𝐑𝐄𝐅𝐋𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 / (+18)

O4 × It's been a while.

  —— Adrien ——    

— Adien...  ¿Poqué los gatos hacen "Miau"? 

Y bien, esa era la décima pregunta que mi hijo me hacía en menos de veinte minutos y para ser jodidamente sincero...  Mi paciencia se estaba agotando.

— Porque si dijeran "Guau" entonces serían perros.

— ¿Y poqué ellos hacen "guau"?

— Porque si dijeran "Miau" serían gatos.

Claude sonrió, cargó al obeso de Plagg y lo abrazo como si de un peluche se tratara, afortunadamente, ese gato rechoncho parecía tenerle más paciencia que yo.

En fin, tenía que reconocer que el volver a ver a mi felino amigo me hizo inmensamente feliz, él parecía aún recordarme a pesar de que sólo lo había visto un par de veces desde que me mudé definitivamente a New York , ya que, literalmente, Luka y Catlyn eran ahora sus nuevos dueños, mismos que al parecer, lo habían estado alimentando más de lo que era necesario.

Por otro lado, el estar de nuevo en París, me hacía sentir realmente abrumado, habían sido tantos giros inesperados en mi vida desde que lo dejé para comenzar una nueva etapa en Estados Unidos, que realmente no sabía cómo sentirme en ese momento.

Vamos, esa transición sin duda había sido de las más difíciles por las que pasé, ya que no fue solo dejar atrás prácticamente toda mi infancia y adolescencia, si no también aquellas cosas, personas, momentos a los cuales les guardaba un profundo cariño y valor.

Mi hermana, mis amigos, la casa en la cual viví con mi madre, mi auto, mis recuerdos... Mi gato.

Según tenía entendido, la casa en la cual viví la mayor parte de mi vida ya había sido vendida, mi auto yo mismo lo había dejado al cuidado de mi amigo Nino y mis recuerdos... Bueno, ellos siempre estaban conmigo.

Y hablando de recuerdos... El estar sentado en la sala de aquel departamento, el cual pude haber compartido con mi entonces novia de no haber dejado embarazada a Chloe, era una de las situaciones más extrañamente incómodas que había sentido en mi vida.

— Catlyn ya tardó con la cena — Murmuró mi madre mientras echaba un vistazo a su celular, yo asentí, cuidando por el rabillo del ojo a Claude, asegurándome así de la integridad de mi pobre gato.

— Tal vez se entretuvo en alguna tien...

— ¡Alex! ¡Quítate eso! —  Exclamó Sharon al momento en que se ponía de pie y caminaba hacia mi inquieto hermano el cual, había metido la cabeza en la pantalla de la lámpara de mesa.

— No soy alets ¡Soy astonauta! 

— Te haré ver estrellas de verdad si sigues de inquieto — Advirtió al momento en que le quitaba la pantalla y la extendía hacia mi, en el momento en que me reuní con ellos, Alex rodó los ojos.

— Deberías de estar agradecido — Susurré— Conmigo primero eran las estrellas  y después la advertencia.

— Y ni así me obedecías — Torció los labios en una sonrisa— Tu y Mari siempre...

— Mamá...

— Vale, vale, lo siento — Bajó a mi hermano, quien rápidamente corrió hacia donde Claude y Plagg jugaban, internamente sentí algo de pena por el felino.

— Gracias.

— Hmmm... No — Me tomó de los hombros y me hizo mirarla a los ojos — Como tu madre y defensora a muerte del Adrinette, seguiré presionando para que tú y esa muñequita hermosa arreglen sus diferencias.