Katie (Supercorp + Agentreign + Brainia) TERMINADA

23. Odio y venganza

Nia divisó el carro donde viajaban sus profesores y aterrizó ante los caballos que frenaron mientras relinchaban nerviosos. Alex llevaba las riendas y se asustó también, tirando de ellas hacia atrás.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó entonces- ¿No deberías estar en la escuela?

-Vengo a ayudar- dijo decidida-.

-Esconde tus alas- pidió la pelirroja-.

-No lo haré, nunca más- le respondió-.

Los pasajeros fueron asomando la cabeza uno a uno. Al ver a la chica, todos empuñaron las armas, amenazando con matarla. Afortunadamente, los únicos que podrían conseguirlo estaban de su lado.

-¿Por qué no estás con Alura?- preguntó Lex furioso-.

-He tenido un altercado- dijo la chica mostrando las alas-.

-Debí habérselo dicho- gruñó el director-.

-¿Esa niña es aliada?- preguntó uno de los hombres- ¡Si es un ángel del infierno!

-Se convirtió en eso por ayudarnos en esta lucha- la defendió el menor de los Luthor- Es una soldado.

Refunfuñaron un poco, pero acabaron por darle la razón.

-Soy una soldado- dijo Nia- y necesitáis gente para luchar contra el ejército de Krypton.

Lex dudó un instante, pensando en que sus posibilidades aumentaban un poco con aquella nueva aliada.

-De acuerdo, puedes venir.

-Bien- dijo Nia- Yo llegaré antes.

Echó a volar y desapareció en un segundo.

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Pequeñas piedras comenzaron a ser arrancadas de la tierra y avanzaron por el aire hasta Kara. Ésta hizo surgir de la nada una cascada de agua ante ella. Cerró los ojos y el agua empezó a solidificarse poco a poco. Las piedras golpearon contra el hielo sin apenas dañarlo.

Cuando el ataque cesó, la barrera se rompió en mil pedazos.

Mon-El soltó un grito desesperado. 

-¡Maldita...!- exclamó-.

Entonces, varias raíces surgieron del suelo y empezaron a rodear su cuerpo hasta inmovilizarlo. La elemental se acercó a él lentamente. Bajó la mirada hacia su mano y creó en ella un afilado bloque de cristal. Luego miró al kappa, con rabia,  y lo apuñaló con él.

-Vas a pagar todo el daño que le hiciste. Vas a morir mil veces más, hasta que compense todo el dolor que le causaste.

-¿Y tú?- Mon-El se retorció de dolor entre las raíces- ¿Y el dolor que le causaste tú?

-Yo tengo conciencia. Yo llevo diez años sufriendo por lo que hice, y tú te divertías cada vez que la golpeabas o la violabas.

-¿Violar?- rio entre la sangre que acudía a su boca- Es mi novia. Era lo que debía hacer.

-No te pertenece, maldito psicópata- gruñó- Y no hay nada que puedas hacer contra mí. No puedes vencer a una persona que controla el mundo en el que vives. Cada ser, cada río, cada nube me pertenece.

El chico oyó un ruido unos metros por detrás de Kara y sonrió.

-No todos los seres te obedecen- masculló-.

La elemental se volteó para observar a la telequinética mirándola enfurecida. Su pelo ondeaba con el viento que su propia energía provocaba.

-Lena...- suplicó-.