Apenas entró a la casa Minerva pudo escuchar a su madre discutir con alguien y se apresuro a encontrarla pensando que estaba en compañía de su padre. Cuando llegó a la sala confirmó que estaba sola hablando por teléfono y escucho que nombraba a su futuro ex-esposo. Su madre se veía muy enojada y cortó la llamada sin despedirse. Recién entonces notó la presencia de su hija e intento verse tranquila.
—Hola Min —saludo fingiendo una sonrisa.
—Mamá —Minerva devolvió el saludo— ¿Qué sucede? —no dudo en preguntar y espero ansiosa una respuesta.
Del otro lado su madre no quería dársela hasta que cayó en la cuenta de que ya no podía esconderle nada, su pequeña estaba camino a ser una adulta y era consciente de lo que pasaba a su alrededor.
—Tu padre. —soltó junto con un suspiro de frustración.
—¿Qué mierda hizo ahora? —inevitablemente Minerva alzó la voz sintiéndose enojada.
—No quiere cooperar en la propuesta de divorcio. —su madre explicó tomando asiento en el sofá.
—¿No puedes presentarla sin él? —pregunto sin saber mucho del tema.
—No, necesito su firma. —ella negó tristemente.
Minerva se quedó viéndola mientras pensaba en una manera de ayudar a solucionar el problema. Una idea surgió, aunque también podría decirse que fue por impulso. A la velocidad de la luz se puso de pie y camino hacia su madre.
—¿Tienes los papeles? —hizo un movimiento con su mano pidiéndolos.
—¿Qué harás? —como toda madre ella se preocupó por las acciones de su hija.
—Sólo dámelos. —Minerva insistió dejando su mano extendida. Después de pensarlo dos veces su madre decidió confiar, fue a buscarlos y se los entrego.— Gracias. —agradeció con una sonrisa y abandonó la sala para a los segundos salir de casa.
Se detuvo un momento a guardar los papeles en la mochila que llevaba puesta y olvido dejar. Justo en ese instante Julián salía de casa y cruzó la calle para saludarla. Minerva tenía la cabeza pérdida dentro de su mochila intentando leer un poco acerca de la propuesta de divorcio y se asusto al sentir una mano en su espalda baja.
—Hola —él saludo y beso su mejilla cariñosamente.
—Me asustaste. —confesó cerrando la mochila— ¿Estás ocupado? —pregunto sin darle tiempo a decir algo más.
—Estoy libre para lo que quieras. —Julián respondió guiñando un ojo en broma. En respuesta lo primero que recibió fue una risita y una palmada en el hombro más parecida a una caricia.
—Necesito que me acompañes al departamento de Kelsey Lyn. —agregó Minerva.
—¿Te refieres a la amante de tu padre? —dudando de sus palabras él espero no sonar hiriente.
—La misma. —ella respondió sin darle importancia— ¿Y qué dices? —lo apresuró deseando marcharse pronto.
—Por supuesto que sí. —finalmente Julián respondió y comenzo a caminar en dirección a la parada de autobuses— ¿Qué harás ahí? —no pudo evitar sentir curiosidad.
—Necesito hablar con mi padre, y sé que no estará en el estudio de abogados porque hoy es uno de los días que se toma libre. —Minerva explicó evitando entrar en detalles. Julián guardo silencio limitándose a asentir.
Caminaron hasta la parada y esperaron unos pocos minutos a que el autobús llegará. Una vez arriba se ubicaron en la parte trasera, todos los asientos estaban ocupados así que se mantuvieron de pie uno al lado del otro y Minerva decidió recostar su cabeza sobre el hombro de Julián. Él le dedicó una mirada aprovechando que ella tenía la suya mirando el camino y escondió una pequeña sonrisa que nació al encontrarla adorable. Pensó que si sabía lo que hacía y lo que pensaba lo acusaría de ser demasiado cursi pero sabía que en el fondo le encantaba.
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Daddy Issues
Teen FictionTerminada. Adoro que tengas problemas paternales, yo también los tengo. 《N°10 en #DaddyIssues de entre 96 historias》 《1 en #ProblemasPaternales de entre 10 historias》