v. rough morning

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capítulo cinco,
( rough morning )

capítulo cinco,( rough morning )

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  LA MADRUGADA SIGUIENTE ASTRID SE DESPERTÓ con un dolor espantoso y saltó fuera de su cama y la habitación para resguardarse en el pasillo donde el sol no entrara en contacto con su piel. Elevó su mano derecha a la altura de su rostro y un gruñido escapó entre sus labios cuando descubrió que el anillo que le permitía caminar bajo la luz del sol había desaparecido, o mejor dicho, se lo habían sacado. Toda su piel se había vuelto roja por la quemadura y se había llenado de ampollas.

—¡Niklaus!

Su grito se escuchó en toda la casa y Rebekah salió de su habitación confundida. Gracias a ella se había despertado y no comprendía porque tanto alboroto. Cuando la puerta de su habitación fue abierta un rayo de sol logró darle a Astrid en el brazo, quien soltó un alarido de dolor mientras corría a una esquina.

—¿Qué haces acá? —preguntó cruzando los brazos sobre su pecho y bostezando luego—. ¿Y por qué gritas?

La chica Mikaelson se preguntó que había hecho su hermano para enfurecerla tanto. Se notaba que se había despertado recién al igual que ella y sin embargo andaba gritando.

—Espera —murmuró frunciendo el ceño—, ¿qué haces en la esquina?

Una sonrisa ácida apareció en el rostro de Astrid. Cuando viera a Niklaus lo mataría, de nuevo. Él desayunaba tranquilamente en la cocina mientras escuchaba a su hermana y la otra rubia hablar, disfrutando su dulce venganza.

—Tu hermano me sacó el anillo —explicó entre dientes—. Imagino que quiere vengarse porque anoche lo maté.

Rebekah suspiró dejando caer los brazos a su lado. Claro que estaba cobrando venganza, era Niklaus.

—Buena suerte con recuperarlo —murmuró rodando sus ojos—, yo me voy a dormir.

Entró en su habitación y cerró la puerta tras ella. La sonrisa desapareció del rostro de Astrid, sus hombros decayeron y su postura se relajó. Sin darse cuenta o siquiera intentarlo estaba todo el tiempo a la defensiva. Pasó una mano por su rostro y suspiró. Se acercó lo más que pudo al borde de la escalera y estiró su cuello para ver si había algún lugar abajo donde no diera el sol, pero todo estaba iluminado.

—Niklaus —volvió a llamar, pero esta vez no gritó, sabía que él, y todos en la casa, podía escucharla—, devolveme mi anillo, el jueguito ya canso.

bloodbath ━━ niklaus mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora