Él se enamoró de ella, de sus locuras, de su sonrisa, de la extrovertida que era, de su sinceridad, de sus retorcidas ideas y sus noches de fiesta, aunque eso lo lastimaba e iba en contra de lo que él era.
Ella lo quería, le gustaba el chico nerd...
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— ¡Maldita barbie plástica!
Fue el grito que dio Theodore, cuando vio la fotografía de Hermione abrazada de su novio, se encontraba subida en la red social de Facebook, eran celos que no lograba identificar, creía que era protección hacia su amiga. Les ordenó eliminar el retrato, ya que la prensa no los dejaría en paz.
— ¿No debes colgarte de la fama de Diggory? han llevado su relación en secreto, no puedes...
— ella no se cuelga de mi fama, en nuestra relación no existen egos. — Cedric de 22 años, modelo y novio de la joven de 19 años presenciaba el regaño. — Retira lo dicho, Nott
— ¿o si no qué? — preguntó.
— Me voy. — Hermione tomó las llaves de la camioneta de Cedric. — Amor vámonos. Theo necesita procesar lo nuestro.
— No, sabes que la prensa está fuera, quiere verlos. — el joven les indicó.
La actriz negó con la cabeza evitando llorar. Bajó hasta el estacionamiento del hotel con su novio. La pareja subió a la camioneta, eran seguidos por el castaño que iba en otra camioneta.
La autopista italiana no estaba preparada para ello, los periodistas y fanáticos persiguiéndolos. Un niño se atravesó, la actriz intentó detener su camioneta y lo logró, pero no contaba con el vehículo que se acercaba tras ellos terminó por impactarlos. En un acto de reflejo Cedric reclinó el asiento de su novia, la tiró hacia atrás, él se llevó la peor parte. Una muerte casi instantánea.
"Te amo y se libre, cariño" Fue lo último que escuchó antes de quedar inconsciente.
Un dolor de cabeza se hizo presente, trató de llevar la mano derecha a la cabeza, entonces notó el agarre. La visión borrosa le dificultó ver de quien se trataba, por un momento creyó que se trataba de Cedric, que lo vería para decirle que estuvo soñando, pero no, logró enfocar la cabellera rubia y supuso que era Malfoy.
— ¿Llegué... tarde a la... cita? —preguntó con voz rasposa.
— Sí, dos días tarde, pero vine a buscarte en cuanto supe el motivo de tu retraso. — él trató de sonreírle.
— creo que no podremos ir a bailar luego de la obra benéfica. — Evitó llorar, se sentía triste por los niños que no pudo ver. — ¿podré caminar otra vez?
— el médico dijo que tienes un par de huesos rotos, pero nada más que sea grave. — él le besó la frente en señal de protección — temí tanto por ti, si te pierdo no sé qué haré.
— Casarte, tener hijos y escribir novelas con un final triste. — trató de sonreír, no lo hizo porque las mejillas le dolían. De no ser porque llevaba casco podría haber acabado desfigurada y muerta.
— No quiero casarme.
— Estamos de acuerdo en algo — su voz se tornó ronca — ¿Dónde está Blaise?
