CAPITULO|007

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Camino apurada por los pasillos de la pequeña escuela, mientras veo mi reloj de mano.  Dahiana tenía una presentación, y prometí que la vería, tan solo imaginarla ,me pone feliz, he aprendido a ser madre con ella.

(***)

Al terminar la última presentación, los aplausos inundan la sala, la sonrisa no se apartaba de mis labios. Dahiana agita su mano en dirección hacia mi, desde el escenario, yo también hago lo mismo, mi corazón da un salto al escuchar el murmullo unísono de las demás personas al ver aquel gesto.

Minutos después la función término, fui rápidamente hacia a Dahiana, cargándola en brazos.
— ¡Mama!.— Exclama ella emocionada, la abrace besando sus mejillas.

— Pero que dulce.— digo al mirar su rostro.— Ese traje de mariposa te queda muy hermoso— dije, ella me sorprendió con un cálido abrazo y un beso en la mejilla.

—Mama .— dice.

— Oh, cariño.— susurre, mientras la abrazo.— Voy a comprarte un helado.


Caminábamos mientras tarareamos unas que otras canciones para niños, ella estaba muy feliz. Yo había salido temprano del trabajo para verla hoy, la escuela donde estudia hacen muchas actividades, pero a veces no puedo asistir a todas.

— ¿Estas cansada de caminar?.
— Pregunto mientras la cargo en mis brazos.

Quite algunos mechones de su cara, y me quede viendo sus ojos. Tan azules como los de papá, sonreí y ella hizo lo mismo. En algún momento tendré que decirle esa verdad, que es mi hermana, no mi hija y esas cosas. A veces pienso en cómo reaccionará y me asusta mucho. — Bueno.— digo mientras me pongo su mochila pequeña en mi hombro junto con mi bolso, me hecho a caminar. — Falta poco para ese helado.

(***)

— Hemos llegado.—digo cuando cierro la puerta del apartamento, bajo a Dahiana. Un profundo silencio inunda el apartamento, lo que indica que Melissa no está en casa aún.
Dahiana ,se va a la habitación mientras yo quito mi bolso y su mochila de mi hombro, el sueño me ataca en ese instante junto con el hambre. Quito mis zapatos altos, los cuales han estado matándome todo el día, los lanzo a algún lugar, me dirijo a la cocina por algo de comer.

La imagen de Harry aparece en mi cabeza, la pregunta de dónde podría estar circula por ahí una y otra vez, haciendo que por unos segundos o tal vez minutos me olvide de todo lo demás y solo piense en él.

Aquellas ilusiones reaparecen, como siempre. Cada vez que tuve la oportunidad, imaginé
nuestra boda y su pequeña sonrisa torcida que solía mostrarme, lo guapo que se vería con un traje.

Harry siempre suele llevar un ceño fruncido en el rostro, pero se iba desapareciendo ligeramente cuando nos veíamos.

La mirada tan intensa que solía darme cuando nos mirábamos por unos segundos.

La risa más graciosa del mundo.

Lo larga que son sus pestañas, parecidas a las de una mujer con rímel.

¿Cómo podría olvidarlo a él?.

Todo lo que está a mi alrededor me recuerda a él.

Alguna música, algún desayuno, un postre....él lo es todo, para mi. Siempre lo supe, supe que si llegara un día en el que él se iba o le pasara algo, me iba a doler mucho.

Unos golpes en la puerta, esfuman mis pensamientos, dudo unos segundos para luego ir hacia ella.

Al abrir, siento como mi pecho contiene el aire unos segundos, sus ojos avergonzados me miran levemente.— No tengo a donde ir.— Habla, parpadeo varias veces, me apartó con cautela, ella entrar algo desesperada.

Estaba más delgada, su pelo estaba corto pero hecho un desastre y traía aquellas bolsas negras debajo de sus ojos. Ella observo todo el interior del apartamento ,luego se giro a verme.

— ¿Cómo sabias que vivíamos aquí?.— pregunté al paso de cinco minutos.

Ella relame sus labios.
— ¿Dónde esta Melissa?.—pregunta ignorando lo que acabo de decir.

— Debe estar en el trabajo, no tarda en llegar. — No tengo más opción que dejarla en paz, por ahora.— Siéntate, si quieres.—Ella me mira algo tímida, deja su mochila desgastada en suelo y decide sentarte en el sofá. — ¿Tienes hambre? O ¿sed?, Te traeré un vaso de agua para iniciar.— digo caminando mientras ella se limita a guardar silencio .Voy a la cocina y le sirvo agua, vuelvo hacia donde ella ,se la extiendo.
Sus ojos ya llorosos, se cristalizan y unos sollozos escapan de sus labios. Le di una larga mirada, su rímel se escurría por sus mejillas. Decidí poner el vaso en el suelo, para brindarle un abrazo, ella se aferró a mi abrazándome fuerte. — Tranquila, todo esta bien.— Susurre mientras oía su llanto.

— Lo amaba mucho.— susurra ,no tarda mucho para que me de cuenta de quien habla, no pude evitar poner cara de disgusto, ella se aleja de mi.— Lo amaba demasiado. —dice con voz ronca mientras las lágrimas aún bañaban sus mejillas.— Su muerte fue horrible. Yo estaba dormida en casa de una amiga, por que habíamos discutido y yo decidí irme.— dice en llanto, negando con la cabeza.— Al día siguiente, mi amiga lo vio en las noticias . Me levanto corriendo y me dijo como pasaron las cosas.— dice mientras trata de calmarse, levanto el vaso del suelo volviéndolo a extender, ella lo toma.— Me siento horrible, sé que no fui ni he sido la mejor persona, pero ahora no tengo nadie más. Sólo a Melissa, y... yo quiero estar bien de nuevo con mi familia, y recuperarme de todo esto y...

— Tranquila.— La interrumpí, ella asiente mientras trata de calmarse.

— Lo extraño tanto.—dice llorando nuevamente.

No tengo mucho que decir, porque ella estaba muy mal, pero me irritaba de una manera increíble escuchar sobre Marcus en sus labios. No es el momento indicado para reprocharle las cosas, eso lo sé, se siente horrible y pérdida.— Escucha, un baño te hará bien. Así te puedes relajar un poco.— digo, quitándole el vaso de la mano. Ella asiente.

Busque una toalla limpia y ropa cálida para ella. Me regaló una sonrisa pequeña en forma de agradecimiento, y también le sonreí.

FORGIVE ME H.S   {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora