lovely madness

Capítulo 17

   Hoy saldría a ver a Bruce. Le debo una enorme disculpa. No vi a Jerome por ninguna parte, lo mas probable era que hubiera salido a hacer algunos mandados.

Era mi oportunidad, antes de que volviera, debía salir. Rebusqué entre los cajones y encontré mi teléfono. Marqué el número de Bruce, mi corazón latía a mil. Estaba nerviosísima.

—¿Alyssa?—su voz se escuchó a través de la línea.—Maldita sea, ¿dónde estas?—respiré hondo y hablé.

—Eso no importa ahora, te quiero detrás de la iglesia abandonada en diez minutos.—colgué.

Justo en el preciso instante de que di un paso para salir de la habitación, oigo a Jerome llegar.

—Mierda.—susurré.

Caminé en cuclillas hasta el pasillo para salirme por la puerta trasera.

—Alyssa, llegué cariño.—escuché su voz en la lejanía.

Corrí hasta que mis piernas no dieran para más. En par de minutos ya me encontraba en la iglesia. Divisé a Bruce en una esquina y hacia allí me dirigí.

—Hola.—mi voz hizo que se sobresaltara, ya que me estaba dando la espalda.

—Alyssa, solo mírate.—me miró de arriba a abajo.—Te ves mal.—me encogí de hombros.

—Ese no es el caso, vine porque quiero disculparme. Aquel día en el callejón, intentaste salvarme. Gracias, pero yo amo a Jerome, nadie puede salvarme, porque no estoy en peligro, yo lo amo.

—Jerome no ama a nadie excepto a sí mismo, despierta Alyssa.—me tomó por los hombros.

—¡Suéltame!—me deshice de su agarre.—Yo lo amo, y el me ama a mí.—me acerqué a él.

—Bruce, entiéndelo.—puse una mano en su hombro.—Él es lo mejor que me ha pasado.

—Estás loca Alyssa, él te dañó.

—¡No lo hizo!—me comencé a agitar.—El me arregló. Me quitó toda la tristeza que sentía.

—Te volvió loca, Alyssa, esta no eres tú.

Negué rotundamente, yo amaba a Jerome, y nada iba a cambiar eso.

—Bruce, por favor, no le digas a mis padres, ni a Jim.—supliqué.—No quiero volver a mi hogar, no quiero volver a ver a mis padres.

—Jerome te dañó, ¡oye lo que estás diciendo!—volvió a tomarme por los hombros.—Dices que odias a tus padres.

—¡Es cierto! Los odio con mi vida.

—Como puedes decir eso, así sin escrúpulos.

Me encogí de hombros y miré mi reloj, Jerome debe estar buscándome por toda Gotham.

—Debo irme, no le digas a nadie que nos vimos ni donde me encuentro. Tu no sabes donde estoy, ¿entendido?—lo miré amenazante.

Bruce asintió y se fue.