~ 004: Inapropiado ~.
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.No sé a que punto de aburrimiento llegué a tal punto de querer descargar alguna app que me entretenga, lo único que no tenía planeado es que fuera una app de hablar con desconocidos.
A lo que a mi me respecta, jamás me había interesado en una de estas apps, hasta ahora me han escrito tres chicos buscando que les envié fotos inapropiadas y lo juro, no las he enviado. Pero, dios mío, estos chicos no pueden estar más buenos, es cómo si los hubieran hecho con un pincel para que queden así de perfectos.
Un sonido raro en la cocina me alarmó, me puse de pie dejando mi móvil a un lado para poder ver que sucedía. Caminé hacia la cocina insegura, al llegar miré a todos lados, no había nada. Así que mi única respuesta fue regresar a mi habitación donde estoy tranquila y feliz.
Una vez devuelta en mi cama decidí des-instalar la app y volver a mi aburrimiento usual. De nuevo volví a escuchar un ruido en la cocina, fruncí el ceño mirando en dirección allá.
¿Que demonios...?
—No maldigas, es de mala educación —dijo una voz grave sorprendiéndome.
—¿Que demonios haces aquí, Aarón?
—Pues, digamos solo que cuando te deje aquí recordé que no tengo nada que hacer en casa. Así que iba a decirte que si me podía quedar a hacerte compañía o algo y accidentalmente escuché como te quejabas de aburrimiento y supuse que estabas sola. Cuando traté de tocar la puerta, ya estaba abierta.
Genial, eres un acosador.
Él sonrío y de nuevo esa sensación de hormigas sobre mi vientre hizo su aparición.
Maldita sonrisa...
—Haz lo que quieras, no robes nada y por todo lo que quieras no entres a ninguna habitación —le di la espalda y caminé en dirección a la cocina mientras soltaba un suspiro.
Una música comenzó a resonar por la casa y me alarmé, ¿que parte de no hagas nada no entendió el inepto?
—¡Apaga eso! ¡No ves que el ruido molesta! ¡Los vecinos de enfrente se pueden quejar!
Aarón se encontraba sentado mientras usaba su celular y sonrío de lado. Lo fulmine con la mirada, él solo me ignoró y subió el volumen.
Tape mis oídos con las manos, ¿acaso está loco?
—Tranquila, Kennedy. Vamos a bailar, ven —propuso, me halo del brazo y me acercó a él.
Negué, maldiciendo en mi interior. Yo no sé bailar este tipo de música.
—¿No me digas que no sabes bailar?
Me sonroje y baje la cabeza avergonzada.
—No —murmuré y él solo sonrío de lado.
Sus manos viajaron a mis caderas y las rodearon, alcé la mirada algo avergonzada. Él solo sonrío y rodó los ojos.
Comenzó a moverme con la música de lado a lado y yo sonreí, varias veces movía mi cadera tratando de lucir cómo estás chicas de las películas que lo hacen y lucen sexys.
Definitivamente no pertenezco a este grupo de chicas, admiro su capacidad de lucir sexys por todo, pero, yo no lo poseo.
El comenzó a reírse y me separé bruscamente, es una estupidez. Él es estúpido, si en definitivamente, él es estúpido.
—¡Idiota no te rías!
—Eso intento —soltó varias carcajadas— Eres muy graciosa.
No sé si tomar eso como un insulto o un elogio.
—Y-yo... debo ir a, ya sabes buscar l-la cosa de, si eso.
Salí disparada de allí en menos de lo que canta un gallo, porque si. Él idiota de Aarón me puso nerviosa.
Subí a mi habitación y entré en el baño, allí refresque mi cara y peine un poco mi cabello. Bajé las escaleras dejando de lado este sentimiento de nervios y mi corazón palpitante acelerado.
Unos murmullos me llamaron la atención, fruncí el ceño.
¿Aaron no estaba solo?
Bueno, a lo mejor y lo llamaron al celular.
—Bueno, señora Kennedy, fue un gusto conocerla. Debo irme, mi madre me espera en casa.
Me alarme y apresuré mi pasó, efectivamente allí se encontraba el ser más despreciable del universo, aquel que me critica sin más y presiona para buscar la perfección en mi.
—Mamá.
—Jenna, nunca me presentaste a Aarón.
—Bueno, no suelo traer amigos a la casa, es inapropiado ¿recuerdas?
—Si son amigos así de educados, puedes traerlos cuando quieras.
Alguien porfavor pellízqueme, y dígame que mamá no está coqueteando con el arrogante de Aarón lightwood.
—¿Te gustaría quedarte a cenar? Tenía planeado pedir alguna comida en los restaurantes favoritos de Jenna.
«Dirás la comida que me obligas a injerir gracias a la maldita gimnasia»
—De hecho —interrumpí a mamá antes de que siguiera, Aarón ya se iba, ¿cierto?
Aarón sonrío de lado y ignoró mi comentario.
—Me encantaría cenar con ustedes señora Kennedy.
Mamá sonrío complacida y yo solo rodé los ojos, dicen que los genios aprendieron a la mala sobre la vida, al parecer yo soy uno de ellos.
Nueva regla, jamás dejar la puerta del balcón de mi habitación o alguna más abierta, puede entrar un Lightwood.
[...]
—Y, ¿que piensas estudiar, Aarón? —El susodicho miró a mi madre, sonrío de lado y hablo.
—Planeó estudiar medicina, cuando termine mis años de universidad tomaré el puesto de mi tío como médico en el hospital de Washington.
Mamá asintió y sonrío complacida con su respuesta.
El resto de la cena se basó en ellos conversando y yo aquí revolviendo la comida, pues no tengo hambre.
[...]
La cena ya ha terminado y Aarón se acaba de disculpar para finalmente marcharse de mi casa, mi único comentario de eso fue asentir.
—Jenny, cariño, acompaña a Aarón a la puerta.
Rode los ojos y caminé junto a él hacia la puerta, su sonrisa arrogante aún estaba en su rostro.
—Supongo que te veo en la secundaria.
Asentí algo nerviosa por su mirada sobre mí, se acercó y besó mi mejilla.
Sentí como el calor subía a mis mejillas informándome que me había sonrojado.
—Adiós, Jenna.
Y así fue como me quede media hora en el marco de la puerta analizando que había sucedido.
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Three Point Shot | Libro I | ✓.
Teen FictionEgocéntrico, refunfuñón, sarcástico, inteligente y educado. Todos y cada uno de esos son los adjetivos responsables de describir a Aarón Lightwood, el hijo mayor de la familia más reconocida de la ciudad: Los Lightwood. Estudiante, jugador y capitá...