bloodbath ━━ niklaus mikaelson ✓

vi. prisioner

capítulo seis,
( prisioner )

  SU LABIO SUPERIOR SE CONTRAJO HACIA ARRIBA SOBRE SUS dientes con ira mientras mantenía su mandíbula apretada con fuerza. Habían decidido encerrar a Skyler en el sótano de los hermanos Salvatore ya que eran los únicos que tenían una especie de calabozo en su casa y Astrid quería ir a verla, disfrutar de verla en la posición que la tuvo en su momento, pero se negaban a invitarla para que pudiera entrar. Aún no confiaban en ella, pero sin embargo Niklaus entraba sin problema. No sabía como lo había logrado, pero iba a ser todo lo que estuviera a su alcance para conseguirlo.

Desde el otro lado, Damon la miraba con una sonrisa divertida en su rostro. Lo estaba disfrutando y ella lo único que quería, además de entrar, era borrarle esa expresión.

—Déjame entrar, Damon —espetó entre dientes—. El hecho de que me caigas bien no es un impedimento para que te arranque el corazón.

Después de haber vivido tantos años y haber sufrido tantas decepciones, Astrid se había hartado de comportarse. Ahora, si quería algo hacía hasta lo imposible por conseguirlo. ¿Acaso un vampiro joven iba a impedírselo? Claramente no. Ni él ni nadie. Si debía matarlo lo haría, y él lo sabía. Damon entornó sus ojos y cruzó los brazos sobre su pecho mientras pasaba la lengua por sus labios. Niklaus le daba miedo, pero ella le aterraba. Era despiadada y podía verlo.

—¿En serio le arrancarías el corazón a tu único amigo?

Una risa ácida escapó entre los labios de la joven sacudiendo su pecho.

—¿Preguntas en serio? Lo haría en un abrir y cerrar de ojos. No dudaría ni medio segundo. Ahora, déjame entrar.

Damon abrió la boca, probablemente para decir algún comentario sarcástico, pero fue interrumpido por la presencia de Elena. La joven se puso entre ambos, con su vista clavada en Astrid. No confiaba en ella pero sabía que si no la dejaban entrar entonces mataría a alguien.

—Sólo con una condición —dijo Elena.

Rodando sus ojos, Astrid asintió para que prosiga.

—No mates a nadie dentro de la casa, ni hoy ni nunca.

Con una sonrisa de lado la vampiro asintió. Podía contener las ansias que tenía de matar a Skyler, después de todo ella la podía matar con un chasquido de sus dedos.

—De acuerdo.

Damon y Elena compartieron una mirada antes de que la invitara a pasar. Astrid dio un paso dentro de la casa y al notar que nada se lo impidió dejó que una sonrisa se extendiera por su rostro. Sin dirigirle una segunda mirada al vampiro y la humana, se dirigió al sótano donde mantenían encerrada a la bruja. Al bajar las escaleras comenzó a oír el latido de su corazón y sintió su garganta secarse por la sed. Sacudiendo su cabeza se acercó a la puerta y entre los barrotes de la mini ventana que tenía la vio.