Descendientes 3

Padres

Si hace unos días me dijeran que volvería a la Isla, y me haría amiga de los ex amigos de Uma y tanto su territorio como el mío lograran tener una alianza, te hubiera tomado como loco. Ahora me encuentro en la bahía con ellos. Después de ver tantas peleas entre Harry y Gil, poner miles de bromas en los barcos y pintarlos con sus C J y Harriet, y convivir con todos los piratas he llegado a acostumbrarme a ellos y cómo no, aprender una gran variedad de palabras de su vocabulario.

Garfio le había encargado limpiar los barcos a sus hijos y pues para hacer las cosas más fáciles y divertidas use un poco de mi magia para terminar más rápido. Claro que no hubiera sido divertido si de la nada alguien hubiera empezado una pelea con el jabón de los barcos. Poro doquier se veían personas cayendo por el jabón, lanzando agua o tirando a otros al mar. Tanto Harriet, C J y yo nos encargamos de tirar a Gil y Harry por la plancha directo al mar y aunque volvieron por venganza fue muy gracioso todo.

Al terminar, todos nos dirigimos a la cantina, ese se volvió como un punto de reunión. Estábamos tan concentrados en otra pelea de insultos entre el chico guapo y el chico pirata, la cuál se estaba poniendo reñida y me causaba tanta risa,pero la televisión detrás de la barra de bebidas nos distrajo y me quitó la sonrisa al instante por las voces que provenían de ella.

-A todos los reinos aliados a Auradon- Ben. Ben se encontraba en su sala detrás de su escritorio con los que antes consideraba mis amigos, Uma, la hada madrina y sus padres (aunque los últimos tres se encontraban algo lejos de ellos)- les pido su apoyo. Como ya sabrán hace unas semanas en la fiesta del barco en la que anuncie mi verdadero amor hacia Uma, la hija de Maléfica, Mal se fue de Auradon. En estos momentos la policía la esta buscando puesto que su ida es considerada traición. Necesitamos de su apoyo para encontrarla y apresarla, puesto que escapo tanto con su madre como con el libro de hechizos. Es una alerta roja, ella es un peligro hacia la paz que tanto hemos buscado.

-Y Mal, si nos estas escuchando- Eve tomó la voz- Entrégate y no hagas las cosas más difíciles. Sea donde sea que estés te encontraremos pues no queremos que le hagas daño a nuestro hogar y no lo permitiremos. Es tu elección, por las buenas o por las malas..... Gracias por su atención- la televisión se apagó.

Todos me estaban mirando. El silencio inundo el lugar mientras la tristeza y el odio se colaban en mí, y no era la única. Sin necesidad de voltear los a ver, sé que están igual que yo con respecto a Uma. Pero lo que ellos acaban de hacer es demasiado. Ahora soy buscada en todos lados. Todos lados salvo la Isla...aunque eso no es del todo cierto. Los villanos tarde o temprano me darán caza. Aún no logró aprender todos los hechizos de mi libro. Solo necesito un poco más de tiempo, es todo lo que pido.

-Oye, tranquila Mal, no te podrán encontrar aquí. Estas a salvo con nosotros- Harry me dijo tomándome del hombro. Es difícil explicar pero parece que el sabe exactamente todo lo que pienso y necesito. Puso su garfio en mi barbilla para alzarme la cara y vio lo que no quería que vieran. Vio mi debilidad- No te contengas, aquí todos te apoyamos. Llora todo lo que necesites dragoncillo- lo dijo con tanto cariño que sin pensarlo oculté mi cara en su pecho y empecé a llorar.

No soy para nada fuerte. Desde que ellos me dejaron no he dejado de llorar. Quiero ser fuerte. Necesito ser fuerte, pero no lo logró. Todo esto es demasiado para mí. Ya no sé que hacer. Si no fuera pro Harry, Gil y los demás ya hace tiempo que me habría rendido.

Pareció que mi llanto sacó a todos de sus pensamientos hacia Uma, pues Gil me abrazo por detrás para reconfortarme mientras que Harriet se acercaba y C J ( quien estaba a lado del televisor pues fue quien le apagó) agarro una cuerda del techo para balancearse y llegar a nuestro lado.

Me tomó un rato poder calmarme, pero lo logré. Apenada les di las gracias a todos por apoyarme y por suerte alguien empezó a soltar comentarios y chistes para cambiar el ambiente y hacernos reír a todos. Me tuve que sostener la barriga por la risa al igual que los cuatro que estaban a mi lado.