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012: Fornicar
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Aarón Lightwood

Las siguientes dos horas fueron las mas estresantes de mi día.

Luego de la bofetada de Bryce el entrenador enfureció y nos hizo salir de la casa en busca de lo que ingeriríamos en la cena. La pequeña rubia desapareció con Jenna escaleras arriba y el entrenador siquiera pregunto porque había sido golpeado, como si no quisiera escuchar la respuesta. Josh, Zack, Liam y otros tres jugadores más salieron a comprar comida. Obviamente cada jugador quería comer algo distinto así que el entrenador formo grupos y en cuatro carros distintos los jugadores fueron a buscar la cena.

Por otro lado el entrenador y Blake salieron a buscar las grabaciones del partido de la final de la NBA del año pasado que habían en casa de el acompañante del coach.

Mientras tanto yo fui a comprar sushi para Jenna y para mí, me quedé pensando en que habrá sucedido entre ella y el número veintisiete.

Debió ser algo fuerte cómo para que aquella niña reaccionara así, y sinceramente es gratificante ver que al menos alguien ha golpeado a ese exasperante ser; seamos honestos, Bryce es uno de los chicos que más aborrezco del equipo. Y no solo yo, la mayoría de el equipo lo detesta y no me cabe la mas mínima duda de que me odia.

Eso lo confirmé cuando el entrenador me asignó el puesto de capitán, arrebatándoselo a él y dejándolo en ridículo en frente de prácticamente todo el equipo. Digamos que su odio hacia mi persona comenzó desde ahí.

Abrí la puerta de la casa de el coach con la comida en mis brazos. Unas risas llegaron a mis aparatos auditivos informándome que no era el único en la casa. Reconocí una de ellas, Jenna.

Asumí que la segunda risa acompañando a la pelinegra era la rubia que había golpeado a el numero veintisiete.

Caminé hacia la cocina, y cuando tome el pomo de la puerta me detuve al escuchar una voz masculina.

—Lamento lo que sucedió, si pudiera devolver el tiempo no lo hubiera hecho.

—Lo superé hace un buen tiempo y, siendo sincera supongo que ya no tiene importancia.

—¿Estamos bien Sunshine?

—Estamos bien.

Abrí los ojos como platos al escuchar las palabras que salieron de las cuerdas vocales de la futura psicologa.

La puerta fue abierta, dejandome al descubierto.

—Oh, ¿que hay? Lightwood. ¿Traes la cena? —La sonrisa socarrona de Bryce me recibio mientras observaba las bolsas de comida china que tenia en brazos.

—Es para Jenna, ¿Dónde...?

—Se esta duchando, ya sabes, son las siete —interrumpió el rubio.

—¿Eso que se supone que quiera decir?

—Jenna toma su ducha a las siete de la noche, todos los días —asentí sin saber que responder y él salió de la cocina en dirección a la puerta.

—Si pregunta por mi, dile que iré a comprarme la cena ya que un idiota con cabello negro y ojos azules, descortezmente me dejó de lado —salió por la puerta y por mi mente solo pasaban dos cosas.

La primera el estúpido de Bryce me habia llamado idiota.

Y la segunda, Jenna y Bryce se reúnen para fornicar o algo parecido.

Jenna Kennedy

Salí de el cuarto de baño en busca de el número veintisiete, mi estómago me exigía ingerir cualquier cosa comestible y necesitaba transporte.

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora