Han habido días en los que me he odiado a mi mismo.
Creo que todos lo han hecho alguna vez. Pero conmigo solía ser más frecuente.
Recuerdo un día en el que Luka me había acompañado a comprar algo de ropa. Muchos chicos creían que yo era su novia por su aspecto, y cuando me escuchabas hablar, se quedaban en blanco y se iban a veces incluso con cara de asco.
Luka solía "consolarme" ante aquellas actitudes.
La gente prefiere ignorar lo que no entienden. Aquellas palabras resonaban en mi mente.
David le había pedido a Luka que me cuidara, puesto que tenían la misma edad, pero él había preferido quedarse en París para seguir con su música.
Pero él no siempre estaría ahí para protegerme.
Ni siquiera me siento seguro entrando a un baño público. Siempre hay chicos mirándome que a primera vista creen que soy una mujer, pero después, terminan fulminandome con la mirada y sueltan uno que otro insulto mientras salen del baño.
Me encontraba en los baños del centro comercial. Simplemente quería lavarme las manos. Un chico se me acercó, era notablemente mas grande que yo, tanto en edad como en tamaño.
Me miró unos segundos a travez del espejo algo extrañado.
-Te equivocaste de baño, maricon- dijo con algo de repulsión.
Intenté ignorarlo, acercándome a aquella maquina que soltaba aire para secar mis manos. De un instante a otro, aquel hombre me tomó del cuello de la camisa y me acorralo contra la pared.
-Dios, en serio pareces una mujer, estas enfermo- su aliento apestaba a tabaco, sus brazos me levantaron del suelo- ¡Tienes maquillaje! Debes estar bromeando.
-Suéltame...- mis manos temblaban mientras intentaba safarme.
-Si tanto quieres ser una mujer, ¿por que no te arrancamos eso de una vez?- sonrió con malicia golpeándome en el estomago.
De inmediato sentí como todo el aire salía bruscamente de mis pulmones. Su pie presionó mi pecho mientras sentía como intentaba quitarme el pantalón.
-Quédate quieto, mierda- está vez me pateó el estomago, haciendo que me doblara en el suelo.
Me odiaba a mi mismo.
A mi mente vino una sola imagen en ese momento.
Un pequeño de doce años, que lloraba en su habitación, pidiendo ser diferente. No quería seguir escuchando a sus padres discutir si habían hecho algo mal, o si debían llevarlo con algún psicólogo.
Si sus padres estaban sufriendo por ser así, no quería serlo más.
Yo era aquel niño.
Volvía a revivir ese sentimiento.
Si ser quien soy me hace tener que pasar estas cosas, no quiero.
Ya no puedo.
-¡Idiota, déjalo!- alguien había entrado al baño, empujando al hombre y obligándole a salir del baño- Tranquilo Marc, todo va a estar bien...
Intenté ver de quién se trataba.
-¿Adrien...?- a su lado estaba Nino, seguramente habían venido juntos.
-Mierda, estas sangrando...- dijo preocupado- Nino, trae ayuda.
Fue lo último que escuché antes de que todo se volviera negro.
ESTÁS LEYENDO
Just a Comic || Nathaniel & Marc || Miraculous LadyBug
FanfictionEscribir aquellas historias de los héroes de nuestra ciudad me ayudaba a liberar todo aquello que había reprimido a otras personas. Me gustaba la idea de plasmar aquellas palabras en dibujos, pero no era nada bueno en eso. Después de ver akumatizado...