Me acuerdo de pequeña que tenía un grupo de amigos bastante locos, eran majos pero tenían una riña con el barrio aledaño y por mala suerte mía, mi casa estaba ubicada en el límite entre las dos vecindades.
Por supuesto un día dijeron que debía infiltrarme en su grupo, la pasé horrible intentando encajar ya que no soy de esas personas tan extrovertidas, recaudé tan poca información que mis amigos dejaron de hablarme por una semana completa hasta que un día me lograron perdonar y todo siguió como antes. Pero esto, esto es algo mucho más grande y no paro de relacionarlo con ese día en particular. Tengo miedo de estropear todo, además que no tengo idea de mis poderes ni de que exactamente tengo que hacer...
Mis ordenes fueron claras: Infiltrate y consigue información de lo que sea, si se bañan, anótalo, si orinan, también. Por suerte voy a tener dos compañeros que me acompañen, ellos serán los que me guíen y reporten cada cosa que yo haga.
Además de las ordenes me dieron un nombre... Cray Johnson. Nada más y nada menos que el líder de uno de los grupos principales. Soltero, codiciado, egoísta, narcisista y por supuesto una hermosura. ¿Mi tarea? Enamorarlo. ¿Cómo? Ni idea.. por alguna extraña razón tengo que ser el chivo expiatorio y nadie me dijo cómo hacer lo que sea que tenga que hacer. Quizá me rechace a los dos segundos de conocerme o me mate, sería una buena salida después de todo.
-Entonces Johnson eh? - me giro para encontrarme a un Jared con una expresión nula en su cara.-No es por nada pero yo soy mucho más guapo que él.- dijo en tono de burla.
-De eso no existe duda- me acerco.- estas tan distante conmigo, se que han pasado muchas cosas pero no quiero irme y que estemos tan mal y encima a la distancia.- bajé la mirada para que no viera lo triste que estaba por dentro.
-Distancia no habrá, soy uno de los que te acompañará por eso toda esta parsimonia me tiene de los nervios- me toma por las muñecas y hace que lo mire a los ojos.-Sé el plan que tienen para ti, y eso es lo que me preocupa, tengo que verte enamorar a alguien más, y quizá que te enamores de él...
Lo corto antes de que siga pensando locuras- No me enamoraré de un cruel sanguinario, de eso estate seguro.- Miro hacia otro lado, cierro los ojos y continúo hablando- aunque ha pasado tanto en tan poco tiempo que no sé a quién le pertenece mi corazón- lo miro para encontrarme unos ojos destrozados.-Lo siento pero te había dicho que no soy la misma de antes y tengo mucho peso sobre mis hombros en este momento.
Decido dar un paso al costado e irme por la puerta pero me agarra de la mano, me gira y me dice lo último que quería escuchar...
-Después de la misión tendrás que elegir, o él o yo. Que no se te olvide Vera.-me beso rápido en los labios y se fue dando grandes zancadas.
Qué pretendía que dijera, le dije la verdad, y ahora estoy entre la espada y la pared tratando de poner en orden un corazón que ni siquiera se quiere a si mismo, y que tampoco se conoce bien del todo.
Mi madre tenía un dicho para las relaciones amorosas: El amor es un campo de batalla. Creo que lo sacó de una película muy vieja que veía siempre pero me explicaba que tienes que luchar todo el tiempo con ello y a veces se gana o se pierde, y otras perdura hasta la muerte.
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Diez mil años
Fantasía¿Qué pasaría si todo tu mundo se pone de cabeza? Vera Cooper se enfrentará a todo un mundo nuevo para ella. Pero ¿A qué costo? ¿El apocalipsis? ¿O todo es obra del gobierno?