O5 × Opportunity.

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—— Adrien ——

Una vez que terminé con mi improvisada presentación, regresé a la mesa en la cual mi hermosa acompañante me esperaba, pude notar como sus preciosos zafiros brillaban y al parecer, algunas lágrimas fueron derramadas por éstos... Esperaba que fueran de alegría.

— Eso fue tan...  — Ella parpadeó rápidamente, acomodándose un mechón de su largo cabello detrás de la oreja mientras que limpiaba sus lágrimas con discreción— Lindo...

— Hey, no es la primera vez que te canto una canción ¿Recuerdas?

Marinette sonrió, se acercó a mi y sujetó mi mentón con una mano, obligándome así a encararla, en cuanto nuestras miradas se encontraron, percibí como sus mejillas se ruborizaron aún más de lo que ya lo estaban.

— Recuerdo cuanto me cantaste "Nervous"   —  Se acercó un poco más a mi, bajando la mirada hacia mi boca, comenzando a acariciar lentamente mi labio inferior con su pulgar —  Siempre me ha encantado tu voz...

— Recuerdo cuanto me cantaste "Nervous"   —  Se acercó un poco más a mi, bajando la mirada hacia mi boca, comenzando a acariciar lentamente mi labio inferior con su pulgar —  Siempre me ha encantado tu voz

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— Dime algo que no te encante de mi. 

— Hmm... ¿Hortencia?

— Se llama Honoria  

Besé la yema de su dedo , ella soltó una risita.

— Sólo bromeo... — Acercó su rostro al mío, permitiéndome deleitarme con su embriagante aroma y la calidez de su aliento, yo entrecerré los ojos, sintiendo como mi corazón luchaba insistentemente por abrirse paso fuera de mi pecho. — Me gusta... Te hacer ver muy... Varonil...

— P-puedes sentirla si quieres...  

Joder, me temblaba un poco la voz pero realmente nada me importaba, mis labios necesitaban de los suyos, de su calor, de su sabor, de...

— Aquí están sus bebidas — Anunció el mesero, mientras colocaba los cocteles sobre la mesa, Marinette agradeció y regresó a su lugar mientras que inevitablemente, liberé un largo y pesado suspiro cargado de frustración.

— Aún toleras el alcohol ¿Verdad?

— ¡Por supuesto! — Exclamó con orgullo, dando un profundo trago a su bebida — ¿Me crees débil acaso? 

—————

La noche transcurrió con tranquilidad, trago tras trago, Marinette y yo charlábamos acerca de nuestras respectivas vidas, aunque no es como si no estuviéramos al tanto de lo que en ellas ocurría. 

𝐑𝐄𝐅𝐋𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 / (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora