Avisos//Cap.1

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Esta fan fic va a tratar en mayor medida sobre la vida de Beth con sus hermanos y quizá ellos sean más secundarios que en la serie original Supernatural, aunque la caza será un punto importante.

Sam, Dean y otros personajes mencionados pertenecen a la serie mencionada con anterioridad.

No hay una línea fija, pero la historia transcurre antes de conocer a Castiel y después de conocer a Jo y Ellen Harvelle, pero como acabo de decir, los hechos no serán fieles al serie.

No hay contenido para adultos, pero si algunas terminologías que los más jóvenes pueden no conocer, así que se ruega discreción. 

Disfrutad mucho.

Beth se revolvió en la cama durante la noche. Sam y Dean intentaron despertarla varia veces, pero pese a que abría los ojos no se encontraba allí. La cacería le había dejado exhausta y sus hermanos lo sabían, pues ella era sólo una adolescente de dieciséis años. Decidieron aguantar esa noche y cambiar a su otra hermana pequeña de cama para evitar que la mayor la despertara. El siguiente día era lunes, por lo que tendrían que ir al colegio. Necesitaban reponer fuerzas.

Los gritos siguieron contastes hasta más de las cinco de la mañana. Dean y Sam estaban extrañados ya que, por lo general, ella no tenía pesadillas, y menos aún violentas como aquella. Sin embargo, por más que intentaban despertarla, no lo conseguían.

Tampoco insistieron demasiado. Estaban realmente exhaustos. Apenas podían con sus almas, así que decidieron hacer turnos para quedarse despiertos y velar por su seguridad hasta que se calmara o amaneciese, li que ocurriera antes.

Cuando comenzó tranquilizarse, los muchachos cayeron en un profundo sueño que ni la alarma de la chica los conseguiría despertar.

Por el contrario, ese pitido fue lo único que hizo que saliese de la ensoñación. Sin hacer ruido, la chica se deslizó al baño y se duchó. Dejó caer el agua caliente por sus hombros y se centró en olvidar las pesadillas. Unos gritos muy agudos azotaban su cabeza. Había sangre por doquier saliendo de muchas partes de su cuerpo, o al menos unos femenino; tiraban de su cabello fuertemente. Odiaba esa sensación de sentirse vigilada, observada... El ambiente era tan pésimo y tan deprimente que las viejas y sucias paredes del motel no hacían más que agobiarla.

Aún así, el motivo por el cuál había sufrido era la sensación incesante por marchase. Deseaba irrefrenablemente irse, irse a la otra vida y dejar todo el sufrimiento atrás. El miedo que sentía hacía que estuviera alterada.

Mientras se secaba, empezó a reírse de sí misma. Estaba claro que el estrés de los exámenes y la cacería la estaban alterando demasiado. Seguro que sólo serían sus nervios por la prueba de la semana próxima de química. Salió del baño y escogió su ropa sin mucho afán. Vió como sus hermanos estaban en sus respectivas camas, dormidos dulcemente y roncando. Despertó a la más pequeña.

-Aurora, Aurora... Levanta. Buenos días, pequeña.-Beth cogió en brazos a su hermana y la sentó en la mesa de la habitación.

-Buenos días.-Bostezó Aurora. Cerró la mano en un puño y empezó a frotarse los ojos legañosos.

-¿Has dormido bien?¿No te he despertado? -Inquirió Beth dándole un beso en la mejilla. Su hermana negó. Bostezó de nuevo, y esta vez contagió a la mayor.-¡Qué bien! Eres una muy chica grande. ¿Tienes hambre?

-¡Sí! ¿Vamos a desayunar?-Preguntó la pequeña abriendo los ojos.

-Sí, pero primero debes vestirte. Vamos, te ayudo.

Beth bajó a la pequeña de la mesa y buscó su ropa. Esta si la eligió con más cuidado. Le quitó el pijama, la vistió y la peinó haciendo dos coletas con el poco pelo lacio y dorado que Aurora, de no más de tres años, tenía. Una vez acabado, Beth cogió dinero de la cartera del mayor, agarró su monopatín y se dirigió al bar del motel de la mano de su hermanita.

Beth WinchesterWhere stories live. Discover now