Él se enamoró de ella, de sus locuras, de su sonrisa, de la extrovertida que era, de su sinceridad, de sus retorcidas ideas y sus noches de fiesta, aunque eso lo lastimaba e iba en contra de lo que él era.
Ella lo quería, le gustaba el chico nerd...
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Hermione estaba en el salón de su casa sentada en un sillón soportando la reprimenda de su amigo, Theodore iba de un lado a otro regañándola por subir una fotografía con Draco Malfoy, desde luego sabían lo que estaba haciendo al colgarse de su buena fama.
Nott descargaba sus emociones tras su divorcio con ella y lamentaba que no le comentara nada, con gusto le hubiese ayudado a reconquistarla.
— ¡Basta! — Exclamó la actriz. — Necesitaba parecer herida. ¿Crees que me van a creer que me duele si no digo nada al respecto?
— ¿Qué pasó la última vez que hiciste algo similar? — El castaño se sentía molesto. — ¿olvidas porque estás sola ahora?
— ¡Calla! — No deseaba pensar en nada, su pasado lo tenía en los más recóndito de su mente, guardado bajo siete llaves. Cada vez que alguna emoción relacionada al accidente salía, ella lo bloqueaba. — No tienes que usar el terrorismo conmigo.
— ¿quieres a la prensa tras de ti? ¿Esperas acaso ser la siguiente Lady Di? ¿Deseas fallecer en un accidente por culpa de la prensa otra vez? — Los ojos de Nott estaban rojos por las lágrimas que evitaba derramar — ¿tienes idea de lo que Blaise y yo pasamos esos tres días?
— Lo que pasó hace 8 años lo enterré junto a él... Yo no...— Guardó silencio, no iba hablar más. Cerró su mente. Se convenció de que nada ocurrió. Odiaba la presión en su pecho y el nudo en su garganta junto a la sensación de desesperación que la embargaba con tan solo evocar esos recuerdos.
— Pareces una maldita barbie plástica.
La mirada triste de Hermione, empezó a brillar por la ira, odiaba ese apelativo como al maldito perro que era Potter al llamarla así hace mucho. — Retira eso. — Ordenó.
— ¿O si no que? — Preguntó con tono bravucón Theodore, a sabiendas de que la hería, necesitaba que ella estallara para que lo golpeara y castigarse de esa manera.
Hermione tomó su mochila y unas llaves que reposaban sobre la mesa del salón — Dile a Blaise, que lo espero en donde dice la agenda. Asimismo, coméntale que esta casa es para mi ahijada, que puede vivir aquí — Un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas— Le diré a Remus que me consiga nueva casa. Y haz el favor de no llamarme hasta que superes tu divorcio.
La cantante salió de su casa, bueno acababa de renunciar a ella, abandonaba cualquier lugar al que llegaba a llamar casa, porque donde el recuerdo emergiera tendría pesadillas.
No se molestó en decirle a Alice que se marchaba, ya que su guardaespaldas estaba en la puerta oeste hablando con un policía que quería evitar que un par de sus fans estuvieran ahí, Se acercó a ellos, le firmó autógrafos, se tomaron fotografías y les dijo que no tenía problema con que estuvieran ahí.
Fue al garaje, vio su Audi, deseaba volver a conducirlo, pero le temía. En cambio, subió a su motocicleta, se colocó el casco. — Adiós hogar.
