Descendientes 3

4/6 Entrenamiento

*Pasado*

-¿Cuántas veces te tengo que decir que pongas firmes los pies?- dije algo molesto viendo a Mal en el suelo frente a mi con su espada metros detrás de nosotros. ¿Razón? Entrenamiento con la espada. 

Digo, no es Taaaannnnn mala como el inicio. Pero aún así sigue siendo mala.

-En mi defensa, tu tienes demasiada fuerza idiota- dijo tratando de recuperar el aire pues hemos estado entrenando por más de una hora y sin descanso.

-Y tu una debilucha. ¿Segura que tu tiempo en Auradon no te volvió una princesita?- dije riéndome de ella a lo que me miró enojada y me lanzó lo primero que tenía a la mano, en este caso una botella que evité sin problemas.

-Toma en cuenta que estoy peleando con el hijo de Garfio. Tu eres el amo en pelea con espada infeliz. Y ahora si me disculpas, yo ya no puedo más.- dijo para después acostarse en el piso del barco.

-Vaya, me alagas pero eso no te salva Igna.

Dije mientras me acercaba a ella para acostarme a lado suyo. Escuche como replicó por su segundo nombre y un leve golpe en mi hombro, pero al no tener ya más fuerzas, no sentí casi nada y dejo su mano ahí para ya no tener que mover nada de su cuerpo.

Ambos nos quedamos viendo el cielo.  Yo pensando que tal vez me estoy excediendo con su entrenamiento pero....Le debo mucho, más aún por el hecho de que logró unir a mi familia a la de Gil. No es por obligación, es por que no quiero que nadie la lastime

 En este tiempo ella se ha vuelto alguien importante para mi. Una amiga. Nunca pensé que alguien más llegaría al mismo nivel que mis hermanas y Gil, pero Mal llegó a ese puesto en muy poco tiempo. Sin darme cuenta, ella se volvió mi mejor amiga, y por eso mismo quiero protegerla. Claro que siempre estaré a su lado para defender la de cualquier imbécil, pero eso no quita que no necesite aprender a defenderse.

Más ahora que me han informado que el territorio de los magos se ha enterado que ella esta aquí. No son tan peligrosos, pero los que si debo de tener un ojo sobre ellos son Zevon y posiblemente la hija del tipo de las muñecas. ¿Saddie? ¿Graddie? No importa.

Intentó moverme un poco para estar más cómodo pero me doy cuenta que Mal se ha quedado dormida.

La miró resignado pensando que tal vez me pase un poco con el entrenamiento de hoy y, cargándole al estilo nupcial, la llevo a mi casa. ¿Por qué no a la suya? Pues ya esta anocheciendo y, si es cierto que ellos se están poniendo en movimiento, no quiero dejarla sola.

Al llegar a casa, me encuentro con mi padre leyendo un libro mientras toma té. Se nos quedo viendo con duda a lo que yo solo le dije "Entrenamiento" a lo que él solo asintió pues todos ya saben que si no termina dormida, termina con su cuerpo todo adolorido.

Me despido y la llevó al cuarto de invitados, el cuál poco a poco se ha vuelto suyo pues ha traído algunas de sus cosas aquí al darse cuenta de que no se podía escapar de su tiempo de entrenamiento.

La acomodo en su cama y me dispongo a ir hasta que me topo con CJ en la puerta de la habitación con el ceño fruncido al vernos.

-¿Sabes? Deberías bajarle de intensidad a sus entrenamientos. Recuerda que su madre la educó más que nada en la magia y nuestro padre en combate. No esta acostumbrada

-....Lo sé, pero no quiero que la lastimen....es mi amiga

-Aja, si, amiga.- dijo con una sonrisa divertida en su rostro

-¿A qué quieres llegar con eso?

-A nada. Dejaré que tu lo averigües solo. Pero hablando en serio, bájale al entrenamiento- y sin más se fue dejando a su hermano confundido por sus palabras. Se volteó para mirar a Mal quien dormía profundamente.

-Es mi amiga....y no quiero que la lastimen

Y sin más salió de la habitación pensando si debía de bajar el nivel de entrenamiento de Mal.

Pobre Harry, si supiera que tanto entrenamiento hizo que Mal fuera capturada fácilmente por Zevon, no habría exigido tanto de ella.

Aunque por otro lado, si Freddie no les hubiera avisado del peligro de Mal, y si no la hubieran salvado del juicio; aún seguiría pensando que lo que siente por Mal es solo amor de amigos en vez de otra clase de amor