El arte de caer {Terminada}

Capítulo Siete.-

-¿Qué eres qué? ¿Por qué tendría que alegrarme? No me agrada para nada la idea.- Dijo Drew con enojo.

-Aunque no te agrade la idea, mañana empiezo a trabajar para ella y no me interesa lo que tú opines. Adiós Drew.- Dijo Jaz muy enfadada.

Jazmín emprendió camino a su hogar, disfrutaría cada bocanada de aire, se sentía ganadora y nadie le quitaría esa sonrisa que llevaba en su cara. Al contrario Drew por su parte estaba muy enojado, aparcó el automóvil y se dirigió a la oficina de su madre, de un portazo la abrió.

-¿Porque le diste trabajo? ¿Acaso no te das cuenta todavía que la quiero lejos?.- Dijo Drew muy enfadado.

-Drew, ¿Qué forma es esa de abrir la puerta? Esos no son los modales que te he enseñado. Con respecto a Jazmín, le di el trabajo porque la estimo mucho, esto ya dejo de ser sobre ti, también es sobre mí, y yo quiero que trabaje aquí y punto. No se habla más del tema. Espérame con tu hermano que ya nos iremos a casa. Dijo cortantemente Pattie.

Drew solamente la miró, guardó silencio y se fue. Jazmín por su parte le contó la noticia a su familia, ellos la felicitaron y compartieron la once y Jazmín se fue a dormir, mañana sería un gran día, su primer día de trabajo. Marie llamó a Pattie y le agradeció por la oportunidad, hablaron minutos y luego todos se dirigieron a descansar. Así paso un mes de que Jaz consiguiera trabajo con Pattie y un mes de que llegaran a Doncaster, la relación entre Jazmín y Drew seguía igual, a veces una que otra sonrisa por parte de ambos pero nada comprometedor. Drew, por su parte, aún no puede superar a Dafne. Su recuerdo y todo el dolor que le provoco no lo deja en paz, esa era la gran razón por la cual no puede ser amigo de Jazmín. Drew se levantó como un día normal, tomó desayuno con Thomas y su madre y salió a trotar como de costumbre, él cree que un trote matutino es primordial en la vida y es imprescindible para su día a día, otra cosa que no tienen en común con Jazmín. Jazmín odia la actividad física, la evita como de lugar, no puede odiar nada más que el ejercicio, le molesta quedarse sin aire y sentir dolor por todo su cuerpo al día siguiente. Drew salió de su gran casa y comenzó con la ruta que acostumbraba a hacer, pero no sabía que a la vuelta de la esquina se encontraba su pasado, que volvería para quedarse, dobló la esquina y vió una silueta que le parecía familiar, silueta femenina sin duda, aún trotando se acercó más y reconoció la silueta que tanto ha odiado por un año entero, era ella... ha vuelto. Paró en seco, sintió un frio abrumador congelarlo, quedó paralizado ante ella. Dafne se percató de su presencia y se acercó sigilosamente moviendo sus caderas coquetamente, usando el mismo vestido rojo con la que la soñó la última vez. Drew no sabía porque no reaccionaba, quizás por el hecho por volver al pasado o tal vez por que usa el vestido rojo. Dafne fue la primera en hablar.

-¿No me vas a saludar? ¿O ya te olvidaste de mí?-Dijo Dafne con cierta malicia en su tono de voz.

Cariño para todos xoxo.