3/6 Problemas con la alas

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Según esto, mi familia había invitado a cenar a Mal y a su madre. Pero el problema es que Maléfica esta buscando un hechizo y nos hemos dado cuenta que cuando se enfoca en algo, nadie la saca de eso hasta que lo encuentra. Mi padre parece que tiene otra "pequeña charla" con Gastón y mis hermanas fueron por el. Lo que significa que en vez de la hora y media- que es lo que duran sus "pequeñas charlas"- volverán en una dos horas, puesto que CJ puede unirse a ellos dejando a Harriet sola para calmarlos.

Y ahora, Mal y yo nos encontramos en la sala viendo la televisión esperándolos.

Me cuesta creer que en tan pocos días tantas cosas pasaron. El regreso de Maléfica, el saber que Mal es una hada y que tuvo su despertar, el que creara una puerta en la barrera. Es algo difícil de creer, pero bueno, si ella se hizo "amiga" de todos los de Auradon, casi roba la varita del hada madrina, venció a su madre, volvo a la Isla, y peleo con Uma; con ella todo es posible.

La miro de reojo como trata de acomodarse, pero sin éxito. Y eso se debe a nada más y nada menos por sus alas. A decir verdad, el verla con ellas siempre me deja mudo. Literalmente parece un ángel, pero no de esos que son todos blancos y tienen un vestido y una tiara de luz. No. Ella es más bien un ángel rebelde. 

Aunque no puedo evitar reírme de ella cada vez que, gracias a sus grandes alas, termina tirando libros o jarrones al pasar a su lado. O que no este acostumbrada a ellas y su peso que ha habido veces en las que termina cayendo sobre ellas y me recuerda a una tortuga que no se puede parar.

El verla en este momento, batallando para acomodarlas detrás de ella y, al creer que lo logra se le abren automáticamente soltando plumas a su alrededor, no puedo evitar reírme de ella.

-Oh, cállate Garfio- dijo viéndome enojada luchando una vez más con sus alas.

-¿Qué quieres que haga? Eres mi programa favorito- dije apagando la televisión pues ninguno de los dos le había puesto atención desde el inicio.

-Quisiera verte con ellas a ver si dices lo mismo. Agh, si no encuentro un hechizo para solucionar esto, tendré que crear uno- dijo rindiéndose con sus alas a lo que yo puse una cara seria.

-Mmm....yo digo que no es necesario- dije y, ante su pedido de que le explicara, me acerque a ella para acariciar una de sus alas captando toda su atención.

-Me gusta cómo te vez con ellas. Además, es tu forma de hada, debería de gustarte todas tus formas. Humana y hada. Puedes volar y tu magia aumentó gracias a ello. Y, siendo sinceros, sería una pena que las ocultaras- lo dije acariciando de arriba a abajo lo largo de esa ala sin despegar mi vista de ellos, pro lo que no noté el leve sonrojo en la cara de Mal.

-¿Enserio? Pero ¿que dices de mis cuernos? El tener las alas, y encima los cuernos, no sé....me siento extraña- dijo viendo para el suelo y así evitar que viera su cara.

Me le quedé viendo un rato hasta que desvié mi mirada a sus cuernos.

-Pues, para mi no te vez ni eres extraña. Sigues siendo tu- dije logrando que me volteara a ver sorprendida por mi respuesta. Aproveche para acercarme a sus cuernos y, como hice con su ala, los comencé a acariciar. Pero casi al instante ella se alejó tras soltar unas risas.

-......¿Mal?...- dije entendiendo su reacción.

-....¿Si?...- dijo nerviosa

-.......Eres sensible en los cuernos?....

-......Mi madre dijo que  son nuestro punto débil.....- dijo empezando a alejarse pues con esas palabras decidí molestarla un poco- Harry Garfio, aléjate de mi- trató de sonar firme al ver mis negras intenciones.

-¿O qué?- dije parándome del sillón

-O....o....-sin saber qué decir empezó a correr por toda la casa escapando de mi.

-¡Vamos! Solo quiero jugar contigo!- dije viendo que volaba al segundo piso para esconderse en alguna habitación.

-Ni loca jugaría contigo idiota







Y así fue que, tras las dos horas que mi padre y mis hermanas tardaron en llegar, encontraron a Harry, quien por fin había atrapado a Mal, haciéndola reír a más no poder.


Descendientes 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora