Alyssa Brown
Nueva vida y nueva ciudad, veremos que me depara el destino. ¿Quienes serán mis vecinos? ¿Habrá un chico guapo en el vecindario? Tantas preguntas rondaban mi cabeza que me era imposible concertrarme.
–Alyssa.–la voz de mi madre me sacó del trance.–Cariño, llegamos a nuestra nueva casa.–Estiré mis brazos y miré por la ventana del auto.
La casa era muy bonita, tenía un balcón enorme, con sillas y una mecedora. Tenía dos pisos y unas grades ventanas de vidrio.
Bajé del auto y estiré todo mi cuerpo. Habían sido 6 horas de viaje en auto. Mi trasero dolía horriblemente.
–Ally, ayúdame con las maletas por favor.–me llamó mi padre.
Fui hacia el maletero del auto y tomé mis maletas. Subí las escaleras de la casa y entré. Era bastante acogedora, tenía una sala de estar enorme, una cocina gigantesca y no se diga el comedor.
Subí al segundo piso y vi todas las habitaciones. Una me llamó mucho la atención. Esta tenía baño privado con jacuzzi incluido. La habitación era del tamaño de la cocina de la casa anterior, y era bastante grande.
Aquí vivían mis abuelos, hasta que mi abuela murió y mi abuelo antes de morir nos puso la casa a nuestro nombre. Así que es nuestra y decidimos mudarnos de Nueva York.
Luego de un par de subidas y bajadas logré subir todo mi equipaje. Estaba exhausta, así que no desempacaría nada hoy. Bajé las escaleras y oí a mis padres hablar.
–Voy a solicitar trabajo en el Departamento de Policía. Espero que me acepten, leí que necesitaban otro médico forense.
–Papá.–les llamé la atención.–¿Puedo ir contigo? Quisiera ver la ciudad y ver si hay chicos de mi edad. Quiero hacer amigos. Es una ciudad pequeña, todos se conocen. Quiero empezar por ahí.–Sonreí.
–Bien, ¿por qué no?–salimos por la puerta y nos despedimos de mamá.
En el camino vimos muchas cosas extrañas. Un tipo que parecía que venía de un pantano. Pálido y con una cara que daba terror. Papá y yo nos miramos confundidos pero seguimos caminando.
Cuando al fin llegamos, entramos. Un montón de escritorios con muchos documentos y miles de policías y secretarias trabajando. En una esquina había una celda, esta estaba llena de gente muy extraña. Pero un chico en particular llamó mi atención. Era pelirrojo con pecas y tenía una sonrisa de oreja a oreja. Su ropa era extraña, un mono de franjas negras y blancas con un número en una esquina. Debe ser de ¿Arkham?
Este me miraba fijamente, con sus ojos verdes. Sinceramente, me intimidó un poco. Desvié la mirada y vi a mi padre caminando hacia la oficina del Capitán Gordon. He oído de el, se ve muy buen policía.
Me di la vuelta y sentí un golpe en la cabeza. Gemí de dolor, cuando abrí los ojos vi a un chico frotándose la frente igual que yo. Este era un poco mas alto que yo y tenía el pelo negro. A su lado había un señor que tenía acento británico.
–Lo lamento.–sonrió.–es que estoy un poco nervioso hoy.–frotó su nuca.
–Voy con el Oficial Bullock Bruce.-habló el señor y se fue.
–No importa.–sonreí, aún sintiendo la mirada de aquel chico pelirrojo de la celda.–Soy nueva por aquí y vine a conocer la ciudad. Mi nombre es Alyssa Brown.–estreché mi mano.
–Bruce.–agarró mi mano y saludó.–Bruce Wayne.–sonrió humildemente.
–Espera eres.–el asintió.–Bruce, el multimillonario de todo Estados Unidos. Enserio, es un placer, espero que podamos ser muy buenos amigos.
–Claro que si.–sonrió.–Si quieres puedes venir conmigo y te muestro la ciudad y te presento a par de amigos que debes conocer. Puedes preguntarme lo que quieras, he vivido aqui desde que nací.–puso su mano sobre mi hombro y fuimos hacia la salida del departamento. Miré hacia atrás y el pelirrojo seguía mirándome con la misma sonrisa.
Salimos y seguimos caminando por la calle. Debía preguntarle, necesitaba saber quien era.
–Bruce.–me miró.–¿Quién es el chico pelirrojo que estaba en la celda?–su mirada cambió.
–Jerome Valeska, otro lunático de Arkham, es muy peligroso, mató a muchas personas y causó caos hace un tiempo. Intentó asesinarme una vez, Theo Galavan trató de salvarme pero Jerome lo ejecutó.
Mis ojos se abrieron mas de lo normal. Estaba incrédula, ¿cómo un chico tan lindo podría hacer esas atrocidades?
–¿E-enserio?–Bruce asintió.–Dios, Bruce ese chico no paraba de mirarme. ¿Debo preocuparme?–dejé de caminar.
–No es para tanto, está bajo la custodia del GCPD, no te hará daño, solo no andes sola en la noche por aquí. Es peligroso, hay muchos delincuentes.–Mi espalda se heló.
Asentí levemente y seguimos caminando hasta llegar a un callejón oscuro. Paré de caminar.
–Bruce, si piensas que iré contigo, estas equivocado.–El rió.
–Aquí vive una amiga, vamos, no pasa nada.–extendió su mano.
–No te conozco Bruce, lo siento.–el asintió.
–Entiendo Alyssa, traeré a mi amiga, espera aquí.–Bruce se fué y de pronto mi celular comenzó a sonar.
–Hija, ¿dónde estás?–era mi padre y sonaba muy preocupado.–Ally, respóndeme.
–Papá tranquilo, estoy con Bruce, me está mostrando la ciudad.–se oía un caos a través del celular.
–Hija, se escapó uno de los que estaba en la celda en el departamento. Me dieron el trabajo, empiezo la semana que viene. Pero se ha escapado un tal, Jerome Valeska.–mi corazón dió un vuelco y mi respiración se cortó.–Hija.
Sentía calor y me comencé a marear.
–Papá, quiero que sepas que te quiero, y, tal vez venga por mi. Tuve un mal presentimiento al entrar. Lo vi y me estaba observando de una forma no muy buena. Papá, tengo miedo.–salí corriendo.–Voy para casa ahora.–colgué.
Corrí como si no hubiese un mañana. Hasta que por tonta, caí al piso, o eso creí.
.
Nueva historia!! Espero que les guste.
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lovely madness
Fanfiction-Mírame, puedes ver que no estoy loco.-sus manos en mi cuello me impedían respirar.-Estar loco en un mundo trastornado no es locura, es cordura.