24 × Incontro.

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Adrien

La semana faltante del mes pasó mucho más rápido de lo que esperaba. Tan rápido que aún resultaba increíble que estábamos a sólo un día de la tan esperada boda de Luka y mi hermana.

Marinette, Alya y Kriss habían sido de gran ayuda para Cat con respecto a todos los preparativos de la fiesta. Vamos, Marinette incluso diseñó y confeccionó su vestido de novia en tiempo récord y aún cuando aseguraba que su especialidad eran los vestidos de noche y moda juvenil, mi hermana quedó realmente maravillada con su vestido, mismo que estaba a sólo unos ajustes de quedar listo.

Así que allí estaba yo, acompañando a mi preciosa prometida en su habitación, observándola trabajar como cada noche de la última semana y para ser sincero, el ver la entrega y lo mucho que se esforzaba en hacer aquello para lo cual se preparó con tanto esmero, sólo me hacía sentir muchísimo más orgulloso de ella. 

—Eso se ve complicado —Susurré mientras la veía bordar los últimos detalles de cristales en una sección del vestido. Ella sonrió para después humedecerse los labios.

—Requiere de mucha concentración...

—Y yo no estoy ayudando con eso ¿Cierto?

—A decir verdad, me gusta esto de confeccionar mientras me observas —Sonrió con ternura, soltando luego un suave suspiro— Es como trabajar frente a un gatito curioso.

—Hey, yo soy tu gatito.

Mari asintió, levantándose de su silla para avanzar hacia mi y posicionarse de pie entre mis piernas.

—Mi gatito y próximamente... Mi ardiente, guapo y atractivo esposo... —Se abrazó a mi cuello, inclinando el rostro lo suficiente para frotar su nariz contra la mía— Ya no puedo esperar...

—Creéme, yo tampoco... —Liberé un suave suspiro, aferrándome a su cintura de forma tierna y posesiva— De hecho, he estado considerando el viajar a Las Vegas sólo para casarnos de una buena vez...

—Esa sí sería una boda estilo "Agreste" 

—Oye, todo lo que lleve el "Agreste" en el nombre es lo mejor.

Mari soltó una risita, besando mis labios con tanta calma y dulzura que me dejó al borde de una arritmia cardiaca.  

—Marinette Agreste...  ¿Te gusta? —Susurró contra mi boca, haciéndome suspirar.

—Ese es el mejor nombre de todos.

—Ahora harás que me sonroje.

—Se otras formas de hacerte sonrojar...

Marinette sonrió y antes de que pudiera decir algo, nuestros labios ya estaban buscándose con suma desesperación y deseo. 

La forma en cómo su pequeña lengua acariciaba la mía me hizo contener un gruñido y en un arrebato ante la inmensa necesidad de sentirla cerca, la aferré a mi cuerpo, orillandola a sentarse sobre mis piernas.

—A-Adrien... Mis padres están... 

—Tranquila mi amor... Es solo una intensa sesión de besos.

Ella sonrió, mordisqueando discretamente su labio inferior.

—Lo suficientemente intensa como para querer arrancarte la ropa —Peinó mi cabello hacia atrás, repartiendo pequeños besos por mi frente— Compórtate en la casa de tus suegros ¿Quieres?

—Me estoy comportando —Mari enarcó una ceja, yo sonreí —Como un pervertido.

—Es bueno que lo reconozcas.

𝐑𝐄𝐅𝐋𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 / (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora