20- Respuestas

8 0 0
                                    

Después de darme una ducha placentera, fui a dormir, por alguna extraña razón la fatiga que sentía era tan inmensa como si no hubiera dormido por días, y todo eso se lo debía al gran estrés que estaba transitando. 

Era muy difícil adentrarme en mis pensamientos, siempre pensé que serían una bomba de tiempo y no sabía muy bien cuando estallarían dentro mio. Pero tengo que ponerme fuerte y luchar contra lo que me está atormentando, hay demasiadas preguntas sin responder, y muchos misterios que resolver.

Primero, aún no entiendo como todas las personas que están aquí sobrevivieron a las bombas nucleares, y principalmente como Jared está con vida.

Segundo, si hubiera una respuesta coherente a la anterior pregunta, cómo es que vivieron tantos años si yo fui la primera en probar el experimento de congelamiento. 

Tercero, estoy aún desorientada con la experiencia que viví con Cristobal, pero algo, muy dentro mío me dice que no soy la misma de hace diez mil años. Tengo como una extraña sensación en mi cuerpo que desencadena cosas irracionales. Pero, cómo es eso posible, y qué era ese químico que me habrán inyectado antes de pasar mucho tiempo congelada.

Y por último, pero no más importante, cómo me siento... estoy confundida y bajo mucha presión, no solo por los médicos sino por aquellas aventuras y amores que parecen estar más cerca de lo que creía.

Ya cuando despierto me siento un poco más renovada y ahora estoy caminando sin rumbo por lo que según me dijeron es el ala vieja del edificio donde me "hospedo". Aún no entiendo por qué me tienen encerrada en estos pasillos y no puedo salir a explorar.

Vislumbro a alguien en mi costado caminando hacia mí y me doy vuelta de inmediato poniéndome alerta.

-Wow! Calma fiera- me dice Jared una vez que se reúne conmigo. Parece un poco cansado y tengo ganas de abrazarlo y acariciar su cara pero aún no se nada de esta persona y quiero información. -¿Por qué estás rondado por los pasillos sin ningún rumbo?- medió carismático.

Entrecerré los ojos en su dirección y dude al responder.-Tengo...Tengo que buscar respuestas y en mi habitación no creo que las encuentre ¿O sí?- estaba exhausta y esa no era mi manera de hablar normalmente pero estaba cabreada por todo lo que no sabía así que el se llevaría todo mi enojo.

Lo único que hizo fue quedarse mirándome como a una extraña por eso cuando me tomo del brazo lo hizo sorprendiéndome por sobremanera. Me arrastraba por los pasillos hasta que llegamos a una puerta doble que decía cafetería en una placa de metal. -Entra, y verás que no soy el único que conoces aquí.- me soltó lentamente pero antes que yo me adentrara a la sala me detuvo y acerco su boca a mi oído.- Sabes Vera, te extrañé muchísimo, y aún te quiero pero no somos nosotros los que te darán la respuesta porque todo esto- dijo abriendo los brazos haciendo ademán de abarcar toda el edificio- es más grande que tus ganas de saber, es más grande que todos nosotros y lo único que puedes hacer es, o ser participe o negarte completamente y créeme la última opción no la recomendaría si es que no quieres morir.- Así sin más se marchó dejándome completamente desorientada.

Tras unos minutos de shock decidí girarme y entrar en la cafetería para estar más cerca de respuestas, pero al empujar las puertas no creí que lo que iría a ver fuera tan increíble y espeluznante al mismo tiempo.

Diez mil añosWhere stories live. Discover now