Capítulo Dieciseis.-

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-Madre.- Dijo Drew susurrando.

-¿Qué pasa Drew?.- Pregunto Pattie dudosa de lo que su hijo le pediría.

-Chris me ha invitado a una fiesta, es en su casa, ¿Puedo ir?.- Pregunto Drew haciendo caras tiernas para obtener lo que quería. Drew tenía 19 y aun así seguía pidiéndole permiso a su madre, para él era muy importante al igual que su opinión, así que jamás lo dejaría de hacer a menos que se fuera de casa.

-Claro hijo, poder ir, pero con una condición.- Dijo Pattie con una mirada pícara.

-¿Cuál?.- Dijo Drew.

-Debes invitar a Jaz, si es que quiere ir, si no quiere vas solo, no hay problema.- Dijo Pattie sonriendo.

-Madre... ¿Es en serio?.- Pregunto Drew.

-Sí, ¿Tanto te molesta estar con ella?.- Pregunto Pattie indignada.

-Sí, ya sabes lo que pienso acerca de ella.- Dijo Drew cortante.

Drew y Pattie intercambiaron unas miradas y Drew supo que debía hacerlo, de todas formas igual la hubiera invitado, si aunque no lo quiera admitir, le encanta pasar tiempo con ella.

-Jaz...- Dijo Drew intentando atraer su atención.

-¿Qué?.- Dijo Jaz, ubicando su mirada, la que anteriormente estaba perdida.

-¿Quieres ir a una fiesta de mi mejor amigo?.- Pregunto Drew, desinteresado de su respuesta.

Jazmín miró a su madre, como pidiéndole permiso, Marie sonrió y dijo:

-Claro hija anda, estaría bien que despejaras tu mente por unos momentos.-

-Oh... bueno iré.... No, no iré, hay un problema, yo mañana trabajo y no puedo trasnochar.- Dijo Jaz moviendo la cabeza efusivamente.

-Linda, sabes que no es necesario que vengas a trabajar los fines de semana, te lo vengo diciendo desde que empezaste a trabajar.- Dijo Pattie dulcemente.

-Pero el restaurant está abierto toda la semana, tengo que trabajar mañana tía, hoy ya tuve un día de descanso.- Dijo Jaz.

-Hoy, yo te dije que no trabajarías, Drew quería que estuvieras con él, y mañana y pasado es un regalo, aunque sabes que no debes trabajar esos días.- Dijo Pattie maternalmente.

Drew al escuchar esas palabras abrió los ojos de golpe, ¿Qué estaba hablando su madre? ¿Cómo lo sabía? Su madre estaba grave, estaba imaginando cosas, hablarían después de ese tema.

-Madre, Jaz no quiere ir, tampoco hay que obligarla.- Dijo Drew sonriendo.

-Bueno... Iré, quizás tengan razón.- Dijo Jaz con una sonrisa de ganadora.

Drew quedo boquiabierto, no esperaba que Jaz le dijera que sí, conociéndola, era muy responsable y preocupada, las fiestas no eran lo suyo, por ahora estaba obligado a ir con ella.

-Genial.- Dijo Drew desanimado, creía que Jaz le daría alguno que otro problema en esta noche y todo por lo conservadora que era.

- Bien Drew, me la devuelves sana y salva, ¿Entendido?.- Dijo Marie sonriendo.

-Perfectamente.- Dijo Drew devolviéndole la sonrisa.

Prontamente pidieron el postre para que los chicos fueran a la fiesta, aún Jaz no estaba muy convencida de ir, no le gustaban la fiestas, pero como había dicho su madre, le serviría para despejar la mente por un momento, comieron rápidamente, se despidieron de todos y partieron hacia la fiesta, Drew conducía esa noche, Jaz aún no sabía manejar, quería tomar un curso prontamente para poder movilizarse sola, aún faltaban algunas cuadras para llegar a la casa de Chris cuando comenzó a alborotarse la gente, algunos ya estaban ebrios, otras bailaban con poca ropa y otros recién llegaban a la fiesta. Drew se estaciono y bajaron del automóvil, la música era ensordecedora y abrumadora, Drew tomó su mano y la llevo hacia adentro, sabía que debía cuidarla, era su responsabilidad y aunque no lo admitiera, le importaba y mucho, no soportaría que le pasara algo por su culpa. Divisó a Chris en la entrada, Chris le hacía señas de que se acercara.

El arte de caer {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora