022

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022: Neutralizar
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Aarón Lightwood

—Descansa Kennedy —cerré los ojos, centrando todos mis sentidos en su cabello el cual estaba a centimetros de mi.

Acomode mi rostro en el hueco de su cuello, y inhale el ya conocido olor de su perfume, relajándome. Y de la nada, mi relajación fue interrumpida cuando se volteó y tuve su rostro a centímetros de mi y un inesperado olor a menta —que creo proviene de sus labios— me atacó.

Un ruido nos alarmó, Jenna saltó de mi lado y corrió a la puerta.

—Qué...—ella me hizo una seña para que me callara.

No sabía si reírme o que diablos hacer.

Jenna estaba sumamente asustada y se veía demasiado graciosa. Su cabello estaba desordenado, estaba descalsa mientras intentaba detener lo que se supone que estaba amenazando con interrumpir una de las mejores noches que he tenido.

—¿Jenna? ¿Estas ahí?

Al instante me puse de pie, recogiendo mis cosas.

—¿Jenna? Estúpida abreme la puerta, me debes una explicación —la mirada de Jenna y la mía se conectaron.

Leí sus labios, Marilyn, su mejor amiga y mi hermanastra estaba afuera; supuse que ella quería una explicacion por nuestra relación o porque Jenna prefiere pasar tiempo conmigo envés de con ella y el rarito de su amigo.

—¡Si! ¡Un segundo! —la miré expectante.

¿Es enserio?

—Escóndete en el baño —ordenó.

—No quiero —ella enarcó una ceja probablemente entrando en pánico—, No es justo que ella arruine esto...

—Yo seré quién arruine esto si no entras al baño en menos de un minuto —susurró.

Cerré la puerta en silencio, mientras, escuché como Jenna abrió la puerta y Marilyn entró en la habitación.

Jenna Kennedy

—Me debes demasiadas explicaciones Jenna —una Marilyn ojerosa y con un cafe de starbuks en mano me enfrentó.

Primero que nada, ¿De dónde sacó ese café a estas horas? Y segundo, mi respiración se quería salir de mi pecho, literalmente me estoy asfixiando.

—¿Sabes la hora que es? —ella asintió sentándose en mi cama.

—Cuatro y veinte de la madrugada. Si, sé que estas no son horas de llegar a tu casa y interrumpir su sueño, pero, necesito respuestas o me volveré loca —asentí.

—¿Qué quieres saber? —ella se recostó y puso su cafe sobre la mesa de noche.

Casi solté un grito cuando noté que el celular de Lightwood estaba sobre la mesa.

—Todo —asentí y ella me miró expectante esperando mi respuesta.

—Aarón y yo solo somos amigos, te hubiera contado si algo estuviera pasando.

—No mientas Jenna, te conozco, se cuando te interesa alguien —enarqué una ceja. ¿A qué se refería con eso?

—Marilyn, no somos nada, nunca dije que no me atraía —ella comenzó a toser por mi confesión—, ¿Fui demasiado directa? —ella asintió.

—¿Porque él?

La pregunta me tomó por sorpresa.

—No lo sé, simplemente así es —una vez mas asintió— lamento no haberte dicho antes.

—¿Soy la unica que lo sabe? —asentí.

Ella tomó un sorbo del café, lo cual me puso aún más nerviosa.

—Bueno, pero, no importa. Son demasiado obvios, todos se enterarán —otro sorbo— ¿No te avergüenza?

—¿Avergonzarme? ¿De qué?

—De que te atrae el hermanastro de tu mejor amiga, sin contar que Malcom te mira como comida cada que te ve —rodé los ojos.

—Cuando lo dices así me cauzas jaqueca —me quejé—, ¿No puedes solamente aceptarlo?

Me crucé de brazos algo molesta.

—¿Tu aceptas el maltrato animal? —negué— ¿Vez? Es lo mismo.

Otro sorbo lleno de ruidos estresantes de café. Mis ojos se pusieron en blanco por un momento, ella frunció el ceño.

—No, claro que no. Es muy diferente —ella soltó una carcajada fingida.

—Jenna, tu eres el animal en la relación.

Una mueca de asco se plantó en mi rostro. ¿Me había llamado animal?

—¿Estarás así de ahora en adelante?

Ella negó.

—No puedo evitar hablarte, pero, no hablaré sobre el tema y en cuanto el idiota se acerque me alejare —rodé los ojos.

—Eso es negación —ella se recostó de mi cama.

—Bueno, ¿Que haremos ahora? —ella se encogio de hombros, acostándose en la cama.

—Sinceramente estoy cansada, necesito dormir un poco considerando que dentro de unas horas tenemos que despertarnos para ir a la secundaria —ella se acomodo en un lado de la cama, tan pronto cerró los ojos tomé el celular de Aarón y corrí al baño.

—¿Aarón?

Abrí la puerta y lo que me encontré fue una gran sorpresa.

El número treinta estaba dormido dentro de la bañera con sus cosas sobre el.

Dejé su celular sobre su pecho y cerré la puerta. En conclusión terminé con un atractivo jugador de baloncesto adentro de mi bañera y a su hermanastra dormida sobre mi cama. Una noche demasiado alocada para mi, me va a tocar dormir en la sala de estar, cuando la dueña de la casa soy yo. Finalmente tomé mi almohada y caminé hasta la sala de estar. Me dejé caer sobre el sofá y cerré los ojos tomando un fuerte suspiro.

El sueño me ganó y finalmente me quede dormida.

Y repentinamente, una alarma comienza a sonar a los pocos minutos. Agudice mi oído, tratando de averiguar de donde provenía el ruido.

El baño, de mi habitación.

Corrí hasta la habitación, pero cuando llegué ya era muy tarde. Tan pronto mi mano tomó el pomo de la puerta, esta se abrió por su cuenta.

Marilyn estaba de pie en el marco de la puerta, con el celular de Aarón en manos y con el antes mencionado detrás.

En boxers.

¿Debería pedir disculpas o indignarme porque irrumpió la privacidad de mi habitación?

¿Debería pedir disculpas o indignarme porque irrumpió la privacidad de mi habitación?

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Three Point Shot | Libro I |  ✓. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora