dije, soy grande y torpe, así que el escudo no fue que se diga muy pequeño.
Caí en Miralbueno, a una manzana de David y Albert.
-Eh,- dije yo -venir, que me he equivocado.
Vinieron sin rechistar, y fuimos a mi instituto antiguo, ahí había un doble mío que asistía a clase como cualquier otro chico de 15 años. Cuando él fue al baño, lo "incapacitamos" y me metí yo en su lugar. Solo quería hablar con Mark, el genio de mi clase, y dio la casualidad de que se sentaba al lado mío, así que le dejé una nota explicándole todo, y en el recreo me volví a cambiar por mi doble.
-Vale, me parece que la otra persona de la que os hablé se ha cambiado de clase- les dije a mis amigos -así que,... ¿alguna sugerencia?

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