I'M A ZOMBIE [Zombie Tord Y Tú]

VII

[Días después]

El sonido de las botas de dos hombres retumbaban los pasillos solitarios, se encontraban caminando en dirección hacia la sala del líder de la armada. Estos vestian trajes formales negros y en sus cabezas se hallaban sombreros cortos que los cubrian.  El más joven tenia cabellos negros y sus ojos eran de un color verdoso demasiado hipnotizante mientras el contrario era un chico de cabellos amarillos  y sus ojos eran del mismo color que el anterior.

Al llegar, se posarón frente a la gran puerta de madera observandoló sin ninguna expresión en su rostro. Tocarón la puerta tres veces, esperando a que las abrieran.

No respondieron.

Tocarón otra vez pero con un ritmó más fuerte que el anterior esperando a que las grandes puertas se abrieran. Pasos se lograron escuchar desde el otro lado de la puerta, para después escucharsé el sonido de la perilla ser abierta y así lograr observar al hombre que habian estado buscando.

—Líder Anderson—pronunció el hombre pelinegro—, Podemos saber ¿por qué no se a presentado a ninguna reunión en la sala de conferencias?—preguntó con seriedad esperando respuesta del hombre que se encontraba en frente.

El líder solo alzó su rostro dejando ver pequeñas bolsas negras debajo de sus ojos dando a entender que no habia descansado estos días, su rostro demostraba cansancio y su vestimenta solo era una camiza formal blanca que se encontraba desabrochada los primeros botones de este y unos pantalones negros igualmente formales un poco desarreglados.

—Yo...en verdad lo lamento señores—respondió con desgano bajando la mirada—, pero he estado abrumado estos días y...—el otro acompañante lo interrumpió.

—Ya nos enteramos sobre la desaparición de sus hijos Líder Anderson—aclaró alzando una mano en seña de silencio—, pero las juntas son más importantes y necesitamos de su asistencia para los futuros planes de la ciudad.

—Tal vez usted deba olvidar el tema de sus hijos de una vez—añadió el contrario—, ya que eso le impide realizar su trabajo correctamente Líder Anderson.

El líder cambió su expresión a una de enojo al escuchar lo dicho del hombre que tenia frente a él, sintiendo dentro de él una gran furia y unas grandes ganas de golpearló.

—¡Ustedes dos!—señaló con su dedo a ambos hombres quienes solo fruncierón el ceño ante lo alto que sono la voz del líder dirigida hacia ellos— ¡Están diciendo ¿qué olvide el tema de mis hijos por una tonta conferencia de autoridades?!—aclaró con enojo.

—Líder Anderson—alzó la voz el hombre pelinegro—, calmesé.

—¡NO!—gritó—¡No voy a ir a ninguna de esas malditas conferencias solo por que ustedes me lo ordenan, estoy cansado de oir sus estúpideces sobre los ciudadanos! ¡Yo no voy a dañar a nadie más de este lugar como ustedes lo hicieron!—aclaró mientras los miraba con enojó y señalaba con su dedo a los dos hombres.

—Tenga cuidado con lo que dice, Señor Anderson—amenazó el hombre rubio frunciendo el ceño y mirando con mala gana al líder.

—¡Púdranse!—dijo por último antes de entrar y cerrar de un azote la puerta en los rostros de los dos hombres.

Los dos hombres solo se dieron la vuelta y comenzarón a caminar para retirarse del lugar. Nunca se dieron cuenta que un soldado de pelo largó habia escuchado toda la conversación desde un principio.

—... ¿Qué es lo que esconden?—se preguntó a si mismo comenzando a caminar hacia un lugar indicado.

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