Capítulo Dos.-

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-Pero que pasa?. – Exclamó una desconcertada Jazmín.

Se bajó del automóvil un fornido joven, de pelo castaño, alto y atractivo, de piel fina y delicada, y unos ojos color miel azulado que demostraban preocupación aunque su cuerpo no lo mostrara, se acerca a la joven que acaba de atropellar y le pregunta:

-Qué pasó pelirroja? Ah? No escuchaste mis gritos? Estas bien?.- Pregunto este extraño joven a Jazmín.

-No te escuche, escuchaba gritos a lo lejos pero no me imaginé que eras tú. – Se sinceró Jazmín.

Rápidamente llega Marie con sus hermanos preocupados por Jazmín.

-Hija hija, estas bien? Te sientes bien? Niño ayúdame a llevarla adentro por algo de agua. –Exclamó una atemorizada Marie.

- Madre estoy bien, solo fue un golpe en la cadera que quedara un gran moretón.

-¿Segura que estas bien pelirroja?. – Preguntó Drew.

-Mi nombre es Jazmín no pelirroja. – Exclamó una ofendida Jazmín. A pesar de ser realmente pelirroja no le gustaba que la señalaran así, pero podría hacer una excepción.

-No se preocupe señora, la llevaremos adentro, la dueña del restaurant es mi madre, podremos examinarla mejor aunque no creo que sea nada grave.- Comenta Drew.

-¿Qué esperamos entonces? Vamos adentro. –Dijo Marie.

Drew subió a Jazmín a sus brazos y la llevaba adentro del restaurant, Jazmín, algo aturdida por el accidente, alcanzó a oler su perfume, lo reconoció al instante, su perfume masculino preferido, excelente pensó ella.

-¿Drew qué pasó? ¡Qué hiciste! ¡Tráela hacia acá!. –Dijo Pattie, madre de Drew.

Rápidamente llevaron a Jazmín a la sale de primeros auxilios, y la examinaron, resultado: moretón en la cadera por mucho tiempo.

-¿Marie es tu nombre cierto?. –Preguntó Pattie.

-Sí. –Respondió Marie.

- Mira Marie, disculpa por este accidente, por lo que me dijo Drew le gritó para que se moviera, es que el probaba el auto, tiene problema en los frenos y lo mandaremos de nuevo al taller para que lo revisen, dijo que se sentía culpable por lo apretar el freno de mano pero ya pasó y por compensación de lo ocurrido almuerzan gratis hoy y en una de mis mejores mesas, pidan lo que quieran, están en su casa. –Dijo Pattie con emociones mezcladas y alegremente.

-Oh Pattie, eso es muy gentil de tu parte, los accidentes ocurren y gracias a Dios que no fue nada grave. –Dijo Marie.

-Bueno, no se hable más y pasen al comedor.- Dijo con una sonrisa Pattie.

Jazmín se estaba levantando cuando Drew la detiene y le habla con sinceridad.

-De verdad lo siento Jazmín, no fue mi intención, yo intente avisarte y no me escuchabas. –Dijo un arrepentido Drew pero se hacia el fuerte y no lo demostraba.

-Tranquilo, lo sé, no han sido mis mejores días y pareciera que no estoy en la tierra a veces, ya paso y no hay de qué preocuparse. –

-No estoy preocupado, si es que te hubiera llegado a pasar algo grave, me importa poco porque ni siquiera te conozco, no me hubiera influido en nada.- Dijo Drew.

-Es bueno saberlo. –Comentó Jazmín con una sonrisa fingida.

Jazmín se levantó de la camilla y se dirigió al comedor que habían mencionado antes. Drew haría lo mismo, pero lo detuvo el paramédico.

-Sabes perfectamente que te importaba la chica, te conozco bien. Dijo Thomas, su hermano paramédico.

-Cállate Thomas, sabes perfectamente que ninguna mujer me interesa a menos que sea mi mamá. –Dijo Drew molesto.

-Tienes solo 18 años, eres muy joven para decir eso, la vida tiene muchas vueltas. –Dijo Thomas.

-Es mi decisión, no te metas en asuntos ajenos. Dijo Drew, salió de la sala dando un portazo y muy enojado.

Drew se dirige hacia el comedor y ve que todos ya están sentados esperando la comida.

-Hijo, ven siéntate con nosotros, hoy almorzaremos con Marie y su familia. Siéntate al lado de Jazmín.- Dijo una alegre Pattie.

Drew con mucha rabia se sentó, no dijo ni una palabra y se separó un poco de Jazmín, mientras más lejos estuviera de ella, mejor, la miraba y le daba asco, por el tan solo hecho de ser mujer. Jazmín era una joven muy bella de 17 años, pelo ondulado de mediana estatura, rojizo oscuro, tez morena, no muy alta y no muy baja de estatura, ojos cafés oscuro y labios rosados, tenía su propio estilo, lucía con unos pantalones cortos café claro, una polera color crema con pequeños lunares negros y una camisa azul, hermosa a ojos de los demás, repudiable a los ojos de Drew. Por el contrario Drew tenía ojos cafés claro, pelo castaño y de tez blanca, vestía con una camisa morada y unos pantalones azules.

Drew cada vez se alejaba más de Jazmín, pero él era astuto, no quería que su madre se diera cuenta, se movía de a poco y rigurosamente. Jazmín que no era ciega lo notaba y se le acerco a preguntarle que sucedía, no lo conocía bien pero no quería que las cosas entre ellos siguieran mal.

-¿Porque te alejas tanto Drew? – Preguntó Jazmín.

-Porque no quiero estar cerca de ti, no quiero ni verte. –Respondió cortante Drew.

Jazmín solo guardo silencio y espero su comida para comerla, inspeccionaba a Drew de reojo, era realmente atractivo, pero algo en él iba mal y no sabía que era. El almuerzo paso y Marie con Pattie se llevaron excelentes, rápidamente se hicieron amigas, Marie tenía que ir a inspeccionar al departamento y creyó que ya era un buen momento para irse.

-Pattie creo que ya es tiempo de irnos, tengo que ir a ver cómo marcha todo con el departamento, o si tendremos que esperar un poco más. Dijo Marie.

-Oh claro ve Marie, espero que nos podamos volver a juntar, es agradable hablar contigo, puedes venir al mi restaurant cuando quieras, eres bienvenida. –Dijo alegremente Pattie.

-Encantada de venir nuevamente o de salir otro día. –Dijo Marie.

-¿Hijo porque no llevas a dar una vuelta a Jazmín para que conozca un poco más la ciudad?. Dijo Pattie.

-Mamá... -Reclamo Drew.

El arte de caer {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora