-¡A Beth le gusta Jake! ¡A Beth le gusta Jake!-Canturreó la pequeña mientras aporreaba la mesa con sus finos deditos.
-¡No lo digas tan alto!-Protestó la chica. Dió un sorbo a su batido, que hacía unos segundos había traído Jake, intentando aplacar la voz chillona de su hermana con el ruido la de cañita.
-¡Ah, pero es que ni lo niegas!-Rió Nick sorprendido.
-Bueno, es que es evidente.-Musitó, casi para sí misma.-Lo único que no sé es... Si el siente algo por tí.
-¿¡Pero tú eres tonta o comes bolitas cuadradas!?
-¿Qué ocurre?
-Que te acaba de pedir una cita.
-¿Una cita?
-Sí, hija mía, una cita. Cuando dos personas quedan para conocerse e intimar, ya sabes por donde voy. Has tenido novio, Beth, deberías saber el significado.
-Creo que te estás yendo por las ramas, no creo que...
-¿Por qué cuando tenéis una cita nunca aceptáis lo que es? Pareces la típica chica que va a vivir una vida de ensueño porque llega su príncipe azul y la salva y...
-Definitivamente, te han echado algo en el batido. Cállate y deja que yo me desenvuelva sola en esto y mientras paseamos, decida si es una cita o no.
-No tienes remedio Beth, eres muy terca... Aunque si te digo la verdad, Jake se ha ganado dos puntos conmigo. El primero es por pedirte la cita estando yo delante. El segundo es porque este batido está delicioso.-Terminó con él en medio segundo y, rascándose la barriga se tiró un pequeño eructo.
-¡Nick!-Exclamaron sus hermanas riendo.
-¡Venga ya! ¿Acaso no recordáis la competición de anoche tras beber tres latas de cola?
-¡Claro que sí, idiota, pero eso no lo hacemos en público!-Beth en enfadó más de lo que le hubiera gustado, ya no quería que su familia le diera a Jake o a su jefe una mala impresión sobre ella.
Así que decidió callar y seguir bebiendo. Intentó relajarse y mirar por la ventana, observando como una mujer pedaleaba en una bicicleta verde limón, como una pareja paseaba cogida de la mano y riendo, y cómo un perro callejero olisqueaba una boca de incendios roja. Sumergirse en la normalidad de las personas que caminaban por la calle le encantaba. No imaginaba su vida ni intentaba averiguar qué decían, simplemente quedaba mirando al todo y a la nada, dejando que su ira fluyese y se marchase.
-Beth, ahora que estás más relajada... No quiero que malinterpretes mis intenciones, ¿vale? Sólo quiero que no te hagan daño. Sabes que yo no soy tan agresivo como Dean o tan inteligente como Sam a la hora de realizar planes y venganzas... Pero si algún cretino estúpido como Lucas vuelve a dejarte, ten por seguro que acabaré con él tal y como lo hice con el genio que se cargó a mi hermano.
-Todo ese rollo de hermanito mayor preocupado no te va nada... Y que te hayas tirado un eructo antes te quita credibilidad.
-Ya te has cargado el maravilloso e íntimo momento.-Suspiró Nick. Beth rió, pues era evidente que todo era puro cachondeo.
-No meas dejado acabar, bocazas...Lo que te acabo de decir no quita que te agradezca que me protejas... Gracias.-Sonrió y permaneció así durante un rato.-Pero como tú o alguno de vosotros tres os involucréis más de lo necesario, no dudaré en partiros la cara a cada uno varias veces repetidas.
-No seas tan violenta, tan... Tú. No deberías preocuparte de nosotros, tu familia, sino de tus amigos. Pueden ponerse celosos. Y si es verdad que a Louie y a Frank les suena mucho ese muchacho.
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Beth Winchester
Short StoryBeth es la hermana pequeña de los famosos Winchester, Dean y Sam, dos hombres con un trágico pasado y una larga vida abarrotada de historias. Aún con la cacería entre manos, los hermanos tienen pensando asentarse en un pueblucho hasta que ella acabe...