Maratón: "Mejores amigos"

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PoV Evie

Siempre envidie a las chicas de Auradon. Todas buenas. Todas hermosas. Todas perfectas. Y eso solo gracias a la sangre que llevan como hijos de los buenos de los cuentos de hadas. Entonces, ¿qué es de los hijas de los malos? Son los repudiados y juzgados incluso antes de hacer algo. Era lo normal, y más aún al ser los hijos de la Reina Malvada, Jafar y Cruella de Vil. Desde pequeños estuvimos juntos, odiando nuestras vidas y defendiendonos los unos a los otros. Solo tratando de sobrevivir a este cosa de vida. 

Entonces llegó el día en que nuestros padres nos dijeron que nos juntaramos en la "escuela" con la hija de Maléfica puesto que se habían vuelto los aliados de su madre. No mentiré, no quería conocerla. Es decir, ella ES la hija de la villana más malvada de todos. No sabía qué clase de persona era, pero por los rumores que he escuchado parecía la digna hija de Maléfica. Era como si nuestros padres nos dijeran "Vayan a ver si sobreviven y si no, no se molesten en regresar". No teníamos más opción.

Llegando a la escuela nos reunimos los tres en busca de apoyo. Carlos me tomaba disimuladamente la mano para calmarme mientras Jay miraba alrededor en busca del singular cabello morado que nos comentaron nuestros padres que tenía ella. Al ser criados juntos, nos teníamos del uno al otro para sobrevivir en este lugar, y ahora enfrentaremos a alguien que muy probablemente nos vea como un nuevo juguete, pero los hijos de los villanos no deben mostrarle miedo a nada ni a nadie. 

Al cabo de un rato la vimos. Se había detenido en la entrada de la "escuela" mirando a Harry Hook, hijo de Garfio y a Gil, hijo de Gastón. Sus ojos grises, pareciese, perforaban al par en busca de algo que no tenía ni idea de que era. Suspire hondo y miré a los chicos para encaminarnos hacia ella. No podíamos dejar que su atención se fijase en los hijos de los otros territorios.

Con una gran confianza y seguridad falsas en mi voz, la invite con nosotros logrando que todo s nos pusieran atención pues era hora de que la hija de la villana más poderosa eligiera a sus aliados. Vi cómo me miraba perforando mi ser en busca de alguna amenaza o algo que le llamase la atención. Lo mismo hizo con Jay y al último con Carlos, quien sí pareció levemente asustado de ella pero rápidamente lo disimuló. El nerviosismo y el miedo de fracasar a mi madre aumentaron al ver cómo de reojo veía al par de piratas con aquella mirada que tenía en el momento en que entró.

Después de un tiempo, y con la atención de todos- en especial la de los piratas-pues también notaron su mirada disimulada- ella caminó a paso lento y despreocupado hacía nosotros, sacándome un gran peso de encima. Le cumplí a mi madre, lo que significaba que por el momento me salvé de sus castigos- lo cual probablemente serían latigazos o venenos.

Pasados los días se volvieron semanas, y las semanas en meses; y en todo este tiempo no hemos sidos capaces de entablar una charla con la hija de Maléfica. ¡Ni siquiera nos ha querido decir su nombre! A lo que sé, solo su madre lo sabe por obvias razones, pero no nos ha dirigido la palabra nunca. Solo llega y se queda a nuestro alrededor sin participar en nuestras actividades para mantener nuestra reputación. No es que ella lo necesite, pues con solo su actitud y frialdad, su reputación va en aumento.

Estaba frustrada, en todo este tiempo no he podido bajar mi guardia en su presencia por la falta de confianza. Aquí cualquiera te puede apuñalar por la espalda y solo puedo confiar en los chicos para bajarla. Pero el que ella esté siempre aquí me llena de estrés. Eso es malo para mi piel.

Cansada, decidí ir a pasear sola un momento para recuperar fuerzas y buscar una forma de sobrellevar esto. Está más que claro que ella no nos quiere a su lado y solo lo hace por su madre, igual nosotros pero no puedo más con todo esto.

Descendientes 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora