Descendientes 3

1/6 Bienvenida a casa

-....y por esa bromita que hicieron, rompieron el piso de MI barco- escucho a C J  quejarse señalando a los "responsables" del daño de su barco mientras que Zevon se aguantaba la risa y Gil....bueno, a el no le importa ocultar nada a nadie y se reía a más no poder-.

-Hermana, en primera, es tu culpa por no dejarles descansar. Los tienes trabajando dos días seguidos. Y en segunda, con un demonio no es tu barco es el mio!

-JA, lo siento hermanito pero desde que trabajas con Gil como "consejero principal", tu barco ahora es mio- dijo poniendo sus brazos en sus caderas de forma retadora. Y yo, estaba contando hasta cien para no irme contra ella pues ahora es la consentida de papá y no quiero problemas con él. Parece que lee mis pensamientos por lo que una sonrisa burlona apareció en su linda e inocente cara- Je, cobarde.

-Jajajajajaja, tu hermana te tiene corto Harry- la risa de Gil y de Zevon no ayudaron mucho que digamos a controlarme, pero lo bueno es que con ellos si me puedo desquitar a golpes.- Ay, idiota. ¿Por qué golpeas a tu jefe?

-Por que mi jefe es un baboso- los dos nos pusimos en posición de pelea pero el brillo de nuestras pulseras nos detuvo y todos nos pusimos en silencio mientras veíamos a la dirección donde hace unos meses Mal había hecho una puerta para poder salir.

-....Chicos- la voz neutra de Gil me dijo lo que tenía que hacer con solo llamarme. Le habíamos pedido a Maléfica que nos creara una pulseras que brillaran si es que alguien se acerca a la Isla por la puerta que Mal logró hacer. 

Todos nos vimos en silencio para a continuación tomar nuestras cosas e ir a la puerta. 

-Hasta que llegan- dijo Maléfica a lado de nuestros padres, Freddie, Dizzy, Harriet y el resto del consejo. Todos nos encontrábamos en el límite de la Isla frente a la abertura de la barrera.

-Estábamos del otro lado de la Isla, no fue nuestra culpa- dije con un suspiro.- Eso y que este idiota  se nos estaba perdiendo- señale a Gil quien fue visto por todos resignados.

-Que se le puede hacer, su sentido de la orientación no da para tanto-me apoyó CJ

-Y pensar que este es nuestro líder- dijo Freddie.

-¿Si sabes que estoy aquí verdad?

-Si, y no nos importa idiota- le dije

-Cállate imbécil

-Obligame

-Se callan o los callo- exclamó Maléfica cansada de la discusión asustando a los presentes al ver brillar su báculo, pero solo lo usó para hacer parecer un espejo donde se podía ver unas figuras acercándose a la Isla- mm... usan capuchas, no logró ver sus caras- dijo a la vez que enseñaba la imagen a los demás.

-¿Qué hacemos? ¿Los dejamos entrar?- preguntó Dizzy algo nerviosa por los desconocidos.

-Es mejor que no, no sabemos quienes son- dijo CJ

-Pero, ¿y  si son viajeros y necesitan descansar?-replicó Harriet

-¿Y si son de Auradon y vienen a comprobar que sigamos encerrados y sin algún medio para salir? Yo digo que hay que ahuyentarlos.

Y así es como todos se pusieron a discutir sobre qué hacer. Yo solo me les quede viendo un rato hasta que decidí ver nuevamente el espejo de Maléfica para ver a los extraños. Ahí me dí cuenta de que estábamos en problemas.

-¡Cierran la boca!- les grité a los que todos me voltearon a ver mal

-No uses ese tono conmigo Harry. Tenemos que ver qué vamos a hacer- me dijo mi padre a lo que solo lo mire enojado

-Por si no se han dado cuenta, ellos ya están- no pude terminar mi frase por que una voz desconocida apareció a nuestras espaldas.

-Creo que esto es una bienvenida- la voz masculina se hizo presente. Como acto instintivo, todos sacamos nuestras armas. Mi padre y Gastón fueron los primeros en actuar y con sus pistolas dispararon. Pero tal parece que el de la voz también viene armado pues sacó una espada con la que desvió las balas- y parece una calurosa bienvenida

Gil, Zevon y yo nos pusimos frente a las chicas mirando atentamente a los dos extraños. El de la espada parecía bastante entretenido mientras pasaba su brazo alrededor de su acompañante que parecía bastante incómodo con el contacto.

-¿Quiénes son y qué quieren aquí?- Gil habló tomando su lugar como el líder. Los dos se nos quedaron viendo sin contestar, hasta que la risa del segundo de ellos se hizo presente. Un escalofrió recorrió mi espalda al escuchar esa risa de mujer que se me hacía conocida.

-¡Vaya! ¿Tan rápido se olvidan de mi? Que crueles son- aquella silueta poco a poco acercó su mano izquierda a su capucha para retirársela  dejándome sin habla.

Todos bajamos nuestra guardia al ver a la persona  que extraña vamos desde el momento en que se fue. Yo, solo pude quedarme le viendo. Memorizando todo de ella pensando que es un sueño y que en cuanto despierte ya no estaría a mi lado como en todos mis otros sueños.

-Hasta parece que vieron un fantasma. Que ni me fui por tanto tiempo- dijo con una gran sonrisa en su cara.

Su madre y las chicas fueron las primeras en reaccionar y se acercaron a ella abrazándola y dando le la bienvenida. Seguido de ellas fueron los chicos y los demás miembros del consejo. Pero yo aún no podía creerlo.

Salí de mi shock al momento en que ella se me acercó y me inundó con su esencia. Aquella que había extrañado por mucho tiempo.

-Creo que te perdimos Harry- dijo con una sonrisa.

En ese momento, mi cuerpo actuó por si solo y la atraje a mi en un abrazó que no dudo en corresponder. Oculté mi cara en la unión de su hombro y cuello respirado su aroma de mar y flores que tanto me embriagaban.

No me importaba nada más, solo quería quedarme así con ella......pero me olvide que teníamos un público muy molesto.

-Deja de acapararla idiota, que nosotras también queremos estar con ella- dijo Freddie terminando nuestro abrazo y mirándome de reojo- al igual que los demás- con una sonrisa burlona a la que mire mal.

-Vaya Mal, parece que tenías razón. Jamás creí ver a los hijos de los villanos, y a los mismos villanos como los estoy viendo ahora. Creo que equivoque- dijo el chico que se acercó a Mal rodeando su hombros captando la atención de todos.

-Bueno....¿quién es tu compañero Mal?- dijo Gil tratando de aparentar su ira.

-Oh, perdón.....Bueno, él es Sinbad.....príncipe de Agrabah- dijo con un suspiro viendo de reojo a su acompañante- digamos que decidió auto-invitarse a la Isla.

El supuesto príncipe nos saludo a todos uno por uno. Pero cuando llegó mi turno, el y yo solo nos dimos un apretón de mano a lo que los dos pusimos demasiado fuerza mientras nuestras miradas se peleaban.

-Sinbad, un gusto.

-Harry Garfio, el gusto es mio

En definitiva no me agrada este chico