I'M A ZOMBIE [Zombie Tord Y Tú]

V

Un chico de sudadera verde junto a dos personas más corrian rápidamente entre los escombros de casas, carros y a su vez animales. El oji verde era por ahora el líder de aquel pequeño grupo, intentaban llegar a tiempo ya que todo se oscurecía a su alrededor.

-¡Corran!-gritaba el oji verde al observar como un grupo de zombies corrían trás ellos, sentía que no llegarían, pero sus pensamientos fueron borrados al observar como soldados salían del otro lado y comenzaban a disparar a los zombies que los seguían.

-¡Disparen!-gritó un soldado-¡Ustedes, Vengan!-señalo al grupo, el oji verde no tuvo más que correr hacia el soldado y dejar que lo investigasen que no este infectado

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-¡¿Por qué no la ayudaste?! ¡¿Por qué no hiciste algo?!-gritó con todas sus fuerzas el lider de la armada dando un golpe en la mesa que se encontraba frente a él ocasionando que el oji verde diera un salto-...no...mis niños-susurró con dolor y enojo.

El oji verde habia sido llevado ante el líder de la armada para que relate todo lo ocurrido y lo que había pasado con su hija e hijo. El líder al escuchar sobre lo ocurrido, se enfureció tanto que si no fuera porque sentía empatía del muchacho este ya estuviera dado por muerto.

-...Patryck-llamó el nombre de uno de los soldados, quien solo se acercó hacia su líder sin ninguna expresión -. Llevateló.

Este solo respondió por un asentimiento, y agarro al oji verde de los hombros para llevarselo a fuera de la base. El oji verde sentia culpabilidad, no habia hecho nada para ayudar a su amiga y al hermano de esta, se sentía un completo cobarde.

Cuando llegaron a la salida, se quedaron observando su alrededor, gente caminaba otros corrian, niños jugaban y reían y los soldados rondaban. Se sentían como si estuviesen en guerra.

-Será mejor que vayas a casa, Edd-dijo mirandolo con tristeza mientras el otro solo suspiraba con melancolía comenzando a caminar en dirección a su hogar-. Adiós Edd.

Cuando llegó a su hogar, sacó sus llaves de su bolsillo para después introducirlas en la perilla de la puerta y así poder entrar por ella. Encontró a su pequeña gata dormido en uno de los muebles de su departamento, cuando el felino lo vió se levanto de donde estaba y se acercó hacia su dueño acariciando sus piernas con su cuerpo. Edd rió por aquello, queria demasiado a su gata, después de todo era su única compañia en aquel solitario lugar.

Al terminar de hacer todos los deberes del hogar, se dirigió a su habitación para descansar, aún seguia preocupado por su amiga.Tiempo después buscando una pijama entre su ropa encontro una foto que se le hacia demasiado melancólica con solo verla. En aquella foto se podía ver a él sonriendo mientras era abrazado por un chico de cabellos naranjos quien solo sonreia de la misma forma.

Una dolorosa presión en su pecho sintió, olvidar a la persona que más quizo en su vida era muy difícil tanto para él como para muchos y encima tenía que soportar la perdida de su amiga...su única amiga. Lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas hasta terminar en la punta de su barbilla, lo extrañaba. Lentamente se acosto en su cama aún con la foto en sus manos, y al taparse abrazó la foto como si de un peluche se tratará mientras lloraba en silencio recordando aquellos momentos que habia pasado tanto con su amiga como con el amor de su vida.

-¿Sabes porque agradezco haberte conocido?-preguntó un chico de cabellos naranjos sentado en el pasto observando el anochecer.

-No ¿Por qué?-preguntó dudoso sobre la respuesta del otro, pero se puso nervioso al ver como el contrario regresaba a verlo con un pequeño rubor en sus mejillas.

- Porque cada vez que estoy contigo, siento que no estoy solo en este mundo, me siento que estoy acompañado por el ser más precioso del mundo, después de mi claro.- El oji verde con las mejillas sonrojadas solo soltó un risa ante el narcisismo del contrario, solo lo soportaba porque lo amaba y mucho.

Lástima que no todo dura para siempre.

-¡Pastelito!- gritó una chica desde lejos atrayendo la atención del contrario-, ¿Cómo estas? mi amigo.

-T/N ya te dije sobre el apodo de "pastelito"-se defendió el oji verde viendola con cara entre molestia y gracia a su amiga, quien solo soltó un carcajada grande ante lo dicho.

-¿Por qué te molestas pastelito?-rió-, te llamo "pastelito" porque eres tierno Edd, ya te lo dije mucho antes.

-Si ya lo sé, pero es que me siento muy alagado por eso y no me gusta-rió-. No estoy acostumbrado a ser muy alagado.

Aquellos recuerdos lo rompían más de lo que ya estaba, las lágrimas no paraban de salir de sus ojos. Se sentia culpable, se sentia cobarde...se sentia un idiota. El cansanció le impidió seguir recordando por lo que cerró sus ojos llorosos y cayó en los brazos de morféo. Su gata al sentir la melancolía de su dueño decidió acostarse y dormir cerca de este.

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-Lider quieren verlo en la sala de conferencias...-dijo el soldado de cabello largo a su líder quien se encontraba sentando en su silla giratoria mirando a otro lado. El otro al escuchar lo dicho por el soldado solo dió un gran suspiro melancólico.

-Diles que cancelen la cita, no iré-ordenó, mientras el otro solo obedeció a lo dicho de su líder y se retiró del lugar, el hombre solo observo el cielo que era alumbrado por las estrellas desde su ventana.

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-El líder no se presentará hoy a la sala de conferencias por lo que queda como cancelado, será para otro momento señores-dijo el soldado de cabello largo observando a las autoridades que se encontraban frente a él-. Si me disculpan, tengo que volver a mi puesto.

Salió de la sala sin decir niguna otra palabra y sin una expresión en su rostro, caminó sin rumbo alguno por los pasillos de aquel edificio, llegando a su puesto que era alumbrado por una de las ventanas por donde entraba la luz que emergía de las estrellas. Se acercó a verlas y disfrutar de su bello brillo.

Tal vez no tenía un buen trabajo, pero no le importaba. Tan solo era proteger a los ciudadanos del otro lado, algo fácil ¿no? pues para él era diferente. Se preguntaba por qué aquel muro de metal ya habia sido finalizado mucho antes de que la infección llegasé, millones de preguntas rondaban en su mente, pero a ninguna las encontraba una respuesta lógica; sin más dejó aquello de lado dispuesto a seguir con su trabajo.

Lo que él no sabia, era que aquellas autoridades ocultaban un secreto demasiado fuerte y escalofriante.

▪C O N T I N U A R Á▪

Muchas gracias a todos por votar y comentar.
Estoy tan sorprendida y emocionada por la cantidad de votos que hay con tan solo 4 capitulos (y con este cinco).
Me alegra saber que les este gustando el ritmo de la historia.

Sin más que decir mando muchos besos y abrazos desde el otro lado de la pantalla(♡)

-latomatito-