Toxic ©

Quince

Los pequeños fueron educados y le sonrieron a Draco. Le trataron con respeto, pero no mostraron ninguna pisca de admiración o deseos de tenerlo cerca.

Hiperión y Hatshepsut intercambiaron palabras en español para decirse «Se está quedando calvo», El español era su segundo un idioma, con Leo siendo su profesor privado aprendieron todo a la perfección.

Una hora después de la presentación, Leónidas llegó con su hija de cuatro años, Rebeca. Era la media-hermana de los mellizos, mas por su educación en Perú no los veía tan a menudo.

— ¿porque hablan español? — preguntó el rubio cuando oyó a los niños cuchichear.

— También están aprendiendo mandarín con Daphne. — Hermione lo observó. — Mis hijos son muy inteligentes para su edad, además de que les han diagnosticado hiperactividad. Necesitan gastar esa energía haciendo algo que les servirá en el futuro. Por supuesto que también hablo español y mandarín.

Draco asintió con sorpresa— Dime algo en español.

Hermione asintió cuando sus hijos se despidieron de ella para ir a jugar, Leo la saludó con suave beso en la frente, luego vio como sus hijos corrían hacia el cine privado que tenían, en compañía de la niñera, de Leo y Rebeca.

La Actriz sonrió — cantaré: «Tengo la camisa, por qué negra tengo el alma, yo por ti perdí la calma y casi pierdo hasta mi cama.»

— ¿qué significa?

— Tengo la camisa negra y debajo tengo el difunto — la castaña señaló su corazón, era claro que le estaba mintiendo — tu amor ya no me interesa.

El escritor asintió, le dolía cada palabra.

— Tengo trabajo que hacer en el estudio de grabación, tú ve con los niños y envía a Leo a mi encuentro. — Hermione le dio órdenes como si sí se tratase de un empleado.

— ¿sales con él? — preguntó con cierta molestia.

— Es el padre del niño que espero. Ahora ve y dile que lo necesito.

El rubio se fue dando zancadas.

Mintió para que él sintiese deseos de meterse a su cama y le diese el hijo que necesitaba, por otra parte, tal vez podría pedirle a Leo una donación de esperma en retribución del óvulo que le obsequió.

La pequeña Rebeca era su hija, en los últimos años ella tuvo que congelar un par de sus óvulos porque deseaba tener hijos a los 50 años. Leo acabó con el corazón destrozado cuando su esposa se suicidó con el niño que llevaba en su vientre (Padecía una enfermedad mental que la condujo a cometer tal acto). Entonces Hermione por el amor que años atrás sintió, le regaló un óvulo y él encontró quien lo gestara.

Una vez sentada en el estudio con los audífonos en la cabeza esperaba la presencia del hombre de 33 años.
Se sentó junto a ella, se veía pálido, pero sonreía para ella.

— ¿estás enfermo? — Se retiró los audífonos.

— Me diagnosticaron cáncer pulmonar. — Dio como respuesta.

— Nunca te vi fumar.

— El doctor dice que produjo porque me expuse al humo. — Sacó algunas canciones adaptadas al inglés. También sacó documentos donde le cedía la custodia de Rebeca. — Firma y me quedaré una semana y luego iré a cumplir con mi tratamiento.

— ¿estás seguro?

El asintió.
El dolor de posiblemente perderlo la hizo entregarse en el estudio. Dos días después se acostó con Draco, lo que volvió a confundirla cuando un mes después que las pruebas de embarazo le dieron positivo.

El 18 de septiembre despertó llorando, no había logrado conciliar el sueño, sintió una inmensa nostalgia, sola y triste en su cama. Sus tres niños ingresaron a su habitación, era como si se preparasen para lo peor.

Hermione trató de calmar a todos, pero minutos después una empleada llegó con el teléfono en mano. — Hola— Dijo en cuanto lo tomó.

— Ha muerto — era Bellatrix — su familia lo va a incinerar, desean que siempre que puedas traigas a Rebe, necesita saber y despedirse de su padre.

Se desmayó y asustó a los tres pequeños, la empleada llamó a un médico. La actriz quedó pálida. Nada bueno duraba demasiado en su vida. Aun así viajó en tiempo récord a Perú para darle el último adiós a un buen amigo y maestro.