Él se enamoró de ella, de sus locuras, de su sonrisa, de la extrovertida que era, de su sinceridad, de sus retorcidas ideas y sus noches de fiesta, aunque eso lo lastimaba e iba en contra de lo que él era.
Ella lo quería, le gustaba el chico nerd...
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Hermione sonreía con dulzura a su mejor y único amigo en el mundo; Blaise Zabini que cargaba a un bello bebé de tres meses, era una niña que ella amaba con todo su corazón, a lo único que creía poder proteger y sabía que la pequeña la amaría por ser su madrina.
— Te comunicaré con mi mejor abogado — Consintió Hermione mientras preparaba todo para marcharse — Ginevra no va a tener acceso a tu hija más de lo acordado en el contrato.
— Sí, lo firmó, leyó las cláusulas con las que estuvo de acuerdo y ahora debe respetarlo quiera o no— Blaise besó la frente de su hija. Deseó tanto tener un heredero y su ex-esposa se ofreció como un vientre de alquiler ya que consideraba que de esa manera pagaba el favor que él hizo hace años — Mi hija es solo mía.
— No cuenta con los medios económicos para criar a una niña tan importante a menos que su hermano la ayude — la actriz tomó a la criatura en brazos, era morena de ojos azules con pequeños rizos negros enmarcándole el rostro— eres tan linda
Su asistente ingresó exasperada seguida de su manager — El señor Malfoy está aquí, exige verla.
— Dile que pida cita — le dio una sonrisa radiante — No tengo tiempo para él, tengo que viajar a América con mi familia.
Eso era obviamente en referencia Blaise y la pequeña Suzie.
— Eso no es todo, los Señores Potter y Weasley la amenazan... Si usted decide apoyar al señor Zabini no le dejarán usar su marca y dejará de modelar para ellos... — Remus Lupin, su manager le advirtió a la vez que ingresaba a la evz que revisaba su teléfono.
Ella asintió pensativa— Ellos me necesitan para ser internacionalizarse en América. No los necesito porque marcas como Penshoppe, Calvin Klein, Nike, H&M, Addidas, Zara y Renzo Costa me buscan para promocionarlos. Cortemos lazos con ellos, de todos modos, no los necesito más.
¿Cómo es que ella aprobaba que una madre fuera separada de su hija? Bueno se debía a que Ginevra quería regalarle una hija a Blaise a causa de años atrás él fue su donador de un riñón. Así fue consciente de lo que haría, ella se casó con él y le dio su vientre, sabía lo que el contrato pre-nupcial estipulaba que tras el parto se divorciarían y ella entregaría a la niña, que la vería una vez al mes entre otras 20 cláusulas más. Sin embargo, ahora salía con que ansiaba mucho más de lo que exigió. Si iba a amar a su hija debió pensarlo antes de querer regarla como una muñeca.
Alice, su guardaespaldas ingresó — Ya está todo en el avión privado. El piloto nos espera.
Cuando iba de camino al su avión privado, Draco la alcanzó — Granger ¿A dónde vas?
— Blaise adelántate — Le indicó a su amigo. Él subió las escaleras con su hija en brazos. — Me marcho a mi casa en América, tengo varias ofertas de trabajo que no voy a rechazar, además aquí ya nadie me quiere... es un desastre.
— No puedes irte con la hija de Ginny — El escritor estaba desesperado — es su única hija, ella...
Hermione respondió — No, ella renunció a sus derechos ante un juez y un notario, legalmente no es su hija, tus amigos pueden levantar los juicios que quieran, pero yo orquesté ese matrimonio y me aseguré de que mis abogados hicieran todo bien, no hay nada turbio que haga que le quiten a Suzie. — Le sostuvo el rostro con ambas manos — Fuiste mi mejor polvo— besó sus labios rápidamente.
— No te vayas, me diste ideas para mi novela y si te vas no podré...— Draco no sabía que decir. Seguía detestándola por eso. Por ser ella. Por hacer lo que hacía con sus sentimientos y emociones.
— Malfoy, yo soy como la heroína, adictiva... pero muy mala para la salud. — Lo miró a los ojos una última vez —Si me sigues a América te arriesgas a que te ha sufrir todo lo que te haré... Por otra parte, seguiré leyendo tus novelas y enviándote cartas de todos modos eres mi escritor favorito, además aún no me has dicho que pasa después de que el detective finge su muerte en la silla eléctrica.
— Secuestran al hijo del detective, no lo matan... solo lo hacen para obtener dinero... quieren herirlo, más no pueden porque es demasiado puro de corazón, acepta todo lo que le hacen... el niño ama el futbol y habla español — le sostuvo la mirada a Hermione — Eres realmente mala para mi salud... pero te necesito para escribir mi novela.
— Si me sigues, tus amigos van a odiarte, quédate y se un buen chico — le acarició la mejilla suavemente, le gustaba jugar de esa manera — me gustas más como escritor, no te veo como un interés romántico.
— Te detesto, pero te necesito para escribir mis novelas...
La actriz se carcajeó — Bien, Bien, ponlo así... En tu novela, haz que la condesa se vaya lejos de su esposo, que lo deje... que el rey la apoye... y luego explica cosas... Adiós Malfoy, Si me sigues estaré en mi casa de Los Ángeles. Y dile a Potter que se puede comer los bolsos de piel de cocodrilo que me obsequió. Todas sus baratijas están siendo devueltas en camiones de basura. Es mi última broma a ese estúpido egocéntrico.
— ¿nunca te agradó? — Draco peguntó refiriéndose a sus años en el colegio.
— Era el chico gay que quería competir con mis magnificas curvas naturales... él me odiaba y a mí me divertía su inmadurez... Me rogó para que lo promocionara, que usara sus cosas... acepté y ahora cree que puede manipularme a su antojo— dio un paso hacia atrás — Nadie puede conmigo, trabajé duro para estar en la cúspide... sé que sabes que hay escándalos sobre mí con las drogas, pero acaso alguien pensó ¿y si se la plantaron? solo asumieron que fui yo, porque era mi casa ¿cierto? La prensa de mi país me ha tratado mal, así que me largo. — Dicho eso le dio la espalda y subió las escaleras del avión.
Él se hizo a un lado, se alejó mientras veía como el avión salía de la pista privada, se iba lejos. Sí, esa mujer era peligrosa y adictiva como la heroína, era una estúpida droga con piernas tersas y suaves que le encantaría acariciar otra vez, definitivamente necesitaba más que un poco de ella, por ahora era mejor olvidarlo e ir a finalizar su novela, entregarla y luego buscar una editorial en América.
En aquella novela no pudo dejar un final abierto como lo tuvo planeado desde el principio, tuvo que agregar un epilogo con un "que hubiera sido..." Por suerte era la última novela que le debía a su editorial. Disney le ofreció ser su nueva editorial y desde luego estaba dispuesto a limitarse a escribir todo tipo de cuentos infantiles y románticos si con ellos podría ir a América. ¿Además quien no quiere firmar con los grandes? Pero eso lo haría después de darse un descanso. A sus 27 años, deseaba dejar de escribir, aunque sea por un año, necesitaba un par de experiencias antes de enfrascarse en una nueva aventura.
