Three Point Shot | Libro I | ✓.

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029: La famosa fiesta de Richard
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No había hablado con nadie del mensaje y no lo pensaba hacer, sería estúpido. Seguro es alguien de West High que quiere molestar. Tengo que admitir que si me heló los huesos. Nadie sabía al respecto de Dallas, era una persona tan fuerte en mi vida que nadie debía siquiera imaginárselo. Dallas fue mi novio por casi dos años. Tenía catorce cuando nos conocimos; éramos unos críos. Claro, no teníamos idea de lo que hacíamos. Dallas es mayor que yo por tres años, él estudiaba en West High, pero se fue. Nuestra creció al nivel en dónde decides dar el "Gran paso"y si, yo lo hice. Fue el primer hombre con quien estuve en todos los sentidos. Me tenía tan embobada que era muy difícil hacerme ver que algo estaba mal con el y conmigo. Para empezar, cuando nos conocimos él tenía en ese entonces diecisiete. Estaba a raya de salir de la secundaria y ir directo a la universidad. Yo no, a penas estaba en mi primer año. Sigo sin entender que le pareció lindo de mí cuando me conoció; yo tenía un aspecto horrible a los catorce. Él era este chico que vez en los pasillos riendo con sus amigos, ese que de vez en cuando vez detrás de los alones fumándose un porro a escondidas. Y supongo que eso fue lo que me atrajo hacia él, esa sensación de peligro me hacía temblar de los nervios y a la misma vez me encantaba.

Teníamos una conexión increíble, pero al final todo salió mal.

Dallas estaba siendo una persona tóxica para mí, me arrastraba a todo lo que iba. Si el fumaba, yo lo hacía. Si se escapaba de casa, ahí estaba yo acompañándolo. Si se metía en esos sitios de mala muerte en el sur cerca de Northern y Virginem, yo lo acompañaba. Me deje llevar tanto que acabe pareciéndome a él de cierta forma. Empecé a tener mis cambios de humor, actitud, comportamiento, etc. Así que cuando Jonathan noto eso, me aconsejó que debía alejarme de él porque me estaba hundiendo con él.

Y la realidad tenía razón.

Lo que sucedió después, fue lo peor.

—¿En que piensas? —salto Liam a mi lado. Había casi olvidado que tomábamos literatura juntos.

—En nada. Tengo que buscar que libro usaré para el proyecto —murmuré revolviendo los libros en mi mochila, Liam se encogió de hombros tomando uno.

—¿Orgullo y prejuicio? No sabía que eras fan.

—Es la novela más feminista que jamás he leído, me fascina.

—Darcy no me encantaba —respondió sonriendo de lado.

—Déjame adivinar. Eres de esos que ha leído crepúsculo trescientas veces sin cansarse y le parece ridículo que Bella acabara con Edward.

—Hay que admitir que Jacob era su mejor opción, le podía dar una vida buena. Pero ella decidió irse por el mal camino —sonreí, ese era el punto de vista que todos tenían sobre la historia. Nadie jamás me había dicho que le gustaba que Edward y Bella acabarán juntos.

Por lo personal, si, hay que admitir que Jacob está muchísimo más bueno que Edward y era un amor con ella.

Pero Edward Cullen jamás tendrá reemplazo.

—En fin, ¿Qué piensas hacer el fin de semana? —casi olvidaba que era viernes y que teníamos dos días de descanso. Me encogí de hombros, la verdad no tenía nada que hacer.

—No lo sé, tengo que chequear mi agenda —murmuré mordiéndome el labio inferior mientras rebuscaba la página que necesitaba. Liam rio, arrugue el ceño—, ¿Qué?

—Creo que se te olvidó que tienes que hacer un el proyecto de psicología con Aarón —río.

Ah cierto, eso también tenía que hacerlo.

—¿Y tú cómo sabes eso? —esta vez la que reí fui yo, estaba muy despistada últimamente.

—Aarón es mi mejor amigo, Jen —se burló soltando una sonrisa, asentí. ¿Qué? Que sean amigos no significa que se cuenten todo, aunque parece que si.

La campana sonó, Liam me sonrió y se despidió de mi para luego irse. Había olvidado lo bien que la pasaba con él. Habíamos tomado confianza, pero no la suficiente para hablar de lo que sea que esté pasando entre Lightwood y yo. Así que ni siquiera tocamos el tema. Tenía varios de sus suéteres, era su costumbre dejármelos durante las prácticas y también era mi costumbre quedármelos.

—¡Jenna! —gritó una voz a mis espaldas, los ojos saltones de Blake me dieron la bienvenida.

—Hola, Blake —reí, el me sonrió con estusiasmo. Unas chicas pasaron por nuestro lado y le sonrieron picaras, Blake les guiñó un ojo haciéndome reír.

—Hola, Jen —saludó recostándose de la pared del pasillo—, ¿Recuerdas lo qué hay hoy verdad?

Arrugue el ceño, ¿De qué me había olvidado ahora?

—Hoy es la fiesta de Richard —dijo al ver que me quedé callada. Enarque las cejas con sorpresa, había olvidado por completo la fiesta de la fraternidad.

—Ni siquiera me acordaba.

—Ya veo. En fin, yo te recogeré. Todos irán en sus autos, ya sabes, tema de baloncestistas —rodó los ojos—, Irás conmigo porque soy el único us tiene el auto medio vacío. Ashton irá con nosotros porque no quiere llevarse su moto.

Me estremecí tan pronto escuché la palabra moto, gracias al cielo Blake no lo noto. Siguió hablando con fluidez.

—¿Te llevas bien con él, verdad? —asentí dándole mi aprobación, Ashton era por mucho uno de los chicos que más me agradaban del equipo después de Liam—. Genial, entonces nos vemos hoy en la noche. Por si te interesa, iré vestido de negro por si quieres combinar.

Reí. Blake no cambiaría. Después de esa rápida charla, se despidió y salió directo al gimnasio. Agarre mi celular y marqué el numero que necesitaba.

—¿Hola?

—Mas vale que me estés interrumpiendo por un problema de moda, porque si no...

Sonreí, la voz de Stela detrás de la línea sonaba igual a como la recordaba.

—Si, Stela. Es un problema de moda, necesito un vestido para una fiesta de universitarios.

—Uhh, fiestas de fraternidad. Eran mis favoritas antes de casarme. ¡Llegó en veinte!

Parpadeé confundida cuando cortó y me dejó ahí con tonta. Reaccione de golpe, debía salir corriendo a casa antes de que llegara y Lightwood le abriera antes que yo.