Three Point Shot | Libro I | ✓.

042

042: La boda del año
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—Es la boda del año, no puedes usar tenis —bufé señalándole los pies a Marilyn. Ella estaba mal humorada, completamente enojada y frustrada. Llevaba al menos casi veinte minutos lloriqueando por el traje que su madre le hizo usar, y ni hablar de su maquillaje.

—Jenna, juro por Dios que si me haces ponerme unos jodidos tacones me iré y dejaré la boda perdida —gruño por ultima vez. Levante mis manos rendida; no había remedio con Marilyn.

—¡De acuerdo, pero luego no digas que no te lo advertí!

Salí de su habitación yéndome directo al tocador de la habitación de huéspedes. Había pasado una semana ya desde que a Ashton le rompieron la nariz. Aarón y yo no habíamos vuelto a hablar. Aarón aún estaba viviendo con nosotros, pero aún así no compartimos palabra. Jonathan no se metió en el tema, sabía que no ganaría nada con hacerme intentar hablar con él. Aunque en mi cabeza también surgía la idea de qué tal vez estuviese dejándolo estar solo porque sabía lo que sucedería al final. Los mensajes se habían detenido, había hablado con Dallas sobre eso y me dejó saber que el no había sido el responsable de algunos mensajes. Lo cual me preocupo un poco. Mar y yo habíamos estado más unidas desde que hablamos, nuestra relación seguía igual que antes así que no teníamos riña entre nosotras. Malcom le prometió asistir a la boda, así que supongo que hoy nos veríamos después de tanto tiempo.

—Te vez espléndida.

Salté en mi lugar y me voltee viendo a la persona que me había sacado de mis pensamientos. Cameron estaba ahí de pie, en la entrada del tocador. Solté un suspiro dejando el aire que contuve hacia atrás. Lo miré, se veía genial. Tenía su cabello rubio peinado hacia atrás haciéndolo verse mayor. Vestía un traje notoriamente caro acompañado de unos pantalones a juego y una camiseta blanca debajo. Llevaba un moño en vez de una corbata dejando atrás ese aire de informalidad que desbordaba. Sonreí a modo de agradecimiento.

—Gracias —dije apartando la mirada de sus ojos verdes.

—De nada —respondió aclarándose su garganta—, ¿Viste a mi hermano?

—Eh... Creo que ya es tiempo de que sepas que Aarón y yo no hemos estado teniendo mucho contacto últimamente, Cameron.

—¿Ósea que terminaron?

—En realidad jamás lo hicimos oficial. Más bien, nos tomamos un tiempo para pensar.

—¿Y bien? —preguntó, arrugue el ceño viéndolo.

—¿A que te refieres? —pregunté.

—¿A que conclusión llegaste sobre su tiempo? Supongo que si estás aquí ya sabes que hacer respecto a lo que sea que suceda entre ustedes.

—Ojalá —suspire recostándome de el tocador—, Estoy aquí porque Mar me lo pidió.

—Bueno, ¿Puedo darte un consejo? —asentí—, No lo pienses mucho. Falta poco para que terminen su año y cada uno tome un camino diferente. No querrás arrepentirte después.

—Gracias —murmure.

—La ceremonia empieza en treinta minutos, te espero abajo —respondió dejándome sola.