Fin

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Las cosas comenzaban a acomodarse, por lo menos entre los adultos. Los padres de Minerva finalmente se separaron gracias a que Kelsey convenció a Paul de firmar la propuesta de divorcio. Seguido de la separación su padre formalizó su relación con Kelsey, pero para su mala suerte duraría poco porque a los meses ella correría detrás de un hombre más joven y atractivo. Por otro lado Lorraine quedó sola, comenzó a hablar más con los hombres, cosa que antes no hacía, y consiguió un peculiar pretendiente que la hacia sentir como una adolescente. Respecto a los padres de Julián también decidieron recurrir al divorcio y fueron por caminos similares a sus vecinos. Aprovechando de su libertad Carla aceptó estar en pareja con Jeremy y a pesar de ser bastante apresurado estaban considerando casarse. La situación fue difícil para Anthony, sin embargo, sus ojos no tardaron en encontrar otra belleza a la que admirar y cortejar: Lorraine. Parecía que todo marchaba bien para todos y los engaños habían quedado en el pasado, por lo menos así era para ellos cuatro, no para sus hijos. Después de que Julián le declarará su amor a Minerva pasaron un tiempo alejados. Ambos se extrañaban y ninguno se atrevía a ir en busca del otro. Él esperaba que ella olvidará sus miedos y apostará por lo que tenían. Ella creía que nunca iba a poder vencerlos y que lo mejor sería no arriesgarse. Él intentaba hablar cada vez que se cruzaban y ella huía comportándose como una cobarde. Él necesitaba decirle muchas cosas y ella sentía que estaba todo dicho. Él no iba a rendirse y ella ya estaba rendida.

Un día de tantos en los que Julián escapaba a su escondite e intentaba distraerse con su guitarra comenzó a tocar una canción que le recordaba a Minerva y pensó que a ella le encantaría oírla. Sin pensarlo mucho tomó su celular y le envió un mensaje pidiendo que vaya urgente. Intentaría ganarse su corazón por última vez, o mejor dicho hacer que lo admita, porque en el fondo sabía que ya se lo había ganado hace tiempo.

Cuando Minerva recibió el mensaje inmediatamente decidió que no iría, luego pensó que tal vez había sucedido algo grave y corrió apresurada hacia la estación de trenes abandonada. Quería mantenerse lejos de Julián para olvidar sus sentimientos por él, pero no podía dejarlo solo si necesitaba de su ayuda. Gracias al aconsejó que él mismo le había dado no sentía que se lo debía, sentía que debía hacerlo porque lo quería y se trataba de una persona importante en su vida.  Corrió con torpeza, se tropezó, volvió a ponerse de pie y no disminuyó la velocidad hasta que llegó a la puerta del vagón. Se detuvo apenas unos segundos para tomar aire y entró preocupada.

—¿Julián? —habló agitada y sorprendida al verlo tranquilo sentado en el piso con la guitarra entre sus brazos.

—Creí que no vendrías. —él confesó compartiendo su sorpresa.

—Creí que te había pasado algo. —Minerva explicó a que se debía su estado.

—Tal vez elegí mal las palabras del mensaje, perdón. —Julián se disculpó evitando reír. Lo había hecho a propósito, pero no pensó que se lo tomará en serio.

—¿Entonces para qué me querías? —ella alzó la voz enojada, se cruzo de brazos y acortó la distancia para poder mirarlo desde arriba.

—Tengo algo para ti. —él se excuso rápido y le regaló una sonrisa— Siéntate. —pidió hablando con suavidad y se atrevió a tomar su mano.

Ante el primer contacto Minerva cayó en sus encantos y obedeció dispuesta a recibir lo que sea que iba a darle. Suponía que quizá era un beso, y la cercanía entre sus rostros hacía que lo deseará, pero no se trataba de eso. Aún así pronto sus deseos se cumplirían.

—¿Y? —insistió perdiendo la paciencia.

Julián bajo de las nubes y recordó lo que tenía que hacer. Sin quererlo se vio obligado a soltar su pequeña mano y acomodo la guitarra entre sus brazos para tocar. La mirada de Minerva demostró confusión y al prestarle atención a la melodía pudo entender.

—Take you like a drug. Taste you on my tongue. —él comenzó a cantar y sostuvo su mirada— Ask me what I'm thinking about, I'll tell you that I'm thinking about whatever you're thinking about. —ambos recordaron varias conversaciones en las que les había sucedido lo que decía la canción y sonrieron al mismo tiempo— Ask me something that I won't forget but you might have to tell me again. —recordaron la primera vez que se besaron y las palabras que habían dicho antes y después de hacerlo— It's crazy what you do for friends. —Julián recordó cuando la ayudo a huir luego de hacer pedazos el auto de su madre y cambió la letra— Go ahead and cry little girl. Nobody does it like you do. —él recordó esa misma noche y como ella se quedo dormida en el sofá mientras lloraba sin cesar— I know how much it matters to you. I know that you got daddy issues. —la frase era más que clara y de nuevo los dos la interpretaron de la misma manera compartiendo una mirada de complicidad— And if you were my little girl I'd do whatever I could do, I'd run away and hide with you. —encontraron otra posible referencia a la noche en la que huyeron juntos— I love that you got daddy issues, and I do too.

La canción continuó y Minerva no pudo contener las lágrimas que querían escaparse de sus ojos. Lo que estaba sucediendo era realmente hermoso y sentía que no se lo merecía. Quería tirarse sobre Julián y abrazarlo por siempre, pero evitaba hacerlo para poder escucharlo terminar la canción. Sabía la letra a la perfección ya que era su canción favorita, espero el momento indicado y se sumó a cantar.

—Go ahead and cry little boy. —tomó por sorpresa a Julián y él guardo silencio dándole lugar— You know that your daddy did too. You know what your mama went through. —los dos pensaron que la canción parecía estar escrita para ellos— You gotta let it out soon, just let it out. —Minerva se acerco más y tomo su rostro entre sus manos.

—Go ahead and cry little girl. Nobody does it like you do. —él continuó en voz baja sabiendo que de todas maneras ella podía escucharlo— I know how much it matters to you. I know that you got daddy issues. —dejo de cantar y repitió las palabras para ser más claro— And if you were my little girl I'd do whatever I could do, I'd run away and hide with you. —sonrió y le dedicó una corta mirada a sus labios— I love that you got daddy issues, and I do too. —terminó y finalmente le dio el beso que tanto esperaba.

Sus labios se acariciaron como si no lo hubieran hecho en años, Minerva lo rodeó con sus brazos y Julián hizo lo mismo para tener más contacto. El beso duro hasta que sintieron que les faltaba el aire, pero incluso al separarse se mantuvieron abrazados. En silencio ninguno sabía cómo poner en palabras lo que sentían hasta que uno de ellos decidió hablar.

—Pienso que me encanta cada momento que estamos juntos, pienso que eres hermoso entre muchas otas cosas, me gustas, te quiero, estoy enamorada de ti, quiero que seas tu mi novio y quiero ser tu novia. —Minerva respondió a todo lo que Julián le había preguntado la anterior vez que se vieron.

Sus corazones comenzaron a latir rápido, sobre todo el de Julián a causa de felicidad y una enorme sonrisa apareció en su rostro. Necesitó agradecerle a Minerva por darle una oportunidad y lo hizo dándole otro apasionado beso en el que también esperaba demostrarle que sus sentimientos por ella eran realmente puros.

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