Descendientes 3

Pelea y hechizo

Descendientes no es mi historia. Solo me baso en ella. Todos sus derechos son de Disney. Yo sólo le doy una continuación diferente.

PoV Mal

Me di la vuelta lentamente para ver a Uma quien parecía que se encontraba en medio de un mar de emociones. ¿Y quién no? Si no que hasta un momento que unos recuerdos olvidados aparecieron frente a nosotras revelando una amistad perdida. A decir verdad todo tiene sentido ahora, pues nunca supe cómo fue que la enemistad empezó. Solo el momento en que estaba a escondidas con Freddie y Zevon en el territorio pirata para después tener esa disputa con Uma.

Nunca le di tiempo para reflexionar la rivalidad. Aunque tampoco lo tuve pues después de ese escándalo mi madre decidió castigarme y ser la hija de Maléfica que esperaba. Casi no salía a no ser que lo hiciese por la noche para ver a mis dos mejores amigos o a mi hermana adoptiva Dizzy. Y así fue hasta que llegó el momento de empezar la "escuela" en la Isla donde tuve que seguir las ordenes de madre y acercarme solamente a los hijos de sus compañeros villanos. Pero no puedo decir que me arrepiento de eso... Pero el hecho de que todo fue, una vez más, producto de un hechizo es un gran golpe.

Puedo ver de reojo cómo las imágenes de los recuerdos olvidados se van esfumando lentamente hasta que nos vemos rodeadas nuevamente por la oscuridad. Ahora que no pienso, ¿cómo es que las dos estamos aquí? Probablemente por que las dos formamos parte del hechizo, no lo sé. Pero no es momento de pensar en esas cosas.

Vuelvo a central mi atención en la hija de Úrsula. Su mirada sigue fija en el punto donde aquellas imágenes se proyectaron, como si esperase que vuelvan a aparecer y nos muestren que lo de hace rato fue una mentira. A decir verdad, yo también quisiera que eso pasara. Y es que hemos vivido toda nuestra vida, o por lo menos la vida que hemos construido a partir e los recuerdos que nos dio el hechizo, odiándonos. O por lo menos es lo que Uma ha sentido hacia mi...

-Uma...- al final mi voz encontró el camino para salir y pronunciar a voz de la que en algún momento fue mi amiga. Por lo visto logró sacarla de sus pensamientos y dirigió la mirada hacia mi. Ninguna sabía qué decir a continuación y a la vez no queríamos hacerlo. Podía decir que, en el momento en que alguna de las dos diga o haga algo, romperá la frágil linea de silencio y paz que se ha establecido.

-....Eso es mentira, ¿verdad?- quién decidió romperla fue ella. Al escuchar su voz calmada pero asustada me hizo ponerme recta. Jamás la había escuchado así. Siempre daba a conocer su valentía y osadía. El escuchar un tono de voz diferente al que siempre utiliza es bastante raro. Me tomó un tiempo poder procesar su pregunta, pero no me dio tiempo de contestarle puesto que tomó mi silencio como una respuesta.- No... esto debe ser una mentira. Tu hiciste esto para confundirme. Esto es obre tuya.

-Uma, ¿enserio crees que es obra mía? Mira a tu alrededor, estamos solas en un lugar oscuro sin inicio y sin final. ¿En verdad crees que nos traje aquí y que cree esas imágenes? - Era como si estuviésemos debajo del agua. Y nuestras voces flotaban como ondas moviéndose a todo nuestro alrededor seguidos por suaves ecos detrás de ellas. Incluso podría jurar que de la nada el piso desaparecía y nuestro cabello al igual que todo nuestro cuerpo flotaba en este espacio en negro.

Pude ver la vacilación en Uma. Ambas sabíamos la respuesta a mi pregunta pero pareciera que le era difícil aceptarlo. Y lo entiendo ya que en cierto punto....me recuerda a mi.

El sentirse sola pese a que esta rodeada de personas que te conocen por el nombre de tu madre.

El tratar de obtener la aprobación y amor de tu madre actuando como ella quiere y olvidando quien eres.

El fingir ser otra persona para que te noten.