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027: Chismoso
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El día siguiente fue peor que el anterior, me encontraba muy enojada por la discusión que tuve con Bryce. Jonathan me sacó de la práctica, porque según él distraigo al equipo. Aarón me dijo que me tranquilizara, según él no quería tensar más el ambiente así que acabe por irme. Los demás me apoyaron y cuando salí me llevo el demonic mismo, literal. Malcom estaba muy enojado porque había olvidado mi reunión con Mar, así que acabamos yéndonos de la secundaria mientras el me sermoneaba en lo que conducía su auto. Al llegar a la casa de Mar su mamá nos abrió, no había visto la nueva casa a la que se habían mudado, así de perdida en su vida estaba.

La casa del padre de Lightwood era hermosa, tenía una entrada llena de flores decoradas a la perfección con la casa. Estaba pintada de tonos claros y algunos matices grises para darle el toque refinado que la hacía ver tan bien, tenía dos pisos, por lo que las escaleras me dieron la bienvenida al entrar. La mamá de Mar lucia espectacularmente bien como era usual, tenía un vestido blanco que le llegaba a las rodillas, una correa negra lo adornaba en la cintura. Su cabello era igual a de su hija, un tono rubio cenizo que le daba un toque juvenil. Sus ojos verdes se sorprendieron de verme, pues no la visitaba desde hacen algunas semanas, incluso me preguntó si había sucedido algo entre Mar y yo. A final de cuentas no supe que responderle, la realidad es que no le podía decir que todo giraba en torno a que Mar tenía celos de que Aarón y yo seamos amigos, porque vamos, eso no se lo cree nadie. Es más probable que acabe pensando que me acuesto con su hijastro de vez en cuando que cualquier otra cosa, así que me limite a responderle de manera mínima. Un "Tuvimos una discusión, pero nada de que preocuparse" fue lo que me la sacó de encima y me libero para subir a ver a su hija.

Mar estaba sumergida en sus libros cuando entramos a su habitación, al ver a Malcom una sonrisa apareció en su rostro. Cabe aclarar que al verme se borro. Primero empezó a pelear con Malcom, porque ella sabía que todo este espectáculo lo había montado él, así que entre discusión y discusión, acabamos gritándonos barbaridades, pero al final quedamos bien. Le termine por jurar que si en cualquier momento me sucedía algo con Lightwood que le diría antes y ella lo aceptó. Después de eso nos envolvimos poniéndonos al día con lo que había estado pasando a ambas, Malcom escucho todo y estuvo feliz de que nos amigaramos nuevamente. La alegría del momento acabó cuando el padre de Aarón llego a la casa, resulta que su hijo le había hablado mucho de lo que quería estudiar en la universidad y el hombre estaba muy cabreado porque su hijo no quería pertenecer a la empresa familiar. La mamá de Mar se escuchaba escaleras arriba calmándolo, y esa fue mi señal para salir de allí. Me escabullí como pude, y aunque me hubiera gustado pasar completamente desapercibida me encontré con unos ojos grisáceos que me dejaron la piel de gallina.

Había escuchado muchas veces como Amara hablaba de lo bueno que estaba Cameron pero jamás imagine que tuviera tanta razón, más bien pensé que estaba divagando porque llevaba mucho tiempo enganchada con él. El hermano de en medio de los Lightwood traía el uniforme de la secundaria de Amara, unos converse negros le decoraban los pies. Su cabello tenía mucha similitud con el de su hermano, eran el mismo color azabache que distinguía al número treinta. A diferencia de su hermano, el lo traía perfectamente peinado hacia al lado y —como era obvio— no podía perder ese toque que traen todos los Lightwood, tenía una fina línea cortada en la ceja y estaba más que segura que eso no había sido una cicatriz si no la mano de obra de un barbero al darle un toque rebelde al chico.

—¿Quién se supone que eres? —eso fue lo primero que me preguntó y hasta yo me sorprendí al escuchar lo gruesa que era su voz para tener mi edad. 

—Soy una amiga de Mar y... ya me iba.

El solo asintió y se volteó para subir escaleras, yo hice lo mismo para irme por donde mismo vine, pero, no pude haberlo. Acabe maldiciendo en mi interior cuando de su boca salió la palabra "Espera". Me volteé para enfrentarlo y sus ojos me atacaron nuevamente. Le sonreí de lado esperando a que hablara, honestamente necesitaba salir de allí lo antes posible.

—¿Tú no eres Jenna Kennedy?

Me quede congelada cuando escuche su pregunta, ¿Como sabía de mí? En ese momento no lo supe, pero después me enteré.

—Si, ¿Como lo sabes? —le respondí.

—Mi hermano no ha dejado de hablar sobre una tal Jenna Kennedy que es amiga de Mar y qué, aparentemente es la razón por la que Mar haya estado gruñendo toda la semana.

—Eso ya está solucionado de hecho, y para la próxima dile a tu hermano que no sea tan chismoso, ¿Quieres? —respondí y luego le sonreí. Mi corazón estaba mil por hora, en verdad estaba muy nerviosa.

—Lo que digas, hermosa.

Y en ese instante quise morir de los nervios, le sonreí una vez más y acabe saliendo de la casa. Cabe aclarar que solté un suspiro millonario cuando llegue a afuera, Malcom me estaba esperando en su auto para irnos, y por supuesto las quejas de porque me había tardado tanto no acabaron en recibirme. "¿Porqué tardaste tanto?" "Casi me escucho toda mi playlist de imagine dragons y queen juntas" "Si ibas a quedarte a cotillear me hubieras dicho" "Te pasas enserio, ni que fuera algo de otro mundo que hablen de la regla frente a mi" y millones de cosas más salieron de su boca tan exasperante. Yo me limité a responderle con un: "Para ya, conduce y vámonos, mañana tengo mucho que hacer" y sin más nos dirigimos a casa. Al bajar del auto me despedí de él con un beso en la mejilla y entré a la casa. El olor a grasa me inundo las cosas nasales y casi explote cuando me di cuenta de que la casa no estaba sola. Para empezar el cabello lila de Zack apareció en mi campo de visión sonriéndome, Jonathan por su parte estaba en el sofá viendo el partido de hoy. ¿Lightwood? Esa fue la mejor parte, el número treinta estaba comiendo animadamente en la mesa del comedor mientras hablaba con mi madre de quien sabe qué.

Casi se me salen los ojos de sitio al verlo con un delantal puesto en vez de su usual t-shirt blanca. Me saludo con un movimiento de cabeza y mamá me sonrió animada, algo raro en ella. El resto fue normal, comí la comida que Jonathan preparó, vi el partido que estaban pasando con Zack y Lightwood y después mamá se subió a dormir. Jonathan subió más tarde, Zack se fue a su hogar alrededor de las ocho de la noche. Lightwood por su parte, recibió su habitación, Jonathan le preparó la habitación de invitados que estaba al lado de la mía. Todos estuvimos en nuestras respectivas habitaciones a eso de las diez, y justo cuando pensé que estaría relajada y vería netflix un rato, mi celular empezó a sonar.

Un número desconocido adornaba la pantalla, me negué a responder por lo que rechacé la llamada. Y justo cuando quise perderme en la serie de netflix, un mensaje llegó a él.

NÚMERO DESCONOCIDO:
¿Estás pasándola bien cariño? De seguro extrañas a tú noviecito ¿No? Debe ser horrible que un chico te destruya de esa manera. ¿Ya le perdiste el miedo a las motos o sigues sin poder siquiera verlas? Estoy segurísimo de que te encantaría subirte en una y sentir como vuelas por los aires. Mantente alerta, estaremos en contacto.

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora