bloodbath ━━ niklaus mikaelson ✓

iv. feels

capítulo cuatro,
( feels )

  UN SUDOR FRÍO SE HABÍA INSTALADO SOBRE SU ESPALDA Y frente mientras dormía. En sus sueños había rememorado la partida de Niklaus y la masacre que produjo en su propia aldea. Las lágrimas habían bañado sus mejillas y su respiración se encontraba acelerada. Sus ojos desorbitados observaron el techo sobre su cabeza mientras buscaba recomponerse. Elevó su brazo y pasó el dorso de su mano por su frente, dejándola descansar un momento allí antes de volver a bajarla.

Al descubrir que volver a dormir no era una opción, decidió levantarse. Sus pies desnudos entraron en contacto con el suelo frío y un escalofrío recorrió su columna. Se puso en pie y salió de su habitación con sólo un camisón de seda blanco cubriéndole el cuerpo. Avanzó por el pasillo hasta llegar a la habitación de Niklaus, encontrándose con la puerta abierta y la cama aún hecha. No había rastros de él allí más que su aroma característico a pino, tierra y óxido. Un leve murmullo subió por las escaleras y Astrid lo siguió hasta la cocina donde se encontró a Niklaus hablando en susurros con la bruja Bennet. Al notar su presencia, la charla cesó y los ojos de él se clavaron en su figura con una sonrisa divertida. Bonnie giró sobre sus talones y su mirada se encontró con la de la joven de cabellos rubios. Era la primera vez que la veía, pero había oído sobre ella.

—¿Qué traman?

Cruzando los brazos sobre su pecho, Astrid se apoyó en el umbral de la puerta. Su mirada pasaba del uno al otro esperando una respuesta.

—¿Acaso parece que tramamos algo?

—No nací ayer, Nik.

—De acuerdo —asintió el híbrido—. Estoy tratando de convencer a la bruja para que nos ayude con nuestro problema pelirrojo, pero se niega. Creo que necesitaremos medidas drásticas.

Con los ojos entornados, Astrid dirigió su vista a Bonnie. Sabiendo su linaje de sangre, quiénes eran sus antepasados, la vampiro sabía la fuerza que poseía. Necesitaban su ayuda si se querían deshacer de Skyler, era la única manera de aunque sea tener una oportunidad contra ella.

—¿Por qué no quieres ayudarnos? —inquirió Astrid inclinando la cabeza sobre su hombro.

Bonnie largó un suspiró y retiró el taburete para sentarse frente a la isla que adornaba el centro de la cocina. Juntó sus manos sobre la mesada y concentró su vista ausente en ellas.

—No voy a matar a otra bruja —sentenció.

Astrid chasqueó su lengua y la mirada de Niklaus y Bonnie pasó a ella. Una sonrisa divertida adornaba su rostro. Si la bruja no los ayudaba por las buenas entonces iba a tener que ser por las malas, porque de una forma u otra Bonnie Bennet iba a ayudarlos a deshacerse de Skyler. Con pasos lentos caminó hasta la isla. Se detuvó en la punta, a su izquierda se encontraba parado el híbrido con los brazos cruzados sobre su pecho y a su derecha se hallaba la bruja, quien la miraba amenazante. Apoyó sus manos sobre el granito y clavó sus ojos en los de Bonnie.