Tres deseos

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Descendientes no es mi historia. Solo me baso en ella. Todos sus derechos son de Disney. Yo sólo le doy una continuación diferente.




No sabría decir la hora exacta. Como estamos en uno de los escondites del "gobierno secreto", tanto puertas como ventanas están cerradas y ni un rastro de luz natural entra al lugar. Lo único que tenemos que evita que choquemos entre las paredes y nosotros mismo son las lámparas-viejas- del lugar.

Sinbad me trajo aquí después de nuestro paseo nocturno y me llevó a un cuarto para descansar y, después de una horas- aunque para mi parecieron minutos- volvió para decirme que era la hora de llegar a un acuerdo con su padre.

Ahora estamos frente a la puerta donde los miembros del "gobierno" y Aladdin nos esperan para dar comienzo a esto. Inhale lentamente tratando de calmarme cuando siento el brazo de Sinbad en mi hombro.

-Tranquila, no pasará nada malo, mi padre no es como la gente de Auradon o las demás alianzas- trató de darme apoyo a lo que sonreí levemente, peor aun no se me quitaba el miedo.

Viendo una vez más la puerta, los dos entramos llamando la atención de todas las personas, quienes la gran mayoría estaban sentadas de un lado de la mesa y solo una persona del otro lado, quien inmediatamente fijo su vista en su hijo.

-Sinbad, que bueno que lleee....-no terminó su frase pues, al igual que todos su mirada estaba sobre mi. La única diferencia es que solo él me miraba confundido y sorprendido. Los demás me veían con cariño pues al igual que Eliza me apreciaban por ser quien era y lo que había hecho.

-¿Padre?- la voz de Sinbad lo sacó de sus pensamientos y su mirada se volvió filosa pero ahora dirigida a su hijo.

-¿Sabes lo que significa esto? Por solo el hecho de que esté a tu lado es traición a Auradon. Dices que quieres que nuestro pueblo vuelva a ser el de antes pero, ¿cómo lo planeas si cometes actos que nos ponen como enemigos del reino de Auradon y todas sus alianzas? Quiero una respuesta válida para esto Sinbad

Su hijo no se inmuto. Al contrario, se puso firme y, tomándome de mi mano me llevo junto a él al par de sillas que estaban frente a su padre. Con la misma calma que ha mantenido le miró serio.

-Te agradecería que la trataras con respeto, después de todo ella es la que nos ha ayudado a conseguir llegar hasta aquí. Sin contar que es una amiga, y que posee mi plena confianza....padre.- sus palabras me llenaron de valor por la forma en que me defendió, junto al apoyo colectivo que dieron los demás miembros del gobierno- en especial el de Eliza quien me miraba con sumo cariño- debo darle poder a lo que dieron de mi, y al igual que Sibad, mire por primera vez a los ojos al rey de Agrabah.

-Y, efectivamente padre. Tengo una respuesta valida para to pregunta. Varias de hecho- y así, Sinbad contó la verdad sobre mi. Tal y como había hecho yo cuando nos conocimos.










-¿Y esperas que me crea que la princesa, futura reina, de Auradon hizo todo eso?

Todos nos quedamos en silencio dándole a entender que era verdad. Mire de reojo a Sinbad. Puede que todo este tiempo haya actuado como el príncipe que es... el líder que es, pero puedo ver cómo se muere de los nervios. Me recuerda un poco a mi, cada vez que enfrenté a mi madre o trataba de pedirle algo.

Descendientes 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora