I'M A ZOMBIE [Zombie Tord Y Tú]

XXII

Silencio.

Silencio era todo lo que se presenciaba en toda la habitación, la científica miraba con terror todo lo que ocurría, sin embargo, el ex-líder se mantenía firme y con una mirada seria fijada en el zombie frente a él quien no se había movido de su lugar desde que la puerta trás suyo había sido abierta.

El ex-líder intentaba averiguar cuál sería el movimiento que el zombie quería dar, pero ante todo simplemente no logró nada pues el zombie no daba nisiquieta alguna señal de vida.

-- ¡Oye! --llamó un poco temeroso pero manteniendo seriedad en sus palabras, sin embargo, no obtuvo nada como respuesta--  ¡Te estoy hablando zombie, date la vuelta y mirame! Sé que me entiendes. --volvió a hablar frunciendo su ceño al mismo tiempo.

-- Arthur, cr-creo que será mejor dejarlo en paz. --aconsejó la científica mirando al ex-líder desde lejos.

Tenía miedo, claro que lo tenía. Hace un rato vió como el zombie había reaccionado violentamente ante las palabras hirientes del ex-líder y siendo sincera la científica no quería volver a ver tal reacción, pero el hombre frente suyo no ayudaba.

-- No, pondré a este idiota de nuestro lado lo quiera o no. --negó manteniendo su mirada fija en el zombie frente a él.

-- B-bueno, pero al menos no seas rudo con él --añadió--. Intenta ser amable.

-- ¿Intentar ser amable? --pregunto con sarcasmo-- JA! Ni que fuera mi madre. --la científica solo lo miró con desaprobación mientras el soldado desvíaba su mirada del zombie para poder ver a la mujer trás él.

Grave error.

El zombie se paró rápidamente del suelo, sin importarle su herida en su pierna, para después agarrar al ex-líder por su garganta y empujarlo contra la pared mienttas mantenía aquella presión en su cuello asfixiando al hombre poco a poco. El ex-líder sintió el verdadero terror al ver la mirada asesina que el zombie le otorgaba, ese ojo rojo que lo observaba fijamente se intensíficaba mucho más cuando hacía presión en su cuello ocasionando que sintiera el mismísimo infierno en todo su cuerpo.

Verónica miraba con terror la escena, todo había pasado tan rápido ante sus ojos que su cerebro no realizaba ningúna idea para poder para todo eso. Sentía su corazón latir rápidamente queriendo salir de su pecho y a su vez sintió unas ganas de vomitar que la carcomían con el pasar de los segundos.

-- Ya te estoy mirando... --habló el zombie con una voz realmente gruesa haciendo que ambos adultos temblaran antes tal sonido.

Arthur solamente lo miraba demostrando terror en su rostro, sentía su saliva recorrer su boca hasta su barbilla al igual que el aire intentar pasar por su garganta que la presión en la misma se lo impedía. El zombie sonrió ante eso manteníendo su mirada fija con la del ex-lídef, aumento la fuerza en su presión viendo como el rostro del soldado cada vez se volvía rojo y sudoroso, al mismo tiempo que de sus ojos lágrimas salían.

-- ¡BASTA! ¡SUELTALO POR FAVOR! --gritó la científica desesperada mirando como el ex-líder iba muriendo poco a poco causa de la asfixia-- ¡POR FAVOR! --rogó sintiendo sus lágrimas recorrer su rostro.

El zombie no hizo caso al grito y siguió con su acción disfrutando ver como el ex-líder iba muriendo frente a él. La científica no iba a dejar que matarán a su amigo por lo que agarró un palo de madera gruesa de por ahí y acercándose al zombie rápidamente lo golpeó en la cabeza intentando calmarlo. Sin embargo, solo consiguió que el palo se rompiera y el zombie soltara al ex-líder, quien solo al caer al suelo tociera múltiples veves intentando recuperar todo el aire perdido, y la regresara a ver con una furia desconocida que la hizo sentir como si hubiera cabado su propia tumba.