Toxic ©

Prefacio

Draco Malfoy suspiró con frustración en cuanto notó que Hermione Granger estaba presente en el gran comedor dónde la fiesta de reencuentro de los ex-alumnos se desarrollaba. La consideraba la mujer más superficial del planeta... Hacia 10 años que no la veía y sin duda seguía igual.

Es más, ni siquiera creía posible que ella se tomase el tiempo para leer algún libro, porque jamás le gustó hablar con alguien que leyera o fuese muy estudioso y no está de más que durante toda la secundaria jamás cruzó palabras con ella.

Menos lo haría ahora que él que ahora se desempeñaba como un prestigioso escritor de novelas bestseller y Granger era una prestigiosa modelo y actriz. Ambos se dedicaban al arte, pero en diferentes ámbitos.

La vio rodeada de algunos ex compañeros, con quienes sonreía y brindaba. Él no era tomado en cuenta debido a ella y eso le parecía excelente ya que hasta antes de su llegada sus ex compañeros lo estaban abrumando. Esta situación le daría ideas para su próximo libro.

Entonces ella lo vio y se acercó a él dejando a todos detrás de ella. Casi creyó que estaba soñando cuando lo señaló.

— ¡Malfoy! — Le gritó a través de la estruendosa música para hacerse oír — ¡Dime qué tú me odias! ¡No puedo con tanta hipocresía, ahora que saben que soy una figura pública, dicen amarme y que siempre me admiraron!

— ¡En efecto, te detesto! — le respondió Draco — ¡Siempre tan centrada en la moda y los chicos lindos! ¡Nunca te interesó el estudio!

Ella sonrió cómo si le hubiera dicho el mejor halago del mundo. — ¡Y ahora soy tu fanática! ¡Amo tus libros! ¡Odié el final de la novela "Polos opuestos"! ¡Jamás dijiste si la malvada logró su objetivo con los protagonistas! ¿Murieron o sobrevivieron?

— ¿En serios lees mis novelas? — preguntó él sorprendido.

Hermione se acercó al oído del rubio — Soy Scheherezada, la admiradora que te envía cartas y varios e-mail.

Draco la observó con sorpresa y casi ironía, ya que sabía que "esa" admiradora era una mujer muy letrada y amaba cada reseña que ella le enviaba sobre sus novelas, le gustaba como ella decía sentir cada palabra de sus libros. "eres un prejuicioso" se dijo a sí mismo por ver a Granger como una iletrada.

No bailaron toda la noche, no bebieron, ni descubrieron que estaban perdidamente enamorados. Nada de eso ocurrió. Solo ella alzó su teléfono e hizo una transmisión en Instagram junto a él.

Él hizo lo mismo, ya que su editorial le exigía hacer uso de las redes sociales para ganar seguidores y lectores. Debió sospechar que sus fanáticos se volverán locos y dirían que el personaje femenino de su novela "Polos Opuestos" estaba inspirado en ella.

Tal vez un poco sí, pero no la había descrito tal cual... la mujer de la novela tuvo una infancia dolorosa, pero amaba como a nadie... era humana y se enamoró del detective en cuestión. Pero la actriz que él conocía era de una familia de clase baja, esta mujer se abrió paso por el mundo con su belleza, que actualmente le producía escalofríos ¿Por qué? todo el mundo sabía de las locas fiestas que organizaba, de las fiestas con drogas y demás alucinógenos que estaban permitidos y eran legales... pero nada morales.

Ella no era buena para nadie, es decir se ahogaba sola. Posiblemente solo en eso basó su novela, porque la belleza de esa mujer lo tenía cautivado desde el colegio. Porque jamás entendió como es que ella se perdió a tal punto de no tener salvación y quiso dársela en su propia novela, mostrando que no estaba tan podrida como creía.

En cuanto ella se marchó de la fiesta le prometió buscarlo pronto para que le explicara porque ese final abierto en la novela, le prometió una cita y él aceptó solo porque creyó que era una mentira de cortesía.

Rápidamente fue víctima de la hipocresía de sus ex compañeros que siempre lo trataron como el nerd, que lo hubieron relegado por ser muy moral y serio. Pero aun así se tomó fotografías y firmó autógrafos. Se alegraba de que sus mejores amigos Harry y Ron hubieran rechazado asistir a la reunión. Ellos eran la pareja Gay que más dinero facturaban por sus diseños, sea en carteras, zapatos, vestidos y demás cosas que confeccionaran. Eran sus amigos, los únicos que lo valoraron.