I'M A ZOMBIE [Zombie Tord Y Tú]

XII

La velocidad en la que íbamos era pésima, tengo que aceptar que no tuve que haber accedido a aquella pelea—ya que me dejó muy mal herido—, además de ahora ser una presa fácil para los esqueletos por este estado.

Expliquemos bien esto, primero ¿Qué son los "esqueletos"?—o cómo yo los digo "huesudos"—son zombies como nosotros pero muy diferentes. Se puede decir que hay una temporada en donde nosotros podemos llegar a cansarnos de la piel que nos cubre y ahí es donde comenzamos a arrancarla de nuestra carne, quedando como seres vivientes sin piel y ojos. Nuestras partes internas se pudren completamente con el tiempo por lo que el cerebro también lo hace, impidiendo lós pensar y recapacitar. Esa es la razón por lo que se comen todo lo que tenga un palpitar de corazón, y yo...no soy la excepción ahora.

¿Por qué digo esto? La respuesta es sencilla, T/N me ha cambiado por completo y por estos días aquel palpitar que he sentido en mi pecho solo puede significar una sola cosa...y esa cosa es que ahora los esqueletos pueden comerse mi carne, qué maravilla.

Regresando a la maravillosa escena en que T/N y yo nos encontrábamos, pues debo decir que las heridas que Tom me causó no ayudan, más bien, me retrasan. Corriamos desesperadamente, pues estos parecían ser más rápidos que nosotros y eso no era bueno.

Los pasillos eran estrechos, parecía que solo había una línea recta por la que corríamos hasta llegar a una puerta —que se encontraba tal vez como adorno—, que conectaba a otro camino. Y para nuestra "buena" suerte estaba cerrada.

—¡T/N, están...cerca!—la alerté mientras la ayudaba a empujar la puerta para que se abriera.

— ¡Ya lo sé, no estoy ciega! —respondió ella con el ceño fruncido.— ¡Además me debes una explicación de cómo ahora puedes hablar claramente!-habló dando empujones más fuertes.

—¡No lo sé!—le dije mientras daba un empujón fuerte y mágicamente la puerta se abría, dejándome caer al suelo.

El grito desgarrador que venía de los huesudos nos alertó, así que ella me ayudó a pararme y con un casillero que se encontraba a un lado de la puerta la trabamos, impidiendo que pasarán.

—¡En sus caras feos zombies!—dijo T/N con una sonrisa victoriosa mientras los señalaba con su dedo, luego miré que se sorprendió y luego me regresó a ver con una sonrisa fingida—...Sin ofender.

Le dí una señal de que no se preocupara, igualmente estos zombies si que eran más feos que yo. Decidí que era mejor seguir, por lo que dejamos eso de lado y continuamos nuestro camino.

Llegamos a un lugar abierto que estaba muy cerca de una salida. Pensé que por fin íbamos a salir de aquel edificio, sin embargo, lo pensé antes de tiempo. Tres esqueletos aparecieron frente a nosotros impidiendo que salgamos.

Me pusé frente a T/N para protegerla, ella se apegó a mi con un fierro de metal en su manos; Ni idea de dónde y cuándo lo obtuvo.

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Los tres zombies se mantuvieron parados observando el camino por donde fue su amigo el de cuernos. Que lo esqueletos los hayan ignorado no era gran cosa, siempre lo hacían; Pero si te ignoraban por algo o alguién no era para nada bueno.

El de cuencas no iba a quedarse cruzado de brazos—aunque casi no podía, la mordida que Tord le dió en su brazo derecho le arrancó casi la mitad del tejido muscular, debilitando un poco de los nervios que lo manejaban—, por lo que pensó en ir por una ruta más corta hacia la supuesta salida que se encontraba por ese camino.

—¡Matt...Paul!—llamó la atención de los otros dos como de los demás— Llevenlos...al refugio.

Los otros dos captaron la idea que tenía el de cuencas por lo que solo asintieron y se retiraron del lugar seguidos por los otros. El de cuencas se dispuso a ir por otra ruta y encontrar a la pareja en apuros.